"No estas imprimado de mi Jacob, solo sientes lujuria"
Creía que Bella sería su imprimación, pero un vampiro con el don de la lujuria lo cambiará todo.
[Jacob Black x Oc Male]
Historia basada en la saga de películas Twilight
Inicio: 18/08/2022
Fi...
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Eros
Claramente, al ser Bella uno de los motivos para esta fiesta, ahora tenemos un gran problema. Un ejército de neófitos se dirigían a Forks en busca de la humana. No sabíamos cuál era su motivo, pero llegarían en cuatro días.
Los vampiros como los lobos decidieron que entrenaríamos juntos por el bien del pueblo. Bella se negó a que los lobos ayudaran para cuidarla y se le tuvo que explicar que todos estaban en peligro, no solo ella.
Nos organizamos para llegar a un claro en el bosque para entrenar. Como era parte de la manada según los chicos, debía quedarme con ellos y no con los Cullen. No me negué a su pedido y cuando regresamos a la reserva algunos se dirigieron a mi casa a dormir.
Leah era una loba a la cual conocí un poco después que los demás, al parecer tuvo problemas familiares. Ella era la ex pareja de Sam y no le agradaba la idea de que un vampiro se quede en la reserva.
Nuestra relación fue nula en un principio hasta que su hermanito, Seth, comenzó a quedarse en mi casa y nos volvimos amigos. Aunque yo lo consideraba mi cachorro a quien debía cuidar. Ella se acercó a mi casa junto con él un par de veces y nos terminamos llevando bien.
Ella siempre aparecía por mi casa, a retar a su hermano o a huir de la pareja de Sam. Me puso triste su historia, era algo duro que tu pareja te deje por otra chica por sus instintos. Intente volverme más cercano a ella, pero no me dejaba acercarme mucho.
Aun así no me rendía, ella se volvería mi amiga en esta manada. Leah decidió quedarse en mi casa junto a Seth, Embry y Quil. Jacob me dijo que iría a hablar con su padre y tal vez más de noche venía a dormir.
Mi casa constaba de dos habitaciones, un par de colchones guardados y un par de sofás cama. No esperaba que sea cierto lo que está sería la casa de la manada. Pero casi todos los días aunque sea uno venía a dormir luego de hacer rondas.
"Leah, puedes usar la cama de mí recámara" Le digo señalando mi habirtación viéndola luchar con el sofá.
"No, aquí estoy bien, gracias" Me da una sonrisa forzada y sigue luchando. La miro durante unos minutos hasta que me canso y decido ayudarla.
Uno de los tornillos se había atorado, por lo que no se podía cambiar el sofá. La mejor solución es utilizar la fuerza, empujo la cama haciendo que se arme.
La loba me mira con una ceja arqueada por mi falta de paciencia. Nos miramos durante unos segundos y comenzamos a reír. Cada día me agradaba más la loba. Los deje para que se acomoden para dormir.
La mayorías de las noche me quedaba como estatua fingiendo dormir, pero hoy decidí ser productivo. Me puse a cocinar comida para que mañana los lobos puedan entrenar bien. Me decidí por emparedados, fruta, jugos, cosas que necesitarían en el entrenamiento.
Preparaba la conservadora cuando la puerta fue abierta por el chico Black. Jacob se veía frustrado, seguro por la charla con su padre. Entro caminando directo a mí, me abrazo por detrás mientras preparaba todo.
"¿Para qué es?" Pregunta apoyando su cabeza en mi hombro. Sonrió con alegría por esta muestra de cariño.
"Para el entrenamiento de mañana" Empiezo a envolver los emparedados en papel servilleta cuando el comienza a hacer masajes en mi abdomen.
"¿Por qué eres tan amable con los lobos?" Me pregunta volteándome par que lo vea.
"Ustedes me aceptaron en su manada y me agradan, ¿por qué no sería amable?" Acaricio su cansado rostro con mi mano derecha.
El deja ir todo su peso contra mi cuerpo, no me molestaba en absoluto. Lo abrazo haciéndole caricias para que se relaje. A los minutos se queda dormido en mis brazos. Lo cargo hasta mí recámara y lo dejo dormir en mi cama.
Me recuesto a su lado disfrutando de sus latidos, me gustaba mucho ese sonido. No me quedo mucho y vuelvo a la cocina a terminar la comida. Los lobos comen mucho, por lo que debía hacer muchos emparedados y jugos.
Estuve una hora terminando todo para mañana. No podía creer que un ejército completo venga por solo una simple humana. Parecía la protagonista de un libro de tragedias.
