"No estas imprimado de mi Jacob, solo sientes lujuria"
Creía que Bella sería su imprimación, pero un vampiro con el don de la lujuria lo cambiará todo.
[Jacob Black x Oc Male]
Historia basada en la saga de películas Twilight
Inicio: 18/08/2022
Fi...
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Eros
Emmet me informo que mi auto había sido reparado, era tiempo de volver. No hay como un buen sexo reparador con un poco de sangre en el medio. Bendito seas Noruega y tus hermosos hombre y mujeres.
El hecho de que Forks sea frío y húmedo, no quitaba el hecho de que sea muy distinto al país europeo. En cuanto lo volví a pisar, la cara aburrida de las personas volvieron en mí. No entendía tal incredulidad por mi persona.
Fui directo al taller a ver como estaba mi cachorro. Al parecer el dueño no estaba, ya que no sentía su olor. El chico estaba reparando una motocicleta cuando lo vi. Igual de caliente como siempre.
"Buen día, quisiera saber como está mi auto" Digo haciendo acto de presencia.
El joven voltea sorprendido por mi voz, para mi sorpresa viene a abrazarme. Me envuelve en un cálido abrazo que me hace querer suspirar. Había extrañado tanto a mi cachorrito.
"Volviste" Me dice sonriendo para verme de arriba abajo "Te ves distinto"
Claro, había olvidado que ya no estaba en el extranjero. Llevaba una chaqueta roja junto a una camisa negra casi abierta, muchas cadenas y anillos. Incluso llevaba un poco de delineador. En Forks siempre quise tener un perfil bajo, creo que acabo de perder mi esfuerzo.
"Si, me veo increíble" Le guiño intentando desviar su atención.
"Si, lo haces" Sonríe mostrando sus dientes viéndome a los ojos.
"¿Qué hizo mi cachorro mientras no estuve?" Me siento en una rueda cuando él vuelve a la moto.
Hace un gesto extraño por el apodo, pero comienza a decirme todo lo que paso mientras no estuve. Me dijo que lo preocupo que no volviera en el tiempo predicho, pero que esperaba mi regreso. Jacob realmente era dulce.
Me contó que se sintió un poco solo este último tiempo porque uno de sus amigos cambio. Se distanció de él, se volvió mas fuerte e incluso se cortó él pelo y se tatuó. Tenía mis sospechas de que se hubiera transformado, pero no dije nada y escuche.
Estuvimos toda la tarde conversando de nuestras aventuras. Le conté las mías evitando el sexo y la sangre, pero si sobre las fiestas y lo divertido que todos eran allí. Parecía emocionado por esto, tal vez lo lleve allí de vacaciones.
Le propuse mañana salir a pasear, para que no se sienta tan solo por sus amigos. Decidimos que sería en Port Angeles, ya que yo no podía ir a la reserva. Le promete ir en el Maserati, cosa que lo emociono al igual que a mí.
Con esta promesa me retiré del taller emocionado de mi cita de mañana. Él no lo sabía, pero para mí esto era una cita. Debería controlarme para no asustarlo.
Fui hasta la mansión Cullen en el bosque para volver a instalarme. Los demás no se encontraban a demás de Esme, Carlisle y Edward, la mayoría salió de vacaciones. La casa se encontraba en un cómodo silencio, no había un alma alli.
Me puse cómodo en mi cuarto, me bañe y coloque una película que ya había visto decenas de veces. Recostado sobre el sofá cama, pasé el resto del día esperando que sea hora de ver a Jacob.
A la madrugada tuve un golpe de hiperactividad, lo aproveché para ver que me pondría. La ropa estaba por todo el piso del vestidor. No me decidía por cuál ponerme, un pantalón negro un poco ajustado en el trasero o un pantalón cargo verde suelto.
Me decidí por el cargo con una remera suelta, me veía jodidamente bien. No sabía si maquillarme, pero al lobo pareció gustarle así que lo haría. Algo sutil, obviamente, tampoco quería asustarlo.
Con todo listo me quedé sentado mirando al bosque hasta que se hizo la hora paran ir por el chico. Nos encontraríamos en el pueblo para que la reserva no se entere. Amaba el poder quedarme como estatua para dejar que el tiempo pase.
El Maserati se veía como nuevo, lo que hacía el dinero. Conduje al límite de velocidad y lo excedí un poco. En minutos estaba frente a donde nos debíamos encontrar con el chico. Apareció diez minutos antes de la hora de la cita, le gané por cinco minutos.
Me sorprendió que me saludara con un beso en la mejilla. Parecía cada vez mucho más en confianza conmigo, eso me alegraba. Jacob era un buen chico, nunca se me acerco de más o me vio de forma asquerosa.
Manejamos un poco cada uno, No dudó en aceptar cuando le pregunte si quería conducir. Llegamos en un largo plazo a Port Angeles donde pasamos la tarde comprando ropa y viendo tiendas de todo un poco.
Al final del día le había comprado tres pares de ropa distinta, las necesitaría. Se mostró avergonzado y no quiso aceptarlas. Tuve que repetir que era malditamente rico así que debía aceptar o las tiraria, ya que no era mi estilo.
