Capítulo 24

3.7K 252 24
                                    

Capítulo 24

Adrián me sonrió cuando entré a su despacho y me señaló la silla frente a él

—Que gusto verte tan recuperada, Adessa. Irina ha querido ir a visitarte, pero le he pedido que te de algo de margen

—Lo agradezco. Estos días... han sido duros, pero mejores que anteriores—asintió, pero no dijo nada más y lo agradecí—Linda casa, por cierto. Creí que iban a venirse hasta después de la boda

—Es más segura esta casa. En el departamento no cabía tanta seguridad, y se tenían que dividir para ir con Irina a la universidad. En cambio, aquí, están a la vuelta de la esquina—asentí, porque también Sebastián había enviado a varias personas de seguridad a vivir cerca de nosotros y ya siempre hay dos hombres detrás de mí, por protección—Pero dime, ¿qué puedo hacer por ti?

—Mi mamá fue quien les dio las coordenadas para encontrar a mi papá—dije, manteniendo el rostro serio, frío. Tal como lo había practicado en el espejo

—Lo sé. Te dije que buscar información, podría resultar peligroso

—Quiero que pague—si se mostró sorprendido por mis palabras, no lo demostró. Se mantuvo serio, todo un hombre de negocios

—¿De qué manera?

—Casi matan a mi papá. Casi me matan a mí. Y mi bebé murió. Creo que es justo que pague por todo el daño que ha causado

—Es tu mamá

—A ella no le importó que mi papá fuera el único estable en mi vida. Ella sabía lo mucho que iba a sufrir si mi papá llegaba a morir y no le importó, ¿por qué me detendría el saber que es mi mamá?

—Bien... te creería ese discurso, sino fueras tú—cerré los ojos y tomé una respiración profunda

—Mi tío murió, pero el abuelo sigue por ahí. Si mi mamá muere, entonces papá y yo ya no correremos ningún riesgo, ¿cierto?—asintió—Necesito saber que estaremos seguros en el futuro. Nate, Nicholas, mi papá y yo. Y lo que venga después. Estoy cansada de mirar sobre mi hombro cada vez que salgo y mandarle mensajes a Nate cada cinco minutos para saber que está bien. Nicholas tendrá que regresar a la escuela en algún momento... Y quiero que sea seguro para él cuando eso pasé

—Vas a sacrificar a tu madre, por un bien mayor—asentí, aunque no fue una pregunta—Bien, estaremos en contacto

Asentí y me levanté, dispuesta a salir de ahí y volver a la seguridad de mi casa. Junto con mi familia

—Por cierto, Adessa, ¿recuerdas ese favor que me debes?—dejé la mano sobre la manija de la puerta, pero giré mi cabeza para mirarlo, asentí—Irina va a preguntarte sobre ser su dama de honor en la boda. Págame ese favor al aceptar, hacerle una despedida de soltera tranquila—hizo énfasis en esa palabra—y el favor estará cobrado—asentí, abrí la puerta y volví a mirarlo sobre mi hombro

—Por cierto, Adrián—él dejó de ver unos papeles en su escritorio para mirarme—Ser la dama de honor de Irina será todo un placer para mí. Acabas de perder un favor por nada

—Lo sé, Adessa—me guiño un ojo y apuntó la salida—Que tengas un buen viaje a casa. Y no olvides planear una despedida tranquila. Odiaría tener que ir a un club de stripers y matar a todos los bailarines

—¿Harías eso?

—¿Por Irina? Cualquier cosa—se encogió de hombros, y me ignoró, volviendo a leer sus documentos

Sacudí la cabeza, incrédula por la muestra de celos y posesividad que Adrián dejó ver en ese momento. Irina tenía suerte. Sandrine me acompaño a la salida, Emmy estaba en la sala de estar, dándole un biberón a su bebé

LimerenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora