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para mi suerte no volví a toparme con el changbin el resto del día, aunque de cierta forma seguía con el constante tira y afloja entre querer verlo y no verlo, incluso en el taller de cocina había hecho un pastelito extra para dárselo por si lo veía, más como una muestra de buena educación que una muestra de cariño.

pero el miércoles en la mañana me levanté y casi corrí al colegio, quería llegar temprano para poder chismosear con el hyunjin un ratito y contarle lo que me había pasado en la sala de música, porque me había aguantado contarle sólo porque no asimilaba aún la situación, aunque ahora estaba casi en la misma posición, necesitaba ayuda para aclarar mi mente y el hyunjin es un experto en esas cosas del amor.

-buenos días mis niños -dije cuando entré en la sala en la que teníamos nuestras reuniones del centro de alumnos.

-buenos días felixito -dijo el hyunjin, ya sentado en la misma silla de siempre y con su tacita de té habitual.

-buenos días felixito -repitió el changbin, riéndose suavemente, sabiendo que me molestaría que me llame así, aunque extrañamente no me molestó tanto como creí.

-buenos días mi vida -saludó el chan mientras sacaba de la mochila unas galletitas para compartir seguidas de su cuaderno.

inevitablemente miré al changbin en busca de su reacción, pero sólo quitó la sonrisa que tenía hace un rato y luego caminó hacia el estante en el que todos guardamos nuestras tazas y tomó mi taza de minions.

-oye, no quiero ser pesao pero esa es la taza del felix -dijo el chan, mirando atentamente la situación.

-no importa, chansito, tengo más -dije caminando hasta el estante para ahora estar al lado del changbin y básicamente tomar cualquier taza que se cruzara por mi vista. podía sentir las miradas desconcertadas de los demás encima de mí.

-sorry, es que los minions me recuerdan a alguien -respondió el changbin acercándose a la mesa nuevamente, pero esta vez con la taza en mano y una bolsita de té.

-uy, estai jugando con fuego -dijo el hyunjin, poniendo esa cara de chismoso que lo caracteriza -si ves un minion y no piensas en el felix entonces le vas a romper el corazón.

-sí, ¿en quién pensai con los minions? -dijo el seungmin que había llegado hace poco, metiéndole más carbón al asunto.

-en una persona que ya no me habla pero que me gustaba -respondió el changbin mientras se sentaba y empezaba a tomarse el tecito, yo hice lo mismo.

-¿y no vai a decir nombre? -preguntó el hyunjin, tan sapo mi amigo.

-no, tengo que superar -dijo el changbin, esta vez sacando de su mochila unos pastelitos para ponerlos sobre la mesa y compartir, se notaba sincero.

yo quedé con toda la intriga queriendo saber quién era la persona, y aunque una parte de mí sintió algo llamado "celos" jamás lo reconocería, así que preferí no hablarle del tema para evitarme la molestia.

la reunión estuvo más fome de lo que esperaba y casi al final de esta terminamos organizando los cumpleaños del mes a la vez que nos enterábamos de que el changbin había estado de cumpleaños el mes pasado y nadie lo supo, así que quedaba pendiente de celebración por ser ahora parte del grupo oficialmente, aunque aún le faltaba pasar por el bautizo junto al minho y al jisung. el bautizo consistía en ir una semana a la playa y comer papas fritas hasta reventar, muy al estilo nuestro, incluso con el chan habíamos pasado por eso a los 4 años y después lo mismo con el Hyunjin a los 6 y así sucesivamente.

justo cuando íbamos saliendo al recreo llegó la profesora del taller de baile, así que nuevamente tuvimos que hacer una mini reunión para escucharla decir que tendría que cancelar el taller, así que eso significaba estar las últimas dos horas de clases haciendo el comunicado en la biblioteca para luego imprimirlo y pasarlo a los demás alumnos. lamentablemente el chan y el hyunjin habían hecho la lista de talleres a principio del semestre y el seungmin se había encargado de hacer el resto, lo que significaba que el trabajo sería para mí y para el changbin que aún no había hecho nada que favoreciera a los estudiantes.

-mientras ustedes dos se encargan de todo eso, yo con el seungmin vamos a ver que hacemos con esa hora libre que va a quedar los lunes -dijo el chan, el hyunjin era el que se veía más feliz, y era obvio si no tenía ni un trabajo más que hacer por hoy.

-entonces ahora sí damos por finalizada la reunión semanal, nos vemos -dijo el hyunjin antes de salir casi corriendo para evitar que le diéramos algún trabajo y también para ver pronto al jeongin, si se le nota al parcito que se gustan.

el chan y el seungmin se perdieron de mi vista en menos de lo que canta un gallo, así que iba a empezar a caminar hacia la sala a dejar mi mochila, pero la mano del changbin en mi hombro me detuvo, por lo que me quedé a mitad de camino.

-¿nos vamos juntos hoy pa la casa? -preguntó viéndose algo tímido, siendo eso completamente raro en él.

-sí, no hay problema -respondí mientras me pasaba la mano por el cabello para poder peinarlo gracias a que había entrado un suave viento por la ventana trasera de la sala.

la verdad es que me mataba la curiosidad de saber porqué se iría conmigo, y quería preguntarle pero no sabía cómo sin sonar mala onda, de todos modos vivíamos cerca y sería normal caminar juntos por el mismo camino. pero el changbin me leyó la mente y sin yo preguntar me dijo:

-tu mamá me pidió que la ayude sacando los limones del árbol -comentó apoyándose contra el marco de la puerta, así como evitando que yo pasara a pesar de que lo que menos quería era irme de ahí en ese momento -y no te pidió a ti porque me dijo "mi felixito bebé no tiene tanta fuerza para hacer esas cosas, después le duelen sus bracitos" -dijo ahora imitando la voz de mi mamá, logrando sacarme una risa.

-ya, pesado, si tengo fuerza -dije a la vez que le daba un leve golpe sobre el hombro, el cual detuvo con su mano sobre la mía.

-pero si te ves todo debilucho -respondió riéndose suavemente, quitando lentamente mi mano de su hombro para luego dejarla caer a un lado.

me quedé mirándolo unos segundos más, sintiéndome fascinado por sus expresiones, y es que el changbin cada vez me agradaba más, era algo así como el sentimiento de una nueva amistad muy cercana.

-ya felixito bebé, nos vemos a la hora de almuerzo para hacer lo del comunicado -dijo después de un rato, logrando sacarme de mis pensamientos. yo me quedé procesando sus palabras y cuando quise despedirme ya se había ido.

en clases casi ni pude concentrarme, la ansiedad de encontrarme con el changbin en el recreo de almuerzo me estaba matando. la última vez que estuve con él a solas por tanto rato sentía una tensión enorme y ahora no podía estar con él sin pensar en ese momento de la sala de música, incluso cuando estuvimos conversando en el pasillo después de la reunión de la mañana sentía un revoltijo extraño en el estómago.

el camino a la biblioteca se me hizo más corto que de costumbre, cuando sonó el timbre intenté demorarme en estar listo para salir y aún así estuve en menos de cinco minutos sentado al frente al changbin en el mismo lugar en que me ayudó a estudiar para mi prueba de química.

-¿te parece si dejamos el comunicado como la segunda idea que planteamos? -dije luego de varios minutos escribiendo en silencio, intentando romper el hielo.

la biblioteca estaba vacía como de siempre, y apenas entraba un poco de sol por la ventana, lo que dejaba ver que pronto llegaría la primavera. el changbin aceptó mi propuesta con un movimiento de cabeza sólo para poder leerlo luego en voz alta un par de veces y terminar por enviarlo al mail del profe encargado de la impresora. para cuando ya tuvimos las hojas impresas y recortadas había pasado más de media hora, lo que significaba que el tiempo para poder repartirlas era casi nulo, en 10 minutos no podríamos asegurarnos de que todos tendrían una, por lo que acordamos de salir en nuestro último bloque de clases del día para informar a todos y repartir las hojas en lugar de darle ese trabajo a algún profesor, supongo que una excusa para vernos nuevamente, cosas de amigos.

axe chocolate  ✰ .. ! changlix chilensis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora