⁂𝙼𝚊𝚕𝚊 𝚂𝚞𝚎𝚛𝚝𝚎, 𝚎𝚜𝚘 𝚎𝚜 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚍𝚘𝚢. 𝙷𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛 𝚡 𝚃𝚞.⁂

🌱03🌱

Narradora omnisciente

El despertador de la pelinegra sonó, la chica se frotó la cara y se estiró un poco para apagar el molesto ruido que hacía.

- Puedo quedarme un poco más de tiempo - estiró ambos brazos y puso su mano en su cara.

- No, ya me conozco, sé cómo soy, me voy a quedar dormida y si me quedo dormida llegaré tarde - se sentó aún con las cobijas encima y aún seguía con un poco de sueño.

- Vamos Jinx debes de levantarte - se seguía regañando la chica y por fin decidió levantarse de la cama, de mala gana pero se levantó.

La chica tomo su desayuno y se dispuso a ir a la escuela. En el camino venía pensando en el rubio que había encontrado el día anterior, y obviamente, a algunas personas estaban por un momento de "mala suerte" y veían a la chica como si tuviese la culpa.

- Idiotas - soltó en voz baja y siguió caminando hasta su destino, en la entrada se encontró a la niña humana con la que había hablado.

- Hola Jinx - saludo la castaña haciendo que la mencionada se sobresaltara.

- Hola Luz - saludo con un sonrisa y haciendo un gesto con la mano.

- Ayer no te ví en el almuerzo - le dijo un tanto triste.

- Oh, eso es porque aveces me gusta comer sola - respondió desanimada alzando ambos hombros.

- Eres dos cursos más grande que yo, ¿Cierto? - le pregunto curiosa.

- Si, así es - respondió y sonrió un poco para evitar sonar fría y seca.

- Bueno, conozco a dos personas que probablemente te pueden agradar - la castaña sonrió de una forma como si se tratara de un gato.

- Descuida Luz, así estoy bien - dijo la pelinegra, ella realmente quería socializar pero tenía el miedo de no agradarle a alguien o decir algo que no le llegue a gustar a los demás.

- Tranquila ellos son agradables, te veo en la hora del almuerzo ¿Ok? - ofreció a lo cual a la chica no le quedó más remedio que aceptar. Sonó la campana y ambas fueros a sus salones.

- Se supone que Jinx ya debió de haber llegado - buscaba Luz por los pasillos del lugar.

Narra Jinx

- Hola Luz - saludé con una leve sonrisa.

- Vamos no hay tiempo para eso te presentaré a unos amigos - me jalo del brazo y me llevo a una mesa en dónde se encontraban dos peli verdes.

- Jinx ellos son Emira y Edric Blight - la chica hizo que me sentará en frente de ellos haciendo que nos viéramos fijamente.

- Hola - saludé un poco nerviosa.

- Oh vamos ¿Por qué tan apagada? - me preguntaron al mismo tiempo.

- Bueno, Jinx no es mucho de hacer amigos - dijo Luz quien se encontraba detrás mío.

- Bueno nosotros podemos encargarnos de eso - dijo el chico haciendo movimientos divertidos haciendo que soltara una pequeña risa.

- Sabía que se llevarían bien, ahora los dejo solos - dijo la castaña para luego irse del lugar dejándome con los gemelos.

Y así pase el resto del almuerzo platicando con los chicos y pasando un buen rato hasta que fue hora de volver a clase y luego mi día escolar acabo.

- Oye Jinx, ¿Tienes planes para hoy? - pregunto Emira quien se acercaba hacia mí.

- Bueno estoy un poco ocupada tengo que practicar con mi violín pero mañana sin falta hacemos algo - ofrecí amablemente a lo cual asintió y me fui a la colina dónde suelo practicar.

- Ok comencemos - dije al aire para comenzar a tocar la melodía.

Mientras tocaba no pude evitar sentir que alguien me observaba así que decidí actuar como si nada, pero, de un momento a otro Hunter estaba en frente mío haciendo que me asustara.

- Debería comenzar a preocuparme - dije un poco sospechosa.

- ¿Por qué harías eso? - me miró extrañado.

- No lo sé tal vez porque me acosas - solté eso con un poco de enojo.

- ¿De que estás hablando? - me miró sonrojado por mi comentario.

- Descuida solo bromeo eres el único que sabe que me encuentro aquí - me senté a observar la vista que me daba esa hermosa colina.

- Sabía que te encontraría aquí - lanzo ese comentario haciendo que levantara una ceja.

Y así seguimos conversando de temas variados hasta la puesta del sol. Todo era paz y tranquilidad no tenía mucho que lo conocía pero me sentía con bastante comodidad cuando estaba con él.

- Llegó la hora de despedirnos - se levantó del suelo y limpio sus ropas del polvo de la colina y yo imite su acción.

- Espera, podemos intercambiar pergaminos - ofrecí a lo que el acepto, nos despedimos y nos retiramos del lugar.

Cuando llegue a mi casa recibí un mensaje de uno de los mellizos, era Emira preguntando si nos podíamos ver en la hora del almuerzo a lo que accedí, luego de eso comí un poco y me prepare para dormir.

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Aquí un nuevo cap, el día de hoy no hay mucho que decir así q me despido.

Byeeeeeeeeeeee.