🍂 prólogo 🍂

2.2K 161 63
                                    


Cuando descubrí que era un Omega mi mundo se vino abajo, sabía todo lo que sufrían, yo simplemente no podría vivir de esa forma, yo quería ser fuerte y no solo ser visto como un débil que solo sabía parir.

Desde siempre fui intimidado por los más grandes, terminaba muy lastimado por ser más débil. Ahora lo entendía quizás debí haberlo visto venir.

En cuanto salió a la luz su sub-genero había dicho que era beta, así lograba pasar completamente desapercibido por los alfas a los que solo les gustaba aprovecharse de los omegas.

Este era su primer año de preparatoria, esperaba por lo menos no ser visto o tomado en cuenta, quería que nadie lo notara y así fuera hasta que termine sus estudios.

O eso quería... Todas sus esperanzas de poder estudiar tranquilo se fueron a la mierda en cuanto vio a los hermanos Haitani, ese par de alfas idiotas descerebrados siempre lo molestaron e hicieron de su vida escolar un infierno.

— ¡Pero mira quién esta aquí! — Un chico alto de trenzas junto a otro de lentes y cabellos rubios con mechas turquesa se acercaron rápidamente a Haruchiyo.

— Ran, por favor no molesten, voy tarde a mis clases... — El mayor sin escuchar una sola palabra del menor lo empujó fuertemente contra los casilleros del pasillo, todos los que estaban ahí voltearon a ver qué sucedía.

— ¿Creíste que si te ponías una mascarilla no te reconoceríamos? — El chico de mechas turquesa jalo la mascarilla que cubría la mitad del rostro del menor y luego la soltó haciendo que Haruchiyo soltará un chillido mientras tocaba su rostro.

— ¿Como pensaste algo tan estúpido? — Ran jalo el pelo de Haruchiyo haciendo que lo mirara, esos grandes ojos color violeta lo hacían temblar.

— Ran, sueltame... —

— Bienvenido, Sanzu. — Ran lo soltó y enseguida volvió a empujarlo, le arrebató sus cosas y las aventó por el pasillo.

— Ten un buen día, Haru. Nos vemos más tarde. — Los dos alfas se fueron con esas estúpidas sonrisas en sus rostros y aquellas risas estruendosas.

Haruchiyo levantaba sus cosas mientras todos los demás lo veían y se murmuraban entre ellos, fue todo un espectáculo, Haruchiyo se sentía incómodo con todas esas miradas.

Su primer día estaba siendo una mierda, los tontanis estaban en la misma escuela... ¿Eso era lo peor? No, cuando iba a entrar a su aula vió a Rindou sentado en una de las mesas de hasta enfrente, tenía sus pies sobre la mesa y mordía su lápiz. Antes de que pudiera dar un paso más el profesor lo regaño frente a todos por llegar tarde.

— Joven, todavía de que llega tarde ¿Piensa que lo dejaré entrar? Se queda fuera del aula hasta que termine mi clase, odio a las personas que no son puntuales. — Desde su lugar pudo ver cómo Rindou cubría su boca para evitar reír de manera escandalosa.

Cuando la clase termino Haruchiyo entro rápidamente al aula. En cuanto vió que no había ningún otro lugar disponible, solo a un lado de Rindou soltó un suspiro. Que día tan mierda, a paso lento se acercó hasta llegar a la banca para poder tomar su lugar. Pero unas chicas terminaron empujándolo para poder platicar con Rindou, pues era un alfa muy guapo la verdad, todas las chicas se le acercaba para hacer preguntas tontas o solo para hacer más bolita.

Cuando el profesor entro todos tuvieron que regresar a sus lugares y Haruchiyo solo se sentó ahí tratando de ignorar al Haitani que estaba a su lado, pero era imposible. Rindou no dejaba de jalar su cabello o arrancar sus apuntes, era tan molesto... Solo quería que las clases terminaran ya.

Amor por capricho [HaitanixSanzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora