[ 𝑨𝒏𝒕𝒐𝒋𝒐𝒔 ]

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Todas las ideas y pensamientos que tenía Kokonoi en ese momento solo se basaban en la idea de que estaba embarazado, además, de que de estaba cumpliendo otro mes, ahora tenía 4 meses y tampoco sabía si era la edad máxima para abordar, todas esa idea rondaban por su cabeza día y noche, incluso hace pocas noches había soñado con un bebé en su brazos, ¿Era alguna clase de señal de tener a ese bebé?, fuera lo fuera siempre había dos lados en su mente, uno de ellos mostraba la hermosa familia que podrían ser, Inupi, el y el bebé, todos esos sentimientos de amor y ternura le daban ganas de tener al bebé pero la otra parte le decía que solo sería una mancha negra en su vida, algo que no lo dejaría avanzar y hacer lo que siempre soñó. Su madre lo había tenido cuando cursaba su último año de universidad y aún así siguió, nunca se detuvo y fue justo por el que con lágrimas, sudor, estrés y con mucho esfuerzo logro terminar su carrera, y ahora era una mujer exitosa y con un excelente trabajo del cual estaba bastante orgullosa.

Toda esas ideas fueron cortadas por el profesor que se encontraba enfrente de Kokonoi, al parecer se había desconcentrado un poco y dejo de poner atención.

–Joven, joven–Le llama aquel hombre–¿Está poniendo atención?–.

Al poder entrar en razón, cerro un par de veces los ojos y se sentó con una mejor postura, ya que se encontraba acostado en su butaca.

–Si profesor, lo estoy escuchando–Exclamo–Solo me distraje un poco–.

Su profesor hizo un pequeño gesto sin poder creer del todo lo que dijo el pelinegro.

–Necesito que todos ustedes pongan atención, esto vendrá en el examen–Anuncio a todos los estudiantes–.

No había podido creer que se había distraído con algo así. Kokonoi era una persona que siempre se centraba en las clases y que siempre daba lo mejor de si, pero está vez si que fue bastante vergonzoso esa situación.

Al terminar todas las clases Kokonoi espero a Inui, como la mayoría de veces lo hacía. Después de unos cuantos minutos vio a lo lejos a su novio, no sabía si era por su situación o por alguna otra cosa pero sentía que cada día se enamoraba más de el, aún que no lo decía muy seguido o lo demostraba si que lo sentía.

–Listo, vamonos–Anuncio Inui al llegar y tomar su mano–.

–Ahorita que lo pienso...ya no quiero ir a la pastelería...–Sobo su cara–Solo quiero llegar a mi casa y dormir–.

La cara de Kokonoi decía todo, estaba complemente fastidiado de las clases, jamás lo había visto de esa forma pero ahora le aumentaba el hecho de que llevaba consigo otro ser.

Inui comprendió el como se sentía y solo lo acompaño a su casa.

Durante el camino, Kokonoi compro algunos panes dulces y algo de fruta, al parecer la náuseas se había ido casi por completo, lo que hizo que se le antojaran un montón de cosas pero debido al dinero no pudo comprar todo. Durante el camino no menciono nada acerca de lo que tenía planeado contarle a Inui, así que se espero hasta llegar.

Cuando por fin lo hicieron, entraron, quitaron su calzado y sus mochilas. Kokonoi dejo todas las compras que había hecho en la cocina, tomo un pedazo de pan de melón y comenzó a comerlo en dirección a la pequeña sala en donde se encontraba ya sentado Inui.

–Por cierto, ¿Cómo te fue hoy?–Preguntó Kokonoi después de haberse sentado a su lado y masticando un poco del pan–.

–Bien, todo bien–Respondió–Hubieras visto lo que hizo Mikey–Rió un poco–Estábamos en una práctica y sin que nos fuéramos cuenta, el muy maldito se durmió, al terminar, todos lo estábamos buscando hasta que vimos que estaba atrás de un escritorio durmiendo–.

Stand by Me | мρяєg/ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora