«The Mirror» KookTae | El Espejo ©

Capítulo IV.

Capítulo IV. Encerrado en un espejo.

El ritual dio inicio con Heleen exclamando sinfín de palabras en algún idioma que solo ella podía entender, solo su deseo era el que expresaba a los cuatro vientos. Los minutos pasaban y no miraba que pasara nada en realidad, ya pasaban más de las doce de la noche y se encontraba cansada suplicando a su señor oscuro una última fuerza para realizar su cometido. Sangre comenzó a escurrir a través de su nariz en señal de todo el empeño que estaba poniendo para conseguir encerrar al menor ahí.

Un último esfuerzo con gritos de súplica a través de ese idioma desconocido logró que poco a poco el espejo abriera una especie de portal desde su interior, suspiró cansada y con sus últimos esfuerzos al verlo completamente abierto empujó al joven dentro de este. Aún sin fuerza soltó una risa malévola terminándolo de cerrar. Sus palabras cesaron al verse completamente a ella misma a través del espejo, rio para finalmente caer desmayada en el frío suelo.

A la mañana siguiente el joven despertó en una habitación desconocida, se incorporó asustado pues no recordaba haber ido a ese lugar. Miró a todos lados aproximándose la ventana que tenía detrás, a pesar de hacer fuerza no podía abrirla, solo miraba como el día parecía transcurrir con normalidad allá afuera. Asustado abrió la primera puerta que encontró topándose con un gigantesco armario, no había nada más que ropa, la segunda puerta era un baño común y corriente, finalmente divisó una puerta más al lado de la pequeña cama, corrió con intención de llegar lo más pronto, pero chocó con algo invisible para sus ojos logrando que cayera fuertemente al suelo.

Un jadeo de dolor resonó en esa pequeña casa en la que se encontraba, se levantó sobando una vez más su cabeza para así llevar sus manos al frente, ahí no había absolutamente nada, dio unos pasos más hasta toparse con una fría pared invisible a sus ojos. Asustando continúo tocando reconociendo la misma sensación de estar tocando la plana vista de un espejo.

—¿Qué sucede? —su temor aumentó al ver como esa fina pared se hacía tenue con el pasar de los segundos revelando una habitación diferente al otro extremo. Su rostro se volvió pálido al ver a su tía parada justo al frente de él, pero sin estar realmente con él.

—Por fin despiertas, no sabía si realmente te había encerrado en el espejo o te había mandado a otra dimensión —su risa malévola hizo que los vellos del menor se pusieran de punta.

Su cabeza se nubló al escuchar tales palabras ¿Encerrado en un espejo? Ella volvió a reír al ver cómo el joven frunció sus cejas en preocupación. Su corazón latió con rapidez al saber que estaba tratando con una verdadera bruja, la causante de muchos males del pueblo sino todos lo que suceden en el lugar.

El chico miraba como la mujer con cara de anciana metía sus cosas en un saco negro —He logrado encerrarte en este precioso espejo —rio roncamente— no podrás salir jamás de aquí, pasarás el resto de tu vida ahí dentro—dijo sin ningún remordimiento.

Lágrimas de preocupación cayeron de los lindos ojitos color avellana del menor —Estás bromeando ¿No? —esta negó sonriendo— ¿Y mis padres? —su temor de estar encerrado en un espejo pasó a segundo plano al recordar a sus padres.

—Ellos con el tiempo te olvidarán —dijo dando un par de pasos para terminar de recoger las velas que habían rodado debajo de la mesa— hice las cosas más divertidas Taehyung —miró que las lágrimas seguían sin parar por el miedo de estar solo en ese lugar.

No era para nada tenebroso, no. Todo lo contrario, parecía una casa normal con diferencia de no poder salir del lugar. El temor era permanecer solo toda la vida tal como la bruja le había mencionado segundos atrás.

—Hay una mínima posibilidad de que puedas salir de ahí —continuó esta vez más seria— el amor. Una persona que te demuestre —hizo una leve pausa— más bien que le demuestre al espejo que ha llegado a amarte a pesar de no poder tocarte ni tenerte cerca, ahí es cuando serás libre —confesó sin una leve sonrisa en su rostro.