02

8.4K 679 3
                                    

Eros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eros


El vestido era increíble, se veía como una diosa. Acentuaba su cintura en color rosa que la hacía resaltar. Se estaba haciendo pruebas de maquillaje, no puedo creer que alguien sea tan hermosa. Luego de diez minutos de adoración silenciosa decido hablar.

 "Emmett va a tener que encargarse de verse más intimidante que nunca" Bromeo parándome atrás suyo mirándola por el espejo.

 "Siempre debe verse intimidante" Los dos soltamos una risa por eso "¿Estarás bien con tantos humanos?" 

 "Por supuesto, las fiestas son lo mío" Sonrió coquetamente retirándome de la habitación. 

 Debía alimentarme y mientras este en Froks debía comer animales. No adoraba el sabor de su sangre, pero lo toleraba lo suficiente como para ingerirla. Caminaba tranquilamente por el bosque, viendo todo buscando una presa. Veo un siervo a lo lejos comenzando a perseguirlo. 

La casería nos lleva al límite del territorio, sin darme cuenta de esto. Comienzo a sentir el olor a lobo junto con el ruido que este hace. Lo sentía a unos kilómetros de aquí, pero logré sentir su olor a sangre y su aullido de dolor. Logre escuchar el gruñido de un oso acompañándolo.

 Sabía que rompería el tratado y que tal vez generaría problemas, pero no podía evitarlo. Era nuestro enemigo natural, pero también era un humano. Corro en dirección a donde escuche el alboroto. 

Al llegar veo un gran lobo negro con una herida de garras en su costado, estaba tirado en el suelo y casi no se movía. Un oso pardo estaba a punto de matarlo, salto tumbándolo y con un movimiento logro quebrar su cuello. Aprovecho y bebo su sangre por la del siervo. 

 Me acerco al lobo que aún se encontraba en el suelo tirado, reviso si tiene más herida, pero solo tiene esa. Pienso un poco, pero si ya había roto el tratado que me haría un poco más. Tomo al lobo entre mis brazos y corro en dirección a donde estaba el pueblo de la reserva.

 La casa más cercana es una con una rampa en la entrada, corro con rapidez en busca de ayuda. Llego a la puerta y pateo para llamar la atención, de allí sale un hombre en sillas de ruedas. Abre grande los ojos al ver al lobo, pero se pone serio en cuanto me ve.   

"Un oso estuvo a punto de matarlo" Explico la situación por el tratado "Sé que rompí el tratado, pero no lo podía dejar morir" 

 El hombre me hace llevarlo a un garage en la parte de atrás. Lo revisa con la mirada mientras llama a alguien explicándole la situación. No sabía si ya debía irme o esperar a que me eche. 

 "Gracias por salvarlo" Habla el hombre de forma autoritaria "No tomaré en cuenta que rompiste el tratado. Te pediré que te retires"

 Agradezco con un asentimiento antes de retirarme. Estaba aliviado de que mi decisión impulsiva no afecte a los Cullen. Decido no contarles nada para no preocuparlos y que decidan abandonar Forks. 

Al llegar a la casa había un pequeño alboroto. Mi traje estaría listo hoy por lo que Alice estaba viendo qué auto tomaría esta vez. Emmett la amenazaba mientras Edward se negaba a prestarle su auto. Negando Esme interrumpió la pelea. 

"Toma mi auto, no lo usaré" Habla mirando a Alice que le agradece sacándole la lengua a los otros dos. 

En cuanto la tienda de trajes estuvo abierta, la vampira me arrastro al auto para manejar a toda velocidad. Si fuera humano temería por mi vida, pero como no lo soy lo disfruto. La música sonaba a gran volumen, a pesar de nuestros oídos desarrollados disfrutábamos esto. 

 Una vez llegamos a la tienda en un tiempo récord de media hora, siendo que le viaje era de una hora y cuarto, buscamos mi traje. La chica rubia de la recepción era muy atractiva, le guiñé el ojo descaradamente haciéndola sonrojar. Tal vez podría divertirme esta noche.

 "Buscamos el traje de Eros Cullen" Habla la chica a mi lado interrumpiendo mi coqueteo. 

 "Tomen asiento, ya se los traeré" Me dio una última mirada antes de ir por el traje. 

 Una vez sentados veo al señor de antes con otro cliente. Al parecer no lo tocaba tanto como conmigo, debería beber hasta su última gota de sangre. Siempre intentaba no responder agresivamente a los constantes abusos, pero había veces en que no me controlaba. Más de una vez Carlisle tuvo que cubrir un asesinato por mi culpa. 

 Esta era la razón principal por la que no vivía con ellos, era el hijo que iba a un internado en el extranjero. Mi problema no era estar rodeado de humanos, lo era tener que controlar mis emociones. Solía explotar de forma agresiva cuando todo me sobrepasaba. Los dejes de la guerra aun me acompañaban. 

Cuando la rubia volvió tenía una gran bolsa consigo, se la entrego a Alice, quien me obligo a probármelo. Una vez en el probador me coloqué cada pieza con cuidado, era mucho más cómodo que los demás que me había probado. La tela era como de terciopelo azul con ligeros bordados negros en las mangas. 

 Me quedaba perfecto, me hacía ver más atractivo. El color azul oscuro acentuaba mis rasgos a pesar de hacerme más pálido. Resaltaba el color de mi pelo azulado, ahora entendía porque Alice insistió tanto. 

 "Me veo muy atractivo, temo que cambies a mi hermano" Hablo aún sin salir haciendo que la vampira suelte una risita. 

 "Quiero verte" Abre la puerta sin tocar entrando al cambiador "Te vez increíble, voy a tener que verme imponente"

 Soltamos una gran carcajada por la referencia a mi burla a Emmett. Al salir de la tienda la rubia nos esperaba para despedirnos, antes de salir me entrego un pequeño papel doblado. Cuando lo desdoble una vez en el auto era su número de celular. Retirar mi traje fue un completo éxito. 





|||

 Si les gusto no se olviden de votar y comentar ♥

La lujuria del lobo ||J. Black||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora