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Eros

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Eros

Como era de esperar en la fiesta de cumpleaños salió todo mal. Jasper ataco a Bella y toda la familia decidió irse de Forks en un tiempo indefinido. Esto hizo que mi huida del pueblo pase desapercibida.

 Decidí ir a Canadá, me gustaba el país y había lugares en donde no había mucho sol. Quise ir con mi hermano, pero quería un tiempo solo, incluso de Alice. Supongo que la culpa lo estaba matando. 

 No dure ni un día en beber sangre humana, la extrañaba demasiado. Las mujeres de aquí eran hermosas, podría distraerme de mi cachorro un poco. Extrañaba el alcohol como nunca en estos momentos, lamentaba ser un vampiro. 

 Por lo que Rosalie me dijo, Edward se había alejado de la familia. Estaba en un estado depresivo por romperle el corazón de Bella. Lo entendía, yo estaba igual.

 Intentaba distraerme lo más que podía, pero cuando el sol salía y debía esconderme en mi habitación todo comenzaba. Sentía el olor de mi lobo por todos lados y lo buscaba desesperadamente, nunca lo encontraba. 

 Era como entrar en trance, sentía que perdía la cordura. Sí me quedaba en silencio oía su risa o sus latidos. Me gustaría poder llorar en este momento para aliviar mi corazón, pero no podía hacerlo. Solo debía sufrir en silencio.

 Más de una vez pensé que lo merecía, sentir esto era mi castigo. Luego de décadas de hacer sufrir a las personas, de tener las manos llenas de sangre. Al fin sufría, sentía dolor. 

 Hecho un desastre en la cama, rodeado de mi miseria, pensé en mi vida. ¿Valía la pena seguir viviendo tantos años?. Aunque Jacob sea mi compañero, lo veré morir a la larga. Seguiré viviendo luego de eso, no era algo que quería. 

 Las olas de la soledad recorrían todo mi sistema, ¿Así se sentía que te rompan el corazón? Cada pequeño movimiento parecía que quebraba sus huesos. Ni el hambre se sentía tan doloroso. Mis costillas parecían quebrarse con el recuerdo de mi chico. ¿Valía la pena estar vivo? 


 OCTUBRE 


 NOVIEMBRE 


 DICIEMBRE


 No lo sabía, pero Jasper me necesitaba. Me llamo en medio de la tarde, pidiendo que este a su lado. No lo dude, tome mis cosas y fui con él. Se encontraba en Alaska, en el medio del bosque, en una cabaña. 

 El lugar se encontraba vacío en cuanto llegue. Deje mis cosas y comencé a rastrearlo por el bosque. Se encontraba de espalda viendo una familia de osos.

 Me acerqué sigiloso, intentado que los animales no me vean. Pase mis brazos por su cintura y apoye mi cabeza en su hombro apreciando la naturaleza. El sonrió mirándome de reojo, sin decir nada. 

Sentía que volvía en mí al estar así con Jasper. Siempre fue mi ancla a tierra. Él acaricio mi cabello, para darse vuelta y abrazarme. Los dos nos extrañamos en este tiempo, además el sabía como me sentía.

 El cachorro sí que logro unirse a mí intensamente. Su ausencia me destruyo por completo, lo cual no era sano y preocupaba. 

 "Edward intentará suicidarse con los Vulturis" Hablo el rubio al separarnos "Cree que Bella está muerta" 

 "Mierda" Fue lo único que dije.

 Nos dirigimos a la cabaña a preparar todo para volver a Forks. El sentimiento de náuseas se asentó en mí cuanto pensé en el lobo. Seguramente ya se había transformado por estar tanto tiempo conmigo. 

 Jasper me calmaba en cuanto sentía que estaba en mí límite. Estaba agradecido con él, pero me sentía una carga. No podía estar bien por mi mismo, no pareciera que tengo más de cien años. Me sentía como un niño que debía caminar de la mano de su madre para no perderse.

 Viajamos en auto por lo que tardamos un día en volver al pueblo. Al llegar ya todos estaban en la casa. Bella seguía viva de la mano con el vampiro. Los miré un momento antes de sentarme junto a Esme que no dudo en abrazarme. 

La humana anunció que debía transformarse en un vampiro, o si no todos moriríamos. Igualmente ella nos pidió consentimiento. Era tan considerada. 

 "Yo soy pro decision siempre. Pero no nos dejaste muchas opciones, ¿No crees?" Digo sin medirme haciendo que Edward me gruña. 

 Ignoro esto y me retiro al bosque, al límite del territorio de los lobos. No quería ser tan grosero con Bella, pero no lo pude evitar. Últimamente era un ser despreciable con todos. Supongo que era por mi constante estado de depresión.

 Vi el pequeño arroyo que separaba los territorios a mis pies. Levante la mirada para ver a un joven sin remera, tatuado y de pelo corto. Si no hubiera visto bien su rostro no lo reconocería. 

 Jacob estaba frente a mí.  



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La lujuria del lobo ||J. Black||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora