FUCK!NG WORLD - Robin Arellano ®

7. El gran concierto.

Capítulo 7.

Finney

Hoy era viernes y, ya me daba igual. Desde la desaparición de Robin todo a ido de mal en peor. Enith desapareció al día siguiente y eso fue una completa invitación a qué el trio me molestará el tiempo que este en la escuela, pues en la mañana me agredieron, Gwen intentó ayudar pero fue en vano.

Estaba en clase de geografía y no he entendido absolutamente nada en las últimas horas, mi cabeza duele y mis ojos se sienten cansados.

La campana de la salida sonó y caminé al salón de Gwen para irnos, íbamos caminando hacia la casa, pero se detuvo.

—Bueno, adiós.

—¿Por qué?.– ¿Hoy era viernes?

—Es viernes, recuerda que los viernes voy a casa de Susy.

Asentí.– Yo cuidó a papá.

—Y cuídate tu.– se despidió y ambos caminamos en diferente dirección.

En el camino iba pensando sobre Robin, al día siguiente agarraron a Enith, se supone que el raptor raptaba a sus víctimas cada que el anterior moría, pero empiezo a creer que no. Cuando Vance Hopper desapareció; todos comenzaron a decir que era una broma, pues peleaba muy bien para que el raptor se lo haya llevado tan fácil. Ahora dicen lo mismo de Robin, pero eran solo unos niños, el raptor debe ser muy fuerte o muy rápido.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando un señor tiro por accidente lo que llevaba en los brazos.

—Ah, que estúpido.– tomo un cascarón de huevo mientras reía sobre lo sucedido.

—Dejeme ayudarlo.– me agaché para tomar algunas cosas que estaban en el suelo, almenos las que todavía servían.

—Gracias. Ah, yo soy mago de medió tiempo, ¿Quieres ver un truco?.– ¿Por qué no?

—Si.– sonreí entusiasmado, pero algo llamo mi atención, me acerque un poco a la furgoneta y si, estaba en lo correcto.– ¿Son globos negros?

—Aah, si.– se acercó y abrió la puerta, saco los globos y en un movimiento rápido me tomo de los brazos envolviendome con los globos.

Intenté separarme pero fue inútil, intenté defenderme con el cohete que solía llevar a todos lados, pero de igual manera fue inútil. Al gritar, echó un spray en mi boca que hizo que perdiera la conciencia por completo.

Comencé a despertar, pero no veía nada, apenas y podía escuchar.

—Me abriste el brazo, ¡Debería de romperte el cuello!

Me dejó caer en donde supuse fue un colchón.

—Estoy lleno de sangre, como si hubiera matado a alguien. ¿Si lo ves?, No, todavía no ves nada.– Si, si veía, pero no del todo. Comenzó a alejarse y se quedó parado.– No debes tener miedo, porque nada malo va a pasar aquí, lo que dije sobré cortarte el cuello era broma, estaba enojado, pero supongo que estamos a mano... Ya me voy.– y salió.

No tengo idea de dónde estoy, no veo nada, intenté pararme y caminar en dirección hacía donde salió.
Pero una voz hizo que me detuviera.