Ran y Rindou caminaron en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos, como si la distancia física entre ellos no fuera suficiente para separar la inquietud que compartían. La tensión que había estado aumentando en sus corazones durante todo el encuentro con Sanzu ahora se transformaba en una confusión peligrosa, una mezcla de rabia, inseguridad y un deseo que ninguno de los dos quería admitir.
Ran caminaba con paso firme, como siempre, pero algo en su andar estaba alterado. La imagen de Sanzu, la forma en que había resistido a sus amenazas, a sus burlas, no dejaba de rondar en su cabeza. Había algo en su mirada que lo desbordaba, algo en esa rabia contenida que tocaba un lugar en su interior al que no había accedido en mucho tiempo. Pero también, algo en esa resistencia le hacía pensar que podía no ser solo odio lo que sentía por el Omega. No podía ser, ¿verdad? Era una sensación inconfundible, una urgencia que lo nublaba.
"¿Por qué siento esto?", pensó, la frustración se reflejaba en sus ojos, pero no estaba dispuesto a aceptarlo. Había jugado con Sanzu tantas veces, había disfrutado viéndolo temblar bajo su mirada, pero ahora... algo en él se sentía inquieto. "No puede ser..." Pensó, apretando los puños sin darse cuenta. "No puedo... no quiero..."
Rindou, al verlo, percibió algo extraño en su hermano. En su tono, en la forma en que caminaba. Siempre tan seguro, siempre tan calculador, pero ahora… algo había cambiado.
— Ran, ¿estás bien? — preguntó Rindou con voz baja, observando cada movimiento de su hermano. Sabía que algo no estaba bien, no solo por el encuentro con Sanzu, sino porque lo conocía lo suficiente como para saber que Ran no era el mismo.
Ran se detuvo un instante antes de responder. Su rostro, normalmente tan impasible, mostraba ahora una pequeña grieta.
— No sé... — respondió finalmente, con voz cansada. — Algo... algo no está bien, Rindou. —
El silencio entre ellos se hizo pesado, mientras ambos se enfrentaban a una realidad incómoda. Sanzu había tocado algo en Ran, algo profundo, algo que desbordaba el control que siempre había ejercido sobre su vida. No era solo rabia lo que sentía hacia él, y eso era lo que lo desconcertaba. La incomodidad crecía, como si un nudo se hubiera atado en su pecho y no pudiera deshacerlo.
Rindou frunció el ceño. No era la primera vez que sentía algo extraño con respecto a Sanzu. Había algo en la forma en que se defendía, en cómo se negaba a ceder, que desafiaba las reglas de su mundo. Pero no podía ser solo eso, no podía ser solo porque Sanzu era diferente, ¿verdad?
— Quizás solo fue su estúpida idea del gas... — dijo Rindou, sin mucha convicción. Aunque en el fondo sabía que lo que sentían era más complicado que una simple reacción instintiva. — O tal vez solo nos irritó que no se dejara... ¿Por qué no se deja? Siempre lo hemos tenido bajo control... ¿Por qué ahora resiste? —
Ran miró a su hermano con intensidad.
— No lo sé. Pero no me gusta cómo me hace sentir. — Sus palabras salieron más duras de lo que pensaba. — No me gusta... no me gusta que esté descontrolando algo en mí. —
Rindou asintió, reconociendo la verdad detrás de las palabras de su hermano. Él también sentía esa misma presión. Ese maldito Omega… siempre lo había considerado débil, fácil de manipular. Pero ahora, después de la confrontación, sentía una extraña sensación de impotencia. Algo que nunca había experimentado con nadie. El resentimiento y la rabia se mezclaban con una ansiedad que ninguno de los dos sabía cómo manejar.
— ¿Lo veremos de nuevo? — preguntó Rindou, aunque sabía que la respuesta era obvia.
Ran cerró los ojos un momento, procesando sus pensamientos.
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Amor por capricho [HaitanixSanzu]
FanfictionVivir en un mundo donde tu futuro se define por un sub-genero un sistema de clases sociales o "segundo género" divididos entre alfas, betas y omegas. De este modo no solo existe la diferenciación biológica entre hombres y mujeres, lo que permite el...