Promesa Ininterrumpida ( Terminando)

Capítulo 16 : Nido vacío

Izuku nunca antes había tenido tanta gente cuidando de él.

Había pensado que su madre era la única persona que lo querría, pero se había equivocado. Kimi le había mostrado amabilidad desde la primera vez que se conocieron y nunca cambió, incluso cuando estaban solos. Mayu había prometido que todos se preocupaban por él y no estaba mintiendo. Ella siempre estaba allí si él la necesitaba, tal como había dicho que estaría. Incluso Daichi era amable cuando estaba cerca. Lo habían recibido en su hogar y no lo abandonaron como lo había hecho Kacchan.

Arata era un poco malo, pero nunca lo lastimó a propósito. Si lo hizo, siempre fue muy amable durante el resto del día para compensarlo. Aoi parecía estar molesto todo el tiempo, pero siempre fue amable con él y con Hitoshi. Incluso dijo que le gustaba jugar con ellos. Al principio había sido difícil llevarse bien con Hitoshi, pero después de que se conocieron, Izuku entendió por qué Hitoshi era distante. Estaba muy contento de que los dos se hicieran amigos al final. Estaba muy contento de haberlos conocido a todos.

Sin ellos, los siguientes días pasaron muy lentamente. Daichi pronto tuvo que empezar a volver al trabajo, así que solo él y Kimi estaban en la casa la mayor parte del tiempo. Incluso cuando Daichi podía estar en casa, Kimi no siempre estaba allí porque necesitaba controlar a otros niños durante unas horas. Al menos todos pudieron cenar juntos esas noches.

Por el momento, Izuku estaba en el lugar secreto de Hitoshi haciendo un dibujo. Había dibujado su casa, Kimi, Daichi, Mayu y los gemelos. Ya había dibujado uno ayer para sí mismo, pero Kimi dijo que le gustaba, así que se lo dio.

Estaba dando los últimos toques a Hitoshi y reservándose para el final. Dejó su lápiz de color para poder tomar un sorbo de su jugo de naranja. Estaba acostado boca abajo, pateando las piernas hacia arriba y hacia abajo y golpeando el suelo con los pies. Aunque sabía que se iría pronto, estaba feliz.

Los Ishikawa fueron realmente agradables. Koharu era tan amable como Kimi y Satoshi daba un poco de miedo, pero era divertido y le gustaba hacerlo reír. Hayato estaba muy callado, pero Izuku podía decir que lo estaba cuidando. Hubo momentos en que Hayato lo miraba fijamente durante mucho tiempo e Izuku nunca podía decir lo que estaba buscando. Sin embargo, el adolescente siempre sonreía y se sacudía si preguntaba, por lo que Izuku pensó que solo estaba aturdido. Hitoshi había hecho eso algunas veces y la gente le decía que él también lo hacía. Como Izuku nunca se dio cuenta de cuándo lo hizo, asumió que era lo mismo para Hayato.

Fue muy divertido jugar con Fumiko. Ella siempre tuvo mucha energía y nunca lo obligó a tocar algo que él no quería. Ella siempre tenía una sonrisa en su rostro e igualaba su energía cuando despotricaba sobre sus peculiaridades. Se sentía muy cómodo con esta familia. Se alegró de que lo hubieran encontrado. Kimi también lo había aprobado, lo que significaba que estaban a salvo y que podía confiar en ellos.

Koharu le había dicho varias veces durante la última reunión que estaba lista para que él regresara a casa. Ella dijo que sin él, su familia no se sentía completa. Fumiko ya se refería a él como su hermano pequeño. Izuku estaba tan feliz de que lo quisieran. Había estado empezando a pensar que nadie lo quería y que nunca volvería a tener una familia.

Por supuesto, pensaba en Kimi y en todos como familia, pero sabía que no podía quedarse allí para siempre. Todos tuvieron que irse eventualmente, ya sea como Hitoshi debido a una transferencia, como los gemelos que pudieron volver con sus padres, o como si él fuera adoptado.

Nunca se suponía que duraría para siempre.

Izuku se sentó y miró la imagen. Acababa de terminar de agregarse a sí mismo, pero en lugar del sentimiento cálido y feliz que tenía mientras dibujaba, se sintió triste. Los Ishikawa eran agradables, pero no eran los Tanaka. No eran Hitoshi ni Aoi ni Arata. Izuku sintió algo en su rostro. Extendió una mano para tocarse la mejilla y volvió a mojarse. Fue una lágrima.