Stand by Me | мρяєg/ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ

[ 𝑳𝒍𝒂𝒏𝒕𝒐 / 𝑨𝒎𝒂𝒎𝒂𝒏𝒕𝒂𝒓 / 𝑷𝒂ñ𝒂𝒍 ]

Por fin había llegado el momento de irse a casa y comenzar con su nueva vida, tener la oportunidad de tener un bebé en la casa.

Al llegar a la casa Inui mando fotos a todos sus amigos para anunciarles que ya había nacido y que había sido niña. Sin duda recibió varios mensajes de felicitaciones, algunos mencionaban que irían a verlos después.

La mamá de Kokonoi llegó al día siguiente como lo había prometido y obvio cuidado bastante de su hijo, quería que cuidara de su cuerpo ya que el tener un bebé hacia que el cuerpo cambiará un poco, así que tenía que cuidar su alimentación para que no afectará su salud, algo que no le gustó mucho fue que tuvo muy poco tiempo para estar con ellos, tenía trabajo por hacer, conferencias y reuniones lejos del país, pero aún así le alegro pasar algunos días con su hijo y su primer nieta.

Después de los dos días en los que tuvieron a la mamá de Kokonoi en la casa sus vidas cambiaron, ahora tenían que levantarse dos o tres veces en las noches para alimentar a su bebé, gracias a las fugas de leche que tuvo Kokonoi antes del parto fue mucho más fácil alimentarla en las noches, solo era de calentar un poco la leche y darse mientras la arrullaban en la merecedora y quién se encantaba de ese asunto era Inui.

-Ya pequeña, aquí tengo su comida-Menciono mientras cargaba a la pequeña Aoi, quieren lloraba-Ya no llores mi vida-La arrullo un poco y después se sentó en la mecedora y comenzó a alimentarla-.

Rápidamente, la bebé tomo el biberón y comenzó a succionar, sus ojitos están un poco llorosos y algunas lágrimas escurrían de su carita así que Inui se dispuso a limpiarla y continuo arrulandola mientras tarareaba una canción, una que su hermana Akane le cantaba cuando era bebé y cuando era un poco más grande.

Siempre solía arrullarla en la mecedora y después le llevaba a la cuna, la acomodaba delicadamente para que no se despertara de nuevo, la cobijaba, ponía a su lado el peluche de perrito que había comprado tiempo atrás y después acariciaba un poco su cabeza, era realmente hermoso verla dormir, siempre se quedaba viéndola un rato, admirando el hermoso regalo que les había llegado a ambos.

Durante el día misteriosamente su bebé estaba quieta y dormida, solo chillaba muy quedito cuando quería comer, lo cual era cada dos o tres horas o cuando necesitaba un cambio de pañal. En cierto modo era bueno que no les hiciera mucha lata en el día ya que así aprovechaban en dormir un poco, estar un poco al tanto de los trabajos de la universidad, comer y arreglarse. Pero en la noche si que lloraba con mucha intensidad, a las 9:00 PM, aproximadamente, la dormían sin ningún problemas pero después de tres horas más o menos se despertaba y sus chillidos si que eran bastante fuertes, por lo que no podían ignorarla y en el día era todo lo contrario, como si se transformará, aún que eso sí, Kokonoi la llevaba consigo a todos lados, ya que había aprendido como cargarla correctamente quería tenerla consigo, a veces se dormía con ella en la cama o leía junto a su bebé

Inui tampoco se quedaba atrás, cuando Kokonoi dormía o hacia algo que le impedía cargarla, este aprovechaba para hacerlo y hacerle cariños, le gusta que la bebé sostuviera su dedo, era increíble el gran tamaño que los diferenciaba, le encantaba poder tocar su carita suave, sus orejas que igual eran sumamente pequeñas, aún que Inui no le había parecido del todo porque pensaba que aún estaba pequeña para eso Kokonoi le puso unos hermosos aretes, tenían la forma de un corazón color negro, sabía que en ese momento sería más fácil ponérselos a comparación cuando fuera más grande.

-Que linda se ve mi princesa vestida con el mameluco de gatito-Exclamo Kokonoi mientras le tomaba unas fotos para enviárselas a Mitsuya-Le va a encantar-.

-¿Qué haces?-Pregunto Inui mientras se acercaba a el por la espalda-.

-Hoy le puse el mameluco de gatito que nos regaló Mitsuya, así que decidí en tomarle algunas fotos y enviárselas para que vea que se ve muy linda-.