[ 𝑪ó𝒍𝒊𝒄𝒐𝒔/𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒆𝒄𝒉𝒆]

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Antes de que Inui y Kokonoi pudieran darse un beso, se olleron los chidos de Aoi, no sabían si era coinsidencia o porque lo hacía para llamar la atención pero casi la mayoría de veces los interrumpía cuando estaban a punto de darse un beso, aún que eso no les molestaba solo les daba risa.

-Sera mejor que valla por ella-Exclamo Kokonoi-Ultimamente ha estado llorando mucho, incluso despierta-.

-¿Llorando durante el día?-.

-Si-Respondió el pelinegro mientras su voz se oía un tanto lejos debido que había ido por la bebé al cuarto-Cuando sales o descansas comienza a llorar aún estado despierta-.

-Que raro, ella solo chilla cuando tiene hambre, al despertarse o cuando quiere que la carguemos, pero de que llore así de la nada me parece un tanto extraño-.

-Es lo que estaba pensando-Se acerco a Inui mientras llevaba en brazos a Aoi sobando su espalda y meciendose, tratando de calmar su llanto-.

-Si sigue así unos días más será necesario llevarla al pediatra para que la chequen-.

Inui se acerco a Kokonoi mientras le hacía cariños a su bebé, tratando de hacer que dejara de llorar, no sabía con exactitud el porque lloraba de esa forma y durante el día, así que prefirió observar unos días más para ver si solo era temporal.

Después de unos días notaron que esos chillidos no eran para nada normal, había algo que estaba causando malestar a su bebé y si no hacían algo podría complicarse en un futuro así que después de que Inui saliera de sus clases decidieron ir con el pediatra, Kokonoi faltaría en la tarde, además, en ese momento era una prioridad mucho mayor su hija.

Ese día llegó Inui a la casa un poco antes de lo normal, al llegar solo espero unos cuantos minutos para esperar a su novio, había envuelto a Aoi en cobijas para que no sintiera frío y después se fueron. La clínica no estaba muy lejos así que fue rápido llegar.

Al entrar el pediatra reviso a Aoi además de que también les hacía algunas preguntas referente a ella y mientras los chicos se encontraban sentados en una de las sillas que se encontraban en la sala. Después de aquel chequeo el pediatra dio el resultado de lo que le sucedía.

-Bueno-Le entrego la bebé a Inui-Su bebé no tiene nada malo-.

-¿Entonces porque llora mucho últimamente?-Pregunto Inui-.

-Lo que tiene son cólicos-Respondió el profesional y con ello pudo notar un poco de confusión en la cara de los chicos así que decidió explicarles de que se trataba-Es totalmente normal en los bebés, dura aproximadamente hasta los seis meses y en ese último mes es un poco más complicado porque son más frecuentes y un poco más feos para ella-.

-¿Y hay un medicamento que pueda tomar y no le haga daño?-.

-No, no hay un medicamento que les ayude en esos momentos, lo único que hay que hacer es tener mucha paciencia y algunos masajea en su pancita, pero tranquilos, como les mencioné anteriormente ya es el último mes así que solo deben esperar un poco más-.

-Ya veo-Comento el pelinegro-¿Y que tipo de masajes le necesitamos dar?-.

-Son muy fáciles-Se acerco a Inui para tomar a Aoi y explicar mejor como masajear su pancita-Vean-.

El pediatra comenzó a mostrarles como debían hacerlos, sin poner mucha presión y siempre en círculos, era bastante fácil así que cualquiera de los dos podía hacerlo.

Al terminar la cita salieron de la clínica y se fueron directo a la casa, Aoi se había quedado dormida en el camino así que al llegar la dejaron en su cuna, al parecer los masajes que le había hecho el pediatra también funcionaba para que se relajara y se durmiera.

-Bueno-Exclamo Inui al sentarse a lado de Kokonoi-No es nada grave lo que tiene, es normal en los bebés-.

-Si, me alegra que solo sea eso, ya me había asustado un poco en pensar todas las cosas malas que hubiera podido tener-.

-Lo se, pero como dijo el pediatra tenemos que tener bastante paciencia con ella-.

-Si-Suspiro Kokonoi-Pero solo será temporal-.

Los siguientes días si fueron un tanto complicados, sus bebé seguía llorando un poco más fuerte y durante mas tiempo, siempre que comenzaba a llorar la comenzaban a cargar y mecear de un lado a otro para calmarla pero si veían que eso no funcionaba del todo, no como en otra ocasiones, continuaban con los masajes, tardaban al rededor de dies minutos, y al terminar la llevaban en una cangurera para no separes de ella, además de que después de darle de comer duraban un poco en sacarle los eructos, el pediatra les había mencionado que eso también podía ayudar en que los cólicos disminuyeran un poco.

Sin duda esa fase fue un poco complicada para ellos, sin mencionar las primeras noches con ella, en las cuales se lesbelavan bastante para darle de comer o cambiar el pañal, pero eso de que llorará mucho era un poco estresante para ambos, preferían mil veces desvelarse que escuchar a su pequeña niña llorará sin cesar durante horas, pero como había dicho el pediatra, todo eso era temporal y normal así que no había nada de que preocuparse.

Pasaron algunas semanas y como lo había dicho el pediatra, los cólicos dejaron de aparecer, su bebé ya no lloraba desesperadamente y ellos descansaron de todo esos llantos.

Al ser un poco más grande comenzaron a pensar que sería bueno que comenzará a comer verduras en forma de papillas, el pediatra les había dicho que por el momento fueron verduras como zanahoria y chayote, mientras que frutas, fueran manzana y pera, esto para ver cómo su cuerpo iba reaccionando, además de que la leche materna siguiera como siempre.

Kokonoi había notado desde hace tiempo que las reservas que había hecho con sus fugas de leche se había terminado así que decidió volver a usar el extractor, apesar de que había comenzado a darle fórmula que les había recetado el pediatra aún era necesario que también siguiera tomando leche materna.

Una tarde que tuvo tiempo, después de haber terminado sus tareas, se sentó en la cama de su habitación, se acomodo y comenzó a utilizar el extractor, tenía tiempo que no lo había usado así que fue de nueva cuenta una sensación bastante extrañaba, por suerte Inui había salido así que no se sentiría nervioso de hacerlo habiendo que el estaba en la casa.

Paso algunos minutos más usándolo hasta que decidió que era suficiente así que se lo quito, se acomodo su ropa y lo dejo limpio para la próxima vez que lo quisiera usar.

Al regresar del baño voltio a ver a Aoi, quien estaba dormida en la cuna, aún no podía creer que aquella bebé que dormía plácidamente en la cuna había estado en su vientre, sabía perfectamente que cuando nació no tenía ese tamaña pero era realmente increíble pensarlo, saber que dentro de él se podía dar vida, eso le llenaba de alegría y no se, tal vez en un futuro hacer que su familia creciera.







Este fue el capítulo del día de hoy, espero que les haya gustado, el día de hoy también decidí en juntar dos palabras así que nos leemos hasta el sábado, bye. (•ө•)♡

•Palabra usada: [ 𝑪ó𝒍𝒊𝒄𝒐𝒔/𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒍𝒆𝒄𝒉𝒆]

Stand by Me | мρяєg/ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora