El mejor Alfa para la mejor Omega (sesshome)

16. La suerte sí existe

Gracias a todas las que comentan este fic, sé que quisieran que estuviera actualizando la fruta prohibida, pero no sé qué tiene este fic que me ha atrapado y cuando algo así sucede, no sé porqué al resto no le gusta tanto jajaja, tengo gustos raros.

En fin, gracias a AbbyTaisho, lizzy2192, Faby_Sama, lucip0411, ChiquisTaisho y a ReynaCorona84 por leerme y dejarme comentarios, espero que este capítulo siga gustando.

Sin más, a leer, que quiero seguir escribiendo más.

¸.•¤•.¸¸.•¤•.¸
Disclaimers:

** Inuyasha le pertenece a Rumiko Takahashi, yo solo tomo los personajes para que hagan mis perversiones.

** No continúo historias, lo que terminó y a lo que le puse FIN es FIN.

** Téngame paciencia, trabajo y tengo vida, escribo en base a la inspiración, pero sobre todo a los comentarios de ustedes, así que mientras más comentarios tengo más escribo, incluso cuando mi vida se pone patas arribas, pero si me dejan muchos comentarios, escribo como loca.

** Recuerden darle like de mi página de romancerotico en Facebook, de esa manera estarán enterados cuando subiré mis fics, si sigo viva o cualquier otra cosa que deseen saber.

¸.•¤•.¸¸.•¤•.¸
16. La suerte existe

—•¤•—
Kagome POV

Mi padre siempre dice que la suerte no existe, que nosotros hacemos nuestras acciones y forjamos nuestro camino y destino, y hasta el día de hoy estaba de acuerdo con él, pero ¡la suerte existe!

Porque ha sido una suerte que Sesshoumaru no me ha pegado un tiro entre ceja y ceja cuando Suikotsu ha aparecido en la habitación sin decirle nada previamente, ha sido una suerte que Bankotsu no se haya enterado de nada, ha sido una suerte que Sui tampoco le ha clavado un tiro en la garganta rozando su aorta para que se desangre al saber quién es y definitivamente ha sido una suerte que a las 10 en punto esté frente a la casa/oficina de Kikyo sin ningún atraso.

No sé cómo he podido convencer a Sesshoumaru que se administre la droga de Sui para que su celo sea más llevadero, pero gracias a eso se ha tranquilizado bastante, casi quedándose dormido y mucho más coherente. Hemos quedado de vernos por la noche.

Sui me ha llevado a su piso, allí he podido darme una ducha, me ha curado y me ha inyectado no sé qué cosas para poder estar un poco más animada. Sui y sus drogas, pero gracias a ello puedo estar sobre mis dos pies.

Al final me visto con unas medias negras y un short, una camisa manga larga pegada de cuello de tortuga en color blanca, con unas botas sin tacón y una gabardina, no es que Sui sea una gran ayuda en lo que a moda se refiere, pero ciertamente ha sido de gran ayuda.

El distrito negro es a donde se pueden hacer las mejores transacciones de tráfico de armas y es el que controla la familia de Sui y Ban, Kikyo —la hermana de Ban— es la alfa de la familia, la primera alfa entre todos los betas. Debería de tener su lugar en la mesa de los 5, pero ella siempre lo ha rechazado. Adora a mi padre y sigue las órdenes al pie de la letra sin importar qué.

Estoy nerviosa frente a la fachada de una tienda cualquiera en el barrio. Saludo a uno de los chicos que está en el mostrador vendiendo unos dulces a una anciana y atravieso un pasillo junto a Sui que me sigue.

Todos mis demás chicos casi han desaparecido, Sui no ha dicho nada, pero creo que todo es orden de Kikyo y ni siquiera me he atrevido a cuestionarlo.

Justo antes de atravesar la puerta que me llevará al inmenso patio trasero de la casa, tomo todo el aire que puedo aferrándome al pomo de la puerta, estoy temblando, no sé si el olor de Sesshoumaru está aferrado a mi cuerpo como yo me aferraba al de él, ¿podrá olerlo en mí? ¿podrá ver mi marca? ¿notará lo nerviosa que estoy a pesar de disimular todo lo bien que puedo?