Cap. 10

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Pov Pete

Me encontraba en una habitación con una vista increíble, podía escuchar las olas del mar y la brisa fresca entrar por mi ventana.

El lugar era muy acogedor, las paredes de aquella habitación tenían un color crema, en aquellas paredes se veían cuadros colgados, se podía apreciar en ellas la imágenes de una familia feliz.

El sentimiento que inundaba mi corazón en ese momento era tan cálido, que la sonrisa en mis labios parecía no desaparecer.

De repente sentí unos fuertes brazos rodear mi cuerpo a través de mi cintura, aquel abrazo era tan cálido, la respiración de la persona que se encontraba detrás de mi lograba hacer que mi piel se erizara.

Giró mi cuerpo, revelando la identidad del dueño de aquel abrazo, era Vegas, acerco su rostro al mi juntando nuestros labios en un cálido beso.

Sus manos se movieron sobre mi ropa explorando cada parte de mi espalda y yo solo me dedico a acariciar las hebras de sus cabello.

Hasta que el sonido de la puerta logra despertarme, abri mis ojos y me encontraba en mi habitación aquella calidez se habían ido, todo aquello solo había sido un sueño.

Los golpes en mi puerta volvieron a sonar, sacándole de mi burbuja de decepción al saber que solo había sido un sueño mío.

-Pase – solté

-Te desperté? –

Porsche ingreso por la puerta, se veía más fresco que esta mañana.

-No, ¿Qué hora es? –

-Bueno dentro de nada ser la 1, todos
están almorzando algo ligero-

-Como te sientes? –

-Bueno el medicamento y el dormir me sentó bien-

-Sabes a que me refiero-

-Bueno me siento un poco ansioso-

-Vaya, el gran Porsche ansioso-

-Vamos también tengo derecho de estarlo-

Ambos soltamos un par de carcajadas, sabía que eso lograría distraerlo un poco.

-Vamos, necesito que te alimentes y me ayudes a verificar que todo este bien-

-Lo que usted diga, jefe-

-Ey, que me casé con Kinn no quita nuestra amistad-

-Vamos, muero de hambre-

Salimos con rumbo a la cocina, tenía un hambre tremenda que esperaba saciar, al llegar los chicos ya iban a mitad de su comida.

Tome algunos platos y nos unimos a ellos, empezamos a hablar cosas triviales, y obviamente molestando un poco a Porsche.

No pude evitar buscar a Vegas con la mirada, supongo que prefirió comer solo.

Al terminar el almuerzo salimos, a verificar que todo estuviera en orden, en los pasillos de la mansión todos se encontraban afanados, moviéndose de un lado para otro, acomodando y llevando cosas.

Ingresamos al salón donde se llevaría a cabo la fiesta.

Porsche pregunto a los que se encargaban de aquello de como había avanzado todo, solamente faltaban pequeños detalles por arreglar.

Salimos al patio donde se realizaría la ceremonia, aquel lugar se encontraba perfectamente decorado, todo lucia como una película de ensueño.

-Porsche, Pete!-

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