C H A P T E R S E V E N
nishinoya-senpai
PARECÍA QUE EL TIEMPO TARDABA EN CORRER, o así era como lo sentía Kaéde cuando le tocaba acompañar como única mánager al dúo de primero en sus prácticas solitarias, por lo menos cuando estaba con Shimizu hablaban de los chismes que corrían por el colegio, pero al estar sola observando a esos dos sólo podía analizarlos.
Siempre volteaba de mirar a Hinata o Kageyama entrenar a bajar la vista a un libro que había tomado de Takeda-sensei para no quedarse atrás del ojicafé, ambos sabían lo mismo de ese deporte solamente que Hinata sí lo practicaba diferencia a Kaéde.
Kageyama hizo un saque, pensándolo bien a hora Oshima veía las similitudes entre los saques de Oikawa y los suyos, mismo movimiento de brazos y casi misma longitud de pasos hacia atrás para tomar vuelo y pegar al balón, el ojiazul sí que había aprendido de él. Y hablando del Gran Rey, un mensaje de texto apareció en la pantalla del pequeño móvil de la chica justo el papel que le entrego el otro día era su número, no hay que ser listos para saber que le mando un mensaje curiosa a la mañana siguiente y para los dos día que hablaron Kaéde podría definir al armador del Seijo egocéntrico algo considerablemente notable a leguas.
¡Oha-yoo! Oshima-san, ¿cómo te encuentras?
Aunque debía admitirlo hablar con él siempre la ponía nerviosa, fuese el mensaje que fuera no sabía el qué, pero le daba una sensación de "no bajar la guardia". Dejo el móvil a un lado a escuchar una estrepitosa recepción.
― ¡Boke Hinata boke! ¡Esa no fue una recepción, fue un Home run! ―Regaño el pelinegro.
― ¡Yo la traigo! ―
― ¡Oe Shoyo-kun debías practicar tus elevaciones! ― Salió de su burbuja al darse cuenta que Hinata dejo de entrenar por sí solo.
― ¡Gomeeeen! ― Se disculpó desde las escaleras.
El ojiazul volvió a intentar su saque intentando hacerlo con éxito aprovechando la lejanía del pelirrojo. Miro su objetivo una botella ubicada a la otra línea de la cancha antes saltar, iba directo hacía ella sin fallo alguno hasta que alguien se atravesó recibiéndola sin ningún problema y la elevó. ¿Quién podría recibir un saque de Kageyama así? Creo que... no lo he visto nunca en el club.
El trío de primero se encontraba totalmente sorprendido por el desconocido, ni el armador como la mánager se movieron de sus sitios simplemente se le quedaron viendo al de mechón rubio a excepción de Shoyo.
― ¿Acaso este tipo...? ― Comparo sus alturas cuando estuvo cerca de él, ― ¡e-es más bajo que yo!
― ¿Humm? ¡¿Qué acabas de decir maldito?! ― Se molestó causando el leve alejamiento del ya no más bajo tras el grito hostil.
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BALÓN ━haikyuu!
Fanfiction𝐁𝐀𝐋𝐎𝐍. ❝Son tan lindos, que me quiero morir.❞ Algunas personas le tienen miedo a cosas insignificantes como al tamaño, al silencio, a los peces y luego están las personas que le tienen una pizca de miedo a los balones, digo, ¿a quién no le darí...