Parte 1

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Albus:

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Puede que en este momento no logre recordar cómo terminé aquí, entre los brazos del mago que me ha vuelto loco por meses; para ser precisos, desde la primera vez que percibí el aroma a pino de su colonia, mientras entrábamos a esa biblioteca.

No sabía que el destino me podía jugar tan sucio.

Nuestra relación no fue algo sencillo al inicio, su arrogancia hacía que mi orgullo rechazara todo contacto con él y bueno, ahora nos estamos comiendo la boca en un callejón poco iluminado a las afueras de un bar, mis manos tocan apartes de su anatomía que hasta solo hace unas horas pensé que jamás podría. Recorro con los dedos su barbilla, por Merlin, esa perfecta barbilla, su fuerte espalda y su pequeña cintura; para después llevar ambos brazos alrededor de su cuello y tirar un poco de ese brillante cabello rubio blanquecino, emite un gemido por lo bajo y pienso que debe ser el sonido más perfecto que he escuchado.

Nos separamos en busca de aire y él mira directo a mis ojos para justo después perderse en mis labios, lo siento recorrer con su mirada mi cuello, mis clavículas y no quiero imaginar lo rojas que deben estar mis mejillas, la mirada de Gellert me d...

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Nos separamos en busca de aire y él mira directo a mis ojos para justo después perderse en mis labios, lo siento recorrer con su mirada mi cuello, mis clavículas y no quiero imaginar lo rojas que deben estar mis mejillas, la mirada de Gellert me desarma, derrumbó los muros que había construido, como si de una avalancha se tratase.

Esa mirada será la causa de mi perdición.

—Gell, no deberíamos hacer esto, hemos bebido —digo en lo que apenas es un susurro, pero buscando nuevamente el contacto porque en realidad lo último que quiero es que se detenga.

—Albus, ambos deseamos esto desde hace tiempo —suspira con pesadez y se aleja unos centímetros, hasta que nuestras miradas se conectan, como lo han hecho cada día desde que nos conocimos, pero a la vez de una forma completamente distinta, porque ya no nos escondemos nada, porque puede que no usemos palabras, pero estamos permitiendo que nuestro cuerpo exprese con besos y caricias lo que sentimos el uno por el otro—. No sabes cuánto tiempo llevo ansiando esto: probar el sabor de tus labios, escucharte decir mi nombre entre suspiros, —pasa saliva y mis ojos bajan a su pecho evitando su mirada—. Tengo unas ganas inmensas de acariciar tu cabello; me muero por besar tu cuello y recorrer cada rincón de tu piel con...

—Basta, Gell —mi comentario lo descoloca, rompe el abrazo por el que me tenía sujeto y baja la vista al suelo.

—Oh, Albus, discúlpame, después de lo que ocurrió en el bar simplemente creí... creí que tú sentías lo mismo —dice en apenas un dejo de voz porque esta se le ha quebrado.

—Oh por la barba de Merlín, Gellert, vaya cabeza de troll que tienes, la única razón por la que acepté participar en la ''competencia de shots con whisky de fuego'' fue para armarme de valor y robarte un beso, sin esa cantidad de alcohol corriendo por mis venas no habría sido posible. Ahora, deja de hablar y vamos a poner en práctica todas esa cosas que dijiste querías hacerme —le digo mientras coloco una mano en su hombro para aparecenos en mi casa con un simple movimiento de varita y ojalá hubiera podido tomar una fotografía a esa reacción porque nunca lo había visto tan sorprendido, ni siquiera después de que le robé ese primer beso frente a todos en el bar, tiene las mejillas de un carmín peligrosamente tierno.

Muerde su labio inferior tratando de contener una sonrisa y me doy cuenta de que nunca se había visto tan sexy.

Eleva lentamente el rostro hasta que sus ojos encuentran los míos y el sonido de su risa invade mis oídos.

—En nombre de las estrellas, Albus —responde suspirando con dramatismo llevándose una mano al pecho—. No me hagas esto de nuevo. Ahora, espero que el hechizo de silencio que mencionaste sea bueno porque si no lo es los vecinos querrán mudarse, o unirse a nosotros— me susurra cerca del oído con voz grave para después provocar que de un salto al sentirlo morder suavemente el lóbulo de mi oreja.

Estoy a punto de protestar pero sus labios están sobre los míos en un descuidado beso que termina antes de lo que me gustaría para tomar mi mano y dirigirnos a mi habitación.

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Strawberries & Whisky - GrindeldoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora