Extra #2

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Huir.

Siempre he huido, desde muy joven una vez que llegaba a algún tipo de compromiso de cualquier tipo terminaba arruinando lo o saboteando me. Una vez que el se fue completamente de mi vida hice de lo que el me acusó, huí.

La última vez que lo ví estaría cerca de la mitad de la carrera, verlo nuevamente fue horrible, me producía una ansiedad que me hacía temblar pero aún así lo quería.

Estaba mal, ¿cómo podría quererlo si mi cuerpo rechazaba totalmente el hecho de verlo? Supongo que mi corazón no recibió el memorándum. La cuestión es que huí, después de verlo y llorar como nunca antes lo había hecho tome el teléfono y hablé con unos familiares fuera del país, al colgar la llamada ya tenía un pasaje al otro día del mundo con mi nombre en el. Puse en pausa mis estudios y en menos de tres semanas me fui, no me despedí de nadie más que de mis padres, mis amigos no se enteraron de mi partida hasta que llegue a sueño español.

Ahora, años después por vueltas de la vida y del destino nos encontramos frente a frente otra vez.

—Si no me equivoco, nos debemos una charla y un café.

Todo lo que nunca fuimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora