꒰ 13 ꒱

59 11 0
                                    

el lunes en la tarde la profe del taller de baile no llegó a la clase, así que nos habían dejado irnos temprano, lo que significaba que no vi al changbin hasta el martes en la mañana, porque mi aweonamiento me hizo recordar las palabras del hyunjin diciendo que el changbin llegaba tarde, por lo que hice todo mi esfuerzo para atrasarme y llegar tarde como nunca hice antes.

así que ahora estaba ahí, entrando por la puerta de la sala de artes a las 8:50 (porque ni cagando me atrasaba más) y me fui a sentar a una de las sillitas al fondo de la sala con la mirada de todos encima de mí, ¿tan raro era verme llegar tarde?

el changbin llegó 5 minutos más tarde y cuando me vio caminó hasta donde yo estaba y se sentó a mi lado, dejando toda la sala pasada a su perfume con su paso.

-hola felix, que agrado verte en la mañana -dijo mientras dejaba su mochila en el suelo.

-hola, changbin, parece que estaba bueno el tuto, tan tarde que llegaste -dije en respuesta sin poder evitar la risa.

-eri patuo, si tú igual llegaste tarde, por algo estamos acá -respondió contagiándose de mi risa, por alguna razón no podía dejar de mirarlo, el changbin era ese tipo de persona del que querías saber todo y a la vez nada.

-nunca había llegado tarde, ¿viene algún profe a vigilarnos? -pregunté haciéndome el weon, ignorándolo.

-nadie, podemos hacer cualquier cosa, si queri podemos ir a fumarnos un cigarro a la sala de música.

-¿y eso no sería escaparnos? no quiero tener anotaciones negativas -respondí imaginando el peor de los escenarios: algún profe pillándonos y después mi mamá retándome por la anotación negativa y una semana suspendido.

-nadie va a cachar, la sala está súper lejos del resto -en eso tenía razón.

nuevamente confirmaba mi teoría de la brujería, porque me había parado como arte de magia luego de que el changbin lo hizo, y así partimos hasta la sala de música que estaba casi en la otra punta del colegio, lejos de otras salas e incluso lejos de los baños y de cualquier lugar donde pudiera haber alguien para acusarnos a algún profe.

el changbin hizo unas maniobras medias raras y luego de batallar unos cinco minutos intentando abrir la sala, lo logró. no negaré que los nervios de saber que estaba haciendo algo que no estaba permitido me estaban matando. pero cuando cerró la sala y nos acomodamos en el suelito y prendió el cigarro sentí algo nuevo dentro de mí. era como estar viviendo realmente y no estar viviendo algo aburrido y sin sentido como lo hacía de costumbre.

-¿en qué pensai tanto? -preguntó mientras fumaba y me pasaba un cigarro apagado con la otra mano.

-en que se siente raro hacer esto, nunca lo había hecho -respondí para después poder prender el cigarro y fumar.

-¿de verdad nunca te habiai escapado pa fumar ni nada de eso? -dijo como si no pudiera creerme, yo me encogí de hombros y le respondí con mi silencio -deberíamos escaparnos más seguido entonces, te voy a mostrar cosas bacanes.

me sentí tranquilo al darme cuenta de que no se había burlado de mí, por lo que dejé escapar el humo lentamente y me apoyé cerca de su hombro sin llegar a tocarlo totalmente, tal vez si podríamos ser amigos.

-que eri choro, me gusta -dije en un tono suave, todavía disfrutando de mi cigarro.

-¿o te gusto yo? -preguntó acercándose un poco más a mí, provocándome una sensación extraña. el changbin era todas esas sensaciones que nunca antes había experimentado, por lo que no sabía explicarlas ni procesarlas.

-cállate un rato, ya quisieras -me reí mientras le daba un suave golpe en la pierna, ya sintiéndome más cómodo con la nueva cercanía.

-¿quién sabe? -dijo riéndose junto a mí y pasado unos minutos más, apagó su cigarro y lo tiró por la ventana. copié su acción y nos volvimos a sentar sobre el suelo, apoyados en la pared, hombro con hombro rozándose.

sin pensarlo mucho dirigí mi mirada a su rostro, fijándome en cada uno de sus detalles, definitivamente podría ser molesto pero no feo y debía admitir que disfrutaba de mirarlo en secreto cada vez que podía. me quedé con la vista en él y con la mente por las nubes hasta que su cuerpo se movió unos centímetros hasta conectar su mirada con la mía, haciéndome sentir avergonzado por haberme atrapado mirándolo con tanta dedicación.

-me voy a gastar si me mirai tanto, deja un poco pa mis admiradoras -habló en un tono bajito, sin molestarse por la corta distancia que nos separaba, y yo estaba bastante cómodo, lo que significaba que no sería yo el que se alejaría.

-que insoportable, no teni ninguna admiradora, mentiroso -dije dejando salir una risa algo nerviosa, estar tan cerca me estaba quitando el aire.

-tengo un par por ahí, pero la verdad es que tengo ganas de experimentar otras cosas -respondió sosteniéndome la mirada, volviendo a esa guerra de miradas que no acababa nunca.

-¿cosas como cuáles? -pregunté curioso, sintiéndome algo ansioso por saber su respuesta.

-¿alguna vez has estado con un mino, felix? -preguntó con suavidad, ahora él explorando mi rostro con sus ojos, no sabía si evadía mi pregunta o si la estaba contestando.

-nunca he estado con nadie, ni siquiera he dado un beso -dije con total sinceridad, intentando evitar su mirada ahora gracias a la vergüenza, pero volví a observarlo como si fuera una adicción.

-¿nunca has dado un beso? no te creo, si eri tan bonito -se inclinó levemente hacia mí, haciéndome sentir nervioso y yo me quedé quieto en mi lugar, intentando procesar todo, ¿que tantas formas de terminar tendría esta conversación? porque una parte de mí deseaba que sonara el timbre para irme a clases, pero en el fondo de mi corazón quería que me pidiera ser mi primer beso, para reforzar la amistad y todo eso, claramente.

-estoy hablando en serio, nunca he dado un beso -dije despacito, con la intención de seguir compartiendo el poco espacio que compartíamos. sentía que el corazón se me aceleraba más con el pasar de los segundos y observé sus labios con cierta tentación, pero la vergüenza me ganaba y jamás me atrevería a pedírselo -pero me gustaría probar que se siente.

-nada de otro mundo, la verdad -dijo alejándose de pronto para volver a su posición inicial, dejándome algo confundido. me reí en un intento de aliviar la tensión y sentí que mi cuerpo descansaba cuando oí el timbre que nos decía que era hora de salir.

-voy a irme a la sala, tengo que entregar una tarea la otra hora y no sé si los cabros la hicieron, así que los voy a ir a ayudar -dije levantándome del suelo a la vez que tomaba mi mochila para así salir de la sala sin siquiera mirarlo.

haber compartido ese momento con el changbin me había dejado dudas que no quería tener, porque mi corazón de pollito se ilusionaba con lo más mínimo y ahora no quería volver a mirarlo a los ojos porque no podría hacerlo sin pensar en lo que habíamos hablado, aunque para él tal vez no significaba nada y eso me hacía sentir aún más tonto.

axe chocolate  ✰ .. ! changlix chilensis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora