Kamui Blues

El sabueso

Cuando llegaron los dos equipos, Kakashi los encontró en el exterior de la pared de llamas de Amaterasu. Fue mucho más fácil transportarse por segunda vez, aunque fue un pequeño éxito en contraste con la derrota montañosa de la última hora.

"Kakashi-sensei", llamó Naruto, el primero en alcanzarlo, corriendo y deslizándose hasta detenerse a solo unos metros de la llama. "Acaso tú-"

Kakashi negó con la cabeza y el rostro de Naruto se arrugó.

"Lo vi", dijo Kakashi. "Pero el que nos estaba entreteniendo, Tobi, era demasiado rápido". Sakura corrió detrás de Naruto, y Kakashi vio que su esperanza se desvanecía cuando lo vio solo. "Se llevó a Sasuke antes de que yo pudiera. Lo siento, Naruto, Sakura. Tuvo que alejarse en ese momento, la vergüenza se hizo demasiado fuerte.

Los demás llegaron, viendo a Naruto caer al suelo y golpear el concreto sin éxito. "¿Por qué cada vez que nos acercamos tanto, lo pierdo de nuevo?" Empezó a llorar, gruesos estallidos de lágrimas entremezclándose con la lluvia.

"¿Podemos rastrearlo?" preguntó Sakura, apretando la mandíbula.

Kiba parecía dudoso. "La lluvia lo hará difícil..."

"Mi ninken ya lo revisó", dijo Kakashi. Eso había sido lo primero que intentó. "No hay nada. Dudo que estarían cerca. Puede transportarse a donde quiera".

Hubo expresiones de consternación ante esta información.

"Kakashi-sensei", dijo la débil voz de Hinata. Kakashi movió su mirada hacia ella. "De vuelta en el claro, cuando desapareciste, tu chakra se desvaneció de la misma manera que ese otro hombre".

El asintió. "Usé un jutsu de espacio-tiempo para llegar aquí instantáneamente. Como él.

La mayoría del grupo lo aceptó. De los tres que conocían el alcance típico de las habilidades de Kakashi, Naruto estaba demasiado fuera de sí para escuchar, todavía agachado contra el suelo con lágrimas en los ojos. Pero Tenzo y Sakura lo miraron con preguntas en sus ojos.

Kakashi se sintió más que exhausto y sin poder responder. "Vamos a casa", dijo en su lugar.

Unidos en su derrota, el grupo regresó a Konoha.

Llegaron a las murallas del pueblo a última hora de la tarde. La lluvia continuaba cubriendo las calles, y el juego de capas de viaje que todos habían usado estaba embarrado y empapado.

"Descansen un poco", dijo Kakashi a sus equipos. "Tenzo y yo informaremos al Hokage".

Tenzo le había estado enviando miradas evaluadoras durante las últimas horas, y cuando el resto del grupo finalmente se dispersó, se volvió hacia el otro hombre.

"Senpai," dijo Tenzo, "¿qué pasó ahí atrás? No sabes cómo usar el jutsu del espacio-tiempo. Y ese molesto miembro de Akatsuki, Tobi, ¿sabías su nombre? ¿Lo conoces?"

"Yo—" Kakashi hizo una pausa. Realmente no tenía idea de cómo responder a esa pregunta final. "Lo he conocido antes", dijo. "Te lo explicaré todo, Tenzo, pero prefiero compartir esta información solo una vez esta noche. Vayamos a ver al Hokage.

Pero cuando llegaron a la oficina del Hokage, Kakashi no tuvo oportunidad. Había una serie de llamadas de sapo a la izquierda del escritorio, y Tsunade tenía la cabeza entre los brazos, sollozando.