3. Estúpido pelirrojo.

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Capítulo 3.

Enith

Si Vance estuviera aquí; ya le hubiera quebrado la nariz de un golpe.
Estaba llena de estrés, ira e impotencia y golpear al pelirrojo hace unas horas lo había liberado un poco, ¿por qué no hacerlo otra vez?
Había alguien más en ese trío, miraba a Robin con odió y ahí lo entendí; era Muss, el chico al que Robin había golpeado momentos antes. Al entrar todos hablaban de esa pelea.
No la vi, pero, supuse que fue buena pues Robin no tenía ni un solo rasguño.

—Vance se lo merecía, todos aquí lo sabíamos, incluso Robin lo hace.

Eso fué la flama que hizo estallar al globo, mire a Robin con la mandíbula tensa.

Iba ser interesante pelear junto a él, así que le di un puñetazo a el pelirrojo y en seguida los demás inútiles intervinieron, al igual que Muss. Éramos dos contra cuatro y ni así podían con nosotros. No es que yo peleé perfectamente bien, pero se hacerlo.

La campana del almuerzo sonó y no tardaron ni diez segundos en entrar al baño, empezaron a hacer alboroto apoyando a Robin. ¿Que tan importante era él?. No sé cómo ni cuando paso, pero, el pecoso me tenía en el suelo haciendo presión en mi cuello. Pase mis manos por su rostro con desesperación, Robin hacia lo que podía con los demás, entonces, por alguna bendición de Dios vi un lápiz; lo tome con dificultad y se lo enterré en una pierna a el pelirrojo haciendo que él se enfocará en el ardor.

Comencé a jalar aire desesperadamente, nunca había sentido tanta desesperación en mi vida, bueno, después de lo de Vance.
Le di una patada a él pelirrojo noqueandolo, ¡Genial! Uno menos. Robin hizo lo mismo con otro de ellos, ahora éramos dos contra dos. Robin y yo intercambiamos miradas para después golpearlos.
Creo que Robin y yo teníamos muchas cosas en común y una de ellas era la obsesión por las vendas, me quite la mia de la muñeca y comencé a ¿estrangular? a uno de ellos, no queria matarlo, solo quería asustarlo un poco. Robin dejo con un gran viaje a Muss; nuevamente. Y yo solo... creo que despertara.

Me imaginé la cara que Vance hubiera puesto al verme hacer eso, estoy segura que le hubiera gritado a los cuatro vientos con gran orgullo que yo soy su hermana. Sé que algún dia lo hará, de eso estoy segura.

Me limpie el sudor de la frente, tomé mi mochila y me quite la cinta. Volteé en búsqueda de Robin y lo vi hablando con el chico rubio, se veía orgulloso pero aquél tenía una cara de pocos amigos.
La gente comenzó a retirarse pues la campana de la siguente clase sonó y tampoco iba a entrar.

Robin y yo nos salimos de ese baño hablando sobre nuestros grandes golpes, solía hacer eso con Vance...

El tiempo paso muy rápido, creo que es así cuando realmente disfrutas algo. Robin se fue para su casa, su amigo que al parecer se llama Finney vivia de paso a mi casa, asi que caminábamos en dirección a ellas.
Finney me venía contando de todas las peleas de Robin, al menos de las que había presenciado. Me contó que los mismos niños le hacen bullyng y le preocupaba que desquitaran su coraje con él, Robin y yo ocasionamos ese miedo que él tenía y no íbamos a dejar que le hicieran algo, al menos yo no.

Llegamos a casa de Finney, me dijo que Robin iría a su casa y que por supuesto yo estaba invitada, pero no tenía ganas de asistir.
Camine en dirección a mi casa y al llegar corrí a la habitación de mi hermano mientras le contaba lo que había pasado en los baños, ojalá estuviera él aquí.

El teléfono de la sala sonó y de rato mi mamá me gritó, cuando recibía llamadas era por noticias sobre el caso de Vance; así que baje corriendo.
Colgó el teléfono al verme, su mirada reflejaba... Ya no se ni siquiera que es lo refleja.

—Conoces a un chico... ¿Cómo era su nombre?– últimamente suele olvidar la mayoría de las cosas, como si Vance se hubiera llevado una parte de ella con él.– Ah, si, Robin, su apellido es como el de una almendra.

—¿Qué pasa con él?– sabia perfectamente que pasaba, pero tenía la esperanza de que fuera otra cosa.

Me abrazo y note que había perdido peso en los últimos días.

—El desaparecío hace unas horas, tienen las esperanza de que este con alguno de sus conocidos.– al separarse me tomo de las manos. Mierda.

—¿Te peleaste con él?

—No, no con él; junto a él.– decir que me había caído ya no funcionaba.

—¿Que dijimos sobre las peleas? Dame paciencia, Enith.

Era un impulso, aveces me costaba controlarlo. Pero quiero que mi madre este tranquila, no quiero que cargue con más problemas.

—Esta bien, lo siento.– le di un beso en la mejilla y subí nuevamente a la habitación de Vance.

Había visto momentos antes a Robin.
Las esperanzas de que mi hermano siga con vida cada vez eran menos, pero Vance no es estupido, sabe cómo engañar a la gente. No conozco muy bien a Robin, pero se que hará lo que sea para poder salir.

Pase ratos hablando sola hasta que él sueño me gano.

Erine C.

FUCK!NG WORLD - Robin Arellano ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora