Es algo irónico, porque desde el inicio de la historia dejé en claro que soy una antisocial y odio salir, pero he asistido a dos fiestas ya. Bueno, sólo una, pero me encuentro en la casa de Ronan para ayudarlo con los detalles de último minuto y luego comenzará la fiesta, y habré asistido a dos fiestas en menos de un mes.
Vamos avanzando, Miranda.
Realmente sí, voy avanzando, intentando superar lo que sea que tengo en mi cerebro que me hace una antisocial.
-Entonces, ¿tratas de decirme que el chico ese con el que hablabas por Internet y se llamaba James es el mismo al que le regalaste un libro en la boda de tu tía y se llama Sam?- pregunta Ronan mirandome, con las manos en la cadera y levantando una ceja.
Suelto una risa entusiasmada y doy unos saltitos en mi lugar, pero me detengo en ese instante y hago una mueca.
-¿Estoy saltando mientras río como chica fresa de novela yankee?- pregunto para mi misma.
-SÍ -responde Ronan.
-Wow. Yo no soy así -digo.
-This is the power of love -dice mientras mueve sus manos para dar énfasis.
[This is the power of love; éste es el poder del amor].
-Agh, no. No me gusta, es sólo mi mejor amigo-.
-¿Cómo dijiste? ¿Tu mejor amigo?- dice poniendo una mano en su pecho y fingiendo dolor.
-Aw- lo abrazo -Mi mejor amigo de Internet. Tú eres mi mejor amigo de todo-.
-Ya me siento mejor- se suelta del abrazo. -Por cierto, estás muy bonita.
-Gracias. Y tú no te quedas atrás eh- devuelvo el cumplido.
Jackeline aparece de la nada gritando que es hora de abrir las puertas y poner la música. Aquí vamos.
-3:00 horas después -
-Miranda, ven aquí -Ronan me tira del brazo.
-¿QUÉ? -Pregunto.
-¿Bebiste?-
-Sólo un poco, dejame-
-Oh, no. Tú nunca bebiste alcohol.
-Sueltame, aguafiestas. Estaba bailando con las chicas-
-Te quedarás conmigo.
-¿Con cuál de los tres Ronan's que estoy viendo tengo que quedarme?-
-Estás borracha.
-No lo estoy, Ronan uno. Ronan dos, deja de mirarme así. Ronan tres, sueltame el brazo así me voy a bailar-
-Está bien, ¡vete! No me haré responsable de ti.
-Gracias, Ronan's- me suelta y puedo volver a la pista de baile. Nunca me había sentido así, es como si ese miedo en mi cabeza se hubiera dormido y estoy bailando con alguien y nose quién es, pero me divierto mucho en este mismo instante.
De repente suena mi celular, y me alejo un poco del ruido para poder ver que es.
Un mensaje en Facebook.
James: ¿Sigues en la fiesta?
Miranda: si porwsje¿
James: Estás borracha o que?
Miranda: ni qyhee tr imorte
[Ni que te importe]
James: Estás borracha. No creí que fueses así, a decir verdad.
Miranda: em rwslidsd np sou ado pro uma cgica mr diho qye bseba y lo hucr
[En realidad no soy asi pero una chica me dijo que beba y lo hice]
James: mejor te llamo.
Y así fue, me llamó.
Miranda: ¿Hola?
JAMES: Miranda, ¿que te pasa?
Miranda: una chica m-m-me dijo que b-eeeeeb-a y lo hiiiiiice.
James: ¿Por qué?
Miranda: Porqueeeee quiiero ser nooormal como tooodoos y no pueeeedo peeeeero lo inteeeento.
James: Intentá hablar bien. Tartamudeas mucho.
Miranda: Hableeeemos mañññana.
Y colgué el teléfono.
Quiero mucho a Sam, o a James, como quieran llamarlo, pero de verdad estoy divirtiendome y no quiero que alguien lo arruine.
Por primera vez en mi vida me siento normal, como cualquier chica de mi edad, no una especie de monja cuya iglesia es su casa.
***
-Pues yo creo que está en coma -escuché la voz de ¿Jackeline?
Y algo puntiagudo tocó mi mejilla.
-No lo crSE MOVIÓ, CHICOS SE MOVIÓ -Grita Ronan, es su voz, sin duda.
Abro los ojos un poco y veo que estoy en el piso, a mi alrededor todo está limpio, como si nunca hubiese habido una fiesta.
-¿Qué pasó ayer?- pregunto agarrandome la cabeza con las manos y poniendome de pie.
-No se. Hubo una fiesta y no supe de ti hasta que todos se fueron y tú estabas dormida aquí, en el piso de la cocina -explicó Jackeline.
-Si es que hubo una fiesta, ¿por qué está todo tan limpio? -Saco esa pregunta que está acechandome desde que abrí los ojos.
-¿cuánto tiempo crees que pasó desde la fiesta?- Ronan levanta las cejas.
-¿Dos horas ?- me levanto del suelo y saco mi celular que, de milagro, no me robaron.
-Miranda, pasaron doce horas. Ya es un nuevo día.
-¿QUÉ? ¿Estuve doce horas tirada en el suelo? ¿Sin comer? ¿SIN WIFI?-
-Exacto. Es un nuevo record.
-¿Y mi mamá no se preocupó? -Pregunté algo alterada.
-Llamó trece veces, le dije que iríamos a la playa unos días y me creyó básicamente porque es cierto y vamos a ir a la casa de Jackeline en Mar Del Plata una semana. Y tú irás si no quieres que te descubran.
Santa cachucha.
