| Capítulo 6 |

198 38 15
                                    


Miércoles por la tarde, primer ensayo con el resto del elenco. Bueno, con una parte de este mejor dicho. En el teatro estamos ahora mismo YuBin, Zi Yi, Dylan, Jackson, Henry, Xuan Yi y yo. Todavía faltaban por llegar la chica de mis sueños y la piedra en mi camino. ¿Por qué tardaban tanto? Tengo en mi posesión un café con caramelo y nata que le he comprado a Dilraba en un Starbucks. Si no llega pronto, se me va a quedar la forma del vaso en la mano. Mis dedos llevan advirtiéndolo desde hace unos cuantos minutos.

Ya. Lo sé. Podría tomármelo yo y traerle otro más tarde a ella. Es una buena opción, no lo niego. Pero hay un problemita. Odio, repito, ODIO el café dulce. Prefiero un expreso totalmente amargo a esta bebida empalagosa que sostengo. Además, se me ha olvidado la cartera en mi cuarto. A duras penas he podido conseguir el dinero justo entre los bolsillos del pantalón para este regalo. Espero que le guste.

— Zhan — me llamó mi amigo mientras caminaba hacia mí.

— ¿Sí?

— ¿Qué estás haciendo aquí? Hoy no tenemos ninguna escena donde salga Zhao Wei.

Ah. Una cosilla que no os dije. Como ha dicho YuBin, yo no tendría porqué estar aquí. Supuestamente hoy es mi día libre. No me necesitaban ya que ensayarán las partes del conservatorio de música. Por eso se reunieron los demás. Xuan Yi interpreta a una amiga de Wen Xiao y, el grupo de chicos, a los “amigos” de Wu Yue. Así que, bueno, el único que estaba ahí por estar era yo. Sin embargo, nadie puede impedirme venir. Al estar liberado de obligaciones, he decidido observar cómo ensayan los demás.

¿Debería estar estudiando? Sí. Pero ya lo haré esta noche. Mi prioridad ahora es no dejar solos a Dil y a Wang Yibo. Al menos, quiero que noten mi presencia en los sillones del público.

— ¿Me estás escuchando?

— ¿Eh? — volví a caer en la tierra. Se me va mucho la cabeza pensando últimamente.

— Vale, me acabas de confirmar que no. Te estaba diciendo que mañana crearé un grupo con todo el elenco. De esta manera no tendremos que llamarlos uno por uno. Solo perdemos más tiempo así.

— Ah. Me parece buena idea.

—  Mm. En otras ocasiones he hecho lo mismo. Ahorra mucho trabajo. Además, creo que vendría muy bien para comunicar lo que vaya pasando con el consejo…. Ay — suspiró. — Esto es agobiante.

— Tranquilo. Estoy convencido de que esta obra saldrá a las tres mil maravillas.

— Eso espero, ZhanZhan. Tanto A-Zi como yo estamos estresados con todo esto. Andamos en una nube de desestabilidad, a punto de perder el equilibrio. Por otro lado, el dirigir esta representación mientras estudiamos para los exámenes finales nos está agotando.

— Lo entiendo. Pero debéis confiar. Tenéis mucho talento. Podéis con esto y con más.

— No sé, amigo. La confianza en nosotros mismos se perdió en aquella obra desastrosa…. Sé que Zi Yi se culpa por ello aunque intente hacerse la fuerte — mencionó mirando a la chica desde la distancia. Esta conversaba con Henry y con Jackson, aconsejándoles de cómo expresar los sentimientos de la escena. — Se arrepiente de no haber revisado el guión dos veces en aquella ocasión. Por eso ahora lo revisa todo cincuenta. Sin embargo, la culpa no fue suya. Simplemente se produjo una cadena de errores que no supimos detener a tiempo.

— No seáis tan duros con vosotros mismos. ¿Y esa autoestima que os representaba al principio de la carrera? Erais el mejor director y la mejor guionista de la academia. Y aún lo sois. Solamente creérselo.

— La autoestima se perdió, Zhan. No podemos ser capaces de mirarnos al espejo y decir: “Eres el mejor”. No cuando el resto de personas nos tratan como inadaptados y fracasados.

— En el pasado lograsteis sacar juntos obras increíbles. Todavía recuerdo esa adaptación de Hamlet. Fue fabulosa.

Como Romeo y Julieta... pero sin amor | ZhanyiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora