| Capítulo 5 |

209 42 15
                                    

— ¿Preparados para el primer día? — nos preguntó YuBin con entusiasmo. La explicación más razonable para las energías de ese chico consiste en que se cayó en una olla repleta de felicidad cuando era pequeño. Los demás estábamos bostezando y muriéndonos de sueño. Sin embargo, él estaba fresco como una lechuga.

La noche anterior me quedé estudiando hasta tarde en mi habitación. Mala decisión sabiendo que el primer ensayo comenzaba a las siete de la mañana de hoy. Pero, ¿qué le voy a hacer? Los exámenes son dentro de dos semanas. Si no estudio, suspendo. Por otro lado, ayer en la reunión, los gemelos explicaron la situación y presentaron a los actores. Apenas conocía a alguien pero rápidamente pudimos socializar. Además, leímos todo lo que teníamos de la obra. Ciertas escenas me encantaron y, otras, me desagradaron. Adoro cuando Wen Xiao discute con Wu Yue…. y odio cuando discute con Zhao Wei.

Obvio.

Los planes para este día, según Zi Yi, quién nada más sentarse en una silla se ha quedado dormida, son practicar el inicio de la representación. Nos han convocado en el teatro sólo a los protagonistas, ya que el resto de personajes no son necesarios por ahora. El acto comienza en el conservatorio, con Xiao recogiendo sus libros tras el toque de la campana. Las clases habían finalizado así que no le quedaba nada más que hacer allí. Tenía planes de salir a comer con su mejor amigo, Wei, por lo que guardó todo rápidamente y salió del aula. Justo en ese momento, Wu Yue estaría entrando tras olvidar un cuaderno, provocando que chocasen. En ese instante debería sentirse cierta tensión, un amor no dicho pero sí mostrado en los ojos.

Será mejor que duerma como Zi Yi. No podré soportar ese momento sin arder por la rabia. Aunque intentaré controlarme. Lo prometo. Todo sea para intervenir en la siguiente escena. En esta, la chica y Zhao Wei estarían dando un paseo mientras comen un helado. La comida ha ido de maravilla y se nota una atmósfera llena de alegría y tranquilidad entre ellos. Ambos caminan hacia el atardecer mientras conversan de asuntos triviales. Llegarán a una barandilla desde la cual se ve el río y, allí, tendré que mirarla fijamente, transmitiendo con los ojos todo el amor contenido.

Maravilloso. Simplemente maravilloso. Que pena que la situación se resquebraje cuando ella se sincera y dice: "Creo que me gusta un compañero de clase".

Pésimo. Simplemente pésimo.

Y ahí comenzará la guerra. Dos hombres luchando por el amor de una mujer.

— ¿Qué os pasa? No me digáis que tenéis sueño.

— Lo dices como si fuera un imposible, YuBin — bostezó el estorbo amarillo.

— No es tan temprano — los dos le miramos mal. ¿Cómo que no es tan temprano? ¿A qué hora suele levantarse él? A mí me gusta disfrutar de mis horas de descanso y sueño reparador.

— Anoche estuve estudiando — contestó el rubio. Anda mira, él también estudió.

— ¿Y cómo vas?

— Ya sé los temas de dos asignaturas.

— Pff. ¿Sólo eso? — me burlé. Quizás tenga unas ganas tremendas de acostarme y cerrar los párpados, pero más tengo de pelearme con él. Insultarnos es un buen chute de cafeína en las venas.

— ¿Cómo que solo? Estamos en la misma clase, memo. Conoces mejor que nadie lo difícil que es aprenderse todo eso.

— Pues yo ya me lo sé — bueno, casi todo. Aún me faltan algunos temas.

— Mentiroso.

— Ponme a prueba…. Ah, no. Solamente te sabes dos asignaturas. Pobre alma caída en desgracia, no sabe que su capacidad cerebral es menor que la mía.

Como Romeo y Julieta... pero sin amor | ZhanyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora