Capítulo 10

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Ese día Jimin despertó en la habitación que compartía con Jungkook, más a petición de su madre que porque él mismo quisiera. Jungkook roncaba, solo a veces, y le parecía gracioso que también se robase las cobijas que él usaba.

Cada vez faltaba menos para la boda, y tan sólo la idea de usar el traje que había llegado la noche anterior le causaba náuseas.

Le llamaron para tomar el desayuno que habían preparado especialmente para su prometido y él, ya que sus padres habían salido al pueblo de Pavonia a conocer el lugar por ellos mismos en compañía de los reyes. Estaba solo con ese Omega que se la pasaba pegado a Jungkook como una garrapata y que además disfrutaba de faltarle el respeto cada que podía. Justo ese día Eunwoo se había empeñado en quererle hacer la vida imposible ya que le sirvió camarones, posiblemente sabiendo que él era alérgico a todo marisco. Jungkook no estaba, así que era libre de poder hacer todo lo que quisiera. Se levantó de su lugar sólo para ir a pedir que cambiasen su plato, de ninguna manera comería algo que después le daría una reacción alérigica.

Cuando llegó escuchó un ruido en la cocina, sólo una persona gritando obscenidades a una pobre mujer que sostenía un plato entre sus manos. Cuando abrió la puerta se dio cuenta de que se trataba de Eunwoo, quien parecía enfadado.

—¡Yo voy a llevarle el plato a Jungkook! ¿Y usted quién se cree? ¡Vuelva con los cerdos, que es donde pertenece!

La mujer era HyeJin, y eso le hanía hecho enfaadar demasiado. ¿Cómo se atrevía ese chico a tratar de esa manera a sus empleados? Indudablemente Eunwoo era un sinvergüenza, alguien que no tenía ni el más mínimo respeto hacia nadie.

—A ver, ¿qué sucede aquí? HyeJin, no tiene por qué obedecer... a éste. —Le miró— Él no tiene más autoridad que usted u otro empleado en la mansión, o en el palacio.

—"Éste" es quien da las órdenes aquí, Jungkook lo pidió así. —Sonrió burlón.

—Tal vez así eran las cosas antes de que yo llegara, pero se acabó —Comenzó a caminar alrededor del Omega, rodeándolo, imponiendo su autoridad— De ahora en adelante nadie va a hacer nada en este lugar si yo no lo ordeno.

—Aquí el único que me da órdenes es Jungkook —Se plantó frente a Jimin, alzando su pecho, queriéndole intimidar.

—Y yo soy su prometido —Sonriendo con autosuficiencia, alzó su mano mostrando el anillo reluciente que Jungkook le había regalado, luciendo falsamente la promesa de matrimonio entre los dos.

Como lo esperó, Eunwoo empujó su mano de su vista y se largó del lugar a llorar... A llorarle a Jungkook. Así que tendría que prepararse para verlos a ambos hacer los papeles más ridículos que jamás habría visto. Pidió de manera amable a HyeJin que le cambiasen su plato, y como esperó la mujer de inmediato y con una sonrisa se lo entregó deseándole buen provecho.

De nuevo, justo como se imaginó, apareció Eunwoo llorando como todo un dramático junto a Jungkook detrás suyo quien le miraba con total decepción. Realmente estaba curioso por qué mentira escucharía de su boca.

—Eunwoo me dijo que lo humillaste frente a los empleados y que además le golpeaste, ¿eso es cierto?

—Jungkook, lo único que hice fue venir a la cocina para que cambiaran mi plato porque soy alérgico a la comida de mar. Escuché a Eunwoo y a una de mis empleadas discutir y tu querido amigo le faltó el respeto de una manera muy obscena. Eso omitiendo el hecho de que intentó rebajarme a su nivel creyendo que tiene más autoridad que yo en esta casa. Me empujó y así tiene el descaro de volver de esta forma —Se cruzó de brazos.

—¡Eso es mentira, Jungkook! Yo no lo empujé, lo hice a un lado porque no me dejaba pasar para ir a hablar contigo, tan solo eso.

—Eunwo,, por favor déjanos solos.

—¡Eso no es cierto, Jungkook! Tú me conoces, sabes que nunca haría algo así —Volteó hacia al Alfa sollozando, tan ridículo.

—Eunwoo, por favor.

El Omega sin más se marchó no sin antes haberle tomado de la mano, cosa que a Jimin le molestó tal vez un poco de más.

—Suficientes problemas tengo que resolver, yo no tengo tiempo para pleitos de Omegas. Así que te voy a pedir que resuelvan sus asuntos de una manera...

—¿Pleitos de Omegas? ¿Me está poniendo a la misma altura que él?

—Jimin, por favor, esta situación no me gusta para nada.

—¡A mí tampoco!

—¿Entonces para que lo provocas? —El azabache estaba ya perdiendo la paciencia, el tema del maldito amante de la persona frente a él le molestaba demasiado, y que ahora estuviesen peleando por una estupidez era suficiente para él.

—Ohh, ya lo veo, entonces ya decidiste que quien tiene la culpa soy yo.

—¿Qué es lo que buscas? ¿Hacerme la vida imposible?

—Mejor diga lo que busca usted, Jeon. ¿Darme más razones para huir de aquí? —Alzó la voz acercándose más, habían comenzado a brotar lágrimas de sus ojos y por más que le molestara, era algo que simplemente no podía evitar.

—No me amenaces... —Su voz se escuchó rota, y es que a pesar de odiarle por tener a alguien más en su vida, le amaba, le amaba demasiado como para pensar en que algún día podría dejarle, tan sólo la idea le rompía el corazón.

—¡Entonces empiece por respetarme y darme un lugar en esta casa! —Deseó con todas sus fuerzas por fin retirarse de la cocina, incluso lo logró, pero como siempre Jungkook era todo un terco que jamás dejaría una discusión de esa manera. Era alguien tan bueno en las situaciones equivocadas. Le había seguido hasta su habitación, y cerró la puerta una vez ambos estuvieron dentro.

—Jimin espera, hablemos tranquilos, por favor.

—¿Qué hay que discutir? Tú ya le diste la razón.

—Es que en serio quiero comprenderte, pero no me dejas más alternativa que...

—Yo lo único que necesito es que me apoyes, que me tengas paciencia... —Calmó su respiración, y ya un poco más tranquilo se acercó a Jungkook.

—Y yo necesito que aprendas a controlar tu carácter —Dijo por fin, de una manera firme— Los empleados que trabajan aquí también son personas, Jimin, y para nada debemos insultarlos o humillarlos como hiciste con Eunwoo.

—Bien, si así es como piensas deberías empezar por decírselo a Eunwoo que trata a todos y en especial a HyeJin peor que un perro. Y yo no estoy inventando nada. —Se tomó unos segundos para finalmente poder mirarle a los ojos —Jungkook, quiero que me digas algo... ¿En serio quieres que la boda suceda? ¿Qué soy para ti, tu futuro esposo o alguien a quien puedes rebajar de la manera en que lo hiciste frente a los empleados?

—Eres la persona que amo.

Jimin sonrió muy sutilmente ante la declaración, pero cuando Jungkook estuvo a punto de acercarse lo demasiado como para poder besarle, retrocedió y se negó a ceder una vez más.

—Entonces esperemos a la boda.

Tightrope; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora