Capítulo 12

4.9K 350 72
                                    

Capítulo 12

2/2

El restaurante italiano es acogedor. Es formal, pero sigue siendo familiar y cómodo. Hay niños riendo, y madres y padres hablando alrededor. Nathaniel tiene mi mano entre las suyas, y va platicando con mi padre, mientras el maître lidera el camino a la mesa. Todo se siente ideal, perfecto. Mi corazón duele por Nicholas, porque sé que sí él estuviera aquí, sería simplemente maravilloso. Pero el viernes le daremos la noticia y después podremos venir con mi papá a cenar de nuevo

Como si fuéramos una familia. Pequeña. Pero muy unida

—Créeme, Nathaniel, Adessa era un torbellino, Marcela, mi hermana, bromeaba diciendo que luego íbamos a escuchar que un huracán tendría el nombre de mi niña, por el desastre que hacía en cualquier lugar al que iba

Nate río de forma fuerte y me apretó a su lado, papá sonrió cuando notó el gesto, contento con la demostración de afecto de Nate

—Lo entiendo, señor. Mi hijo es igual. Es un pequeño destructor. Está en su etapa de preguntar todo y tener curiosidad sobre todo. Hace unos días abrió su coche de control remoto porque quería saber cómo está armado. Hemos dejado fuera de su alcance todo aquello que funcione con pilas

—El pequeño Nicholas. Has hecho un trabajo estupendo, Nathaniel. Es un niño tan educado e inteligente. Me alegra saber que mi niña tendrá a su lado al hombre que se merece. No voy a mentir, al principio tenía mis dudas y más cuando comenzó a llegar con esos ojos de borrego a medio morir cuando tenía apenas unos meses de trabajar contigo

Nate me volteó a ver y sentí como mis mejillas se volvían rojas

—Papá, por favor, no—susurré, muriendo de vergüenza

—Pero después se consiguió a ese indeseado de Jimmy y creí que por fin había superado ese amor unilateral que tenía contigo

—Papá, por favor... —murmuré, muerta de vergüenza

—No, cariño. Deja que tu padre siga hablando sobre lo mucho que me quieres—golpee levemente su hombro y él rió fuertemente, atrayéndome a su costado y estrechándome entre sus brazos

Los dos hombres se rieron con complicidad y cambiaron el tema a uno más seguro para mí, béisbol. Termine de comer mi postre, mientras ellos continuaban con su apasionada platica sobre el béisbol, sobre los mejores jugadores en esta temporada, los mejores equipos y más cosas que no entendí

—Buenas noches—siento como Nathaniel se tensó en su lugar durante unos breves segundos, pero se giró para ver a Martha y Zoé Henderson atrás de nosotros

—Buenas noches, Martha, Zoé—la última dio un asentimiento en reconocimiento, pero no dijo nada

—¿Qué haces aquí, Nate? ¿Ahora hay una costumbre en la empresa de salir con sus empleados una vez al mes o algo así?—sonrió con burla a sus palabras, y me miró fijamente, queriendo que sus palabras calaran en mí, que me diera cuenta que solo era una simple empleada

—Martha, basta. Te presento formalmente a mi novia Adessa, y a mi suegro, Marshall—la mujer volteó a ver con expresión espantada a Nathaniel

—¿Novia?—susurró Zoé y claramente escuche una nota de dolor en ese susurro. Extraño

—Así es, Adessa y yo estamos felizmente juntos. Marshall, ella es Martha Henderson, madre de mi ex esposa—Nate marcó el ex de forma clara y concisa—y abuela de mi Nicholas

—Un gusto, señora Henderson

—¿Estás loco, Nate? ¿Cómo vas a hacerte novio de una... una empleada tuya? ¿Sabes lo que dirán mis amigos sobre esto? ¿Qué crees que pensará Nicholas?

LimerenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora