«The Mirror» KookTae | El Espejo ©

Capítulo VI.

Capítulo VI. ¿Fantasmas?

Fueron dos días en los cuales Jeon Jungkook se dedicó día y parte de la noche a hacer limpieza profunda por dentro y fuera de la casa, todo transcurría con normalidad, aunque se había topado una o tres veces con grandes insectos que primero corría por todo el lugar para después armarse de valor y ahuyentarlos él o sino darles muerte, no quería plagas de ninguno de ellos. Por fuera era lo más común del mundo; despejar la maleza que ya se encontraba llegando a la cabaña y eliminar cada rastro de basura o piedras que no necesitase cerca. Dentro, al lugar realmente le hacía falta una manita de tigre por el gran polvo que cubría cada uno de los muebles,

aunque su mayoría estaban tapados por mantas, basura de objetos caídos o esas

hojas de árboles que entraban por un par de ventanas abiertas.

—Ven Tannie —habló al cachorro para darle su merienda de mitad del día. El joven suspiró sentándose en uno de los pequeños sofás de la sala mientras apreciaba la belleza que estaba tomando el lugar— tan bonito —sonrió feliz por ver todo el esfuerzo que había puesto.

El lugar parecía ser uno nuevo, las paredes relucían como si jamás hubiesen tenido aquellas horribles manchas de tierra en ellas, los pisos de igual manera su madera parecía justo colocada y al ver como los muebles a pesar de ser algo antiguos el lugar no se veía de esa manera. El menor estaba complacido con su compra porque de algo estaba seguro y eso era que por fin podría estar sin nadie que le detenga a hacer lo que le gusta. Suspiró por tercera vez en ese rato a la vez que giraba hacia el reloj de pared percatándose que justo marcaría las seis de la tarde —Aún queda bastante tiempo —dijo a sí mismo para levantarse e ir por bolsas y adentrarse a ese lugar que le estaba huyendo durante ese par de días; el sótano.

No es que le tuviera miedo ¿O sí? Lo que pasaba era que en todas aquellas películas de terror las cosas malas pasaban en esos oscuros y terroríficos sótanos y más de casas antiguas como lo es su nueva cabaña. Sin contar que siempre poseían suciedad y esa tenebrosa oscuridad que al entrar el único foco se funde como siempre suele pasar en lo ya mencionado. Estaba parado justo al frente de aquella café puerta de madera pensando si dejarlo un día más o aventurarse a su destino y hacer una nueva película de terror tal como era de esperarse.

Mordió su labio animándose a abrir finalmente.

Miró a su pequeño que bajaba felizmente las escaleras y un suspiro de tranquilidad resopló en el lugar al mirar cómo era todo lo contrario a las ideas que se había creado en su cabeza y las innumerables situaciones no podrían pasar en tan cálido lugar. La luz del día aún entraba por esa mediana ventana en el techo haciéndole saber que no había nada tenebroso más que esas pequeñas telarañas y polvo por los muebles y cosas que debía desechar.

—Mira esto bebé, las películas nos engañaron esta vez. Esto se ve lindo —rio porque hablaba realmente solo. Repasó su vista por cada uno de los espacios mirando que no había mucho para desechar, algunos muebles serían de utilidad y aquellas cosas podría venderlas en algún lugar.

Destapó los muebles mientras les quitaba el polvo y aventaba una que otra basura al suelo. Al tener todos esos libros del estante del rincón acomodados comenzó a barrer —Dame un momento Tannie —dijo corriendo escaleras arriba ya que le faltaban un par de bolsas desechables más.

Por otro lado, Kim Taehyung escuchó un par de ladridos cercanos que se apresuró a asomarse por la ventana mirando que obviamente no provenían de ahí, jamás sucedía nada por esas desoladas calles. Así que giró su vista hacia la maldita pared que lo retenía ahí dentro, frunció sus cejas al escuchar nuevamente el pequeño ladrido y apresurado se colocó frente a ella —¿Hay alguien ahí? —preguntó temeroso. No debía confiarse ni asustar a quien estuviera ahí, un mal movimiento podría tirar su espejo haciendo que termine definitivamente encerrado.