CAPÍTULO 4

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—Pizza, fiesta y juegos—

Ya ha pasado seis días del comenzó de clases, todo avanzó súper normal y mejor de lo que esperé. Hice nuevos amigos, Lucia y Andrés. nos hicimos muy cercanos tanto que han estado yendo a mi casa después de clases para hacer cualquier cosa cómo ver películas o molestarnos el uno con el otro. Alan y lucia han estado hablando muy seguido, creó que algo tienen esos dos. Con respecto a Demián, lo veo a veces en la hora de almuerzo compartimos algunas miradas pero solo eso, siempre está con sus amigos, sobre todo con su mejor amigo que es Axel, un chico súper atractivo de cabello rubio y ojos color avellana. Era sábado el día estaba súper soleado hoy y decidí llamar a lucia y Andrés para venir a casa y hacer un almuerzo delicioso juntos.

—Hola minions —Habló Andrés al entrar a casa y abrazarme—.

—Hola creído —le devolví el abrazo—.

Lucia después de darme un fuerte abrazo, entró como Pedro por su casa, que chica tan confiada, luego entramos a la cocina. —¿Y qué vamos a cocinar hoy? —Coloco las manos en la cintura—.

—Estaba viendo recetas de pizzas ¿Les apetece? —Dije mostrando unas recetas que vi en un programa—.

—Me parece genial, yo sé hacer pizzas —Habló Andrés con aire superficial—.

—Entonces pizza será —Dijo lucia sonriente—.

Alan bajó las escaleras para encontrarse con nosotros, sus ojos brillaron al ver a mi amiga, oh claro que sí, está loco por ella y no se molesta en ser discreto. Ellos se saludaron tímidamente y se separaron.

—Estamos pensando en hacer pizzas, te gustaría? —habló lucia para Alan—.

—Claro que sí, amo la pizza. Cómo vas bro? —Saludó a Andrés con un puño cerrado—.

—Todo bien bro —devolvió el saludo de puño— Entonces, ¿manos a la obra?.

—Por su supuesto que es lo que hace falta para ir a comprarlo ya mismo —respondió Alan—.

Escribí por un mensaje de texto todo lo que se necesitaba para la pizza, Alan y lucia como era de esperarse fueron a comprarlas y yo me quedé con Andrés. Es súper simpático y divertido, le encantan las fiestas y es algo mujeriego, no le interesan las relaciones serias. Al menos es sincero con las chicas antes de acostarse con ellas y no les miente ilusionándoles.

—Dónde aprendiste hacer pizzas? —pregunté curiosa—.

—Mi padre es italiano, así que en casa aprendimos hacer pizzas, macarrones, y todo lo que tenga que ver con comida italiana, ya sabes a las damas les encanta comer, así que esa es una buena estrategia para hacerlas caer a mis pies, a parte de mi belleza es claro — me guiño el ojo—.

—Oh Dios —reí— No puedo creer que usas la comida para eso —lleve mis manos a la cabeza— Es buena estrategia —Admití—.

—Ya lo confirmé —Sonrió ampliamente—. Realmente funciona.

—Sin vergüenza —reí—.

Estuve hablando con Andrés por unos minutos sobre sus conquistas hasta que llegó Alan y lucia con los ingredientes. Comenzamos a preparar todo. No lo voy a negar fue muy divertido ya que Andrés le lanzó harina a lucia en la cara y luego ella le devolvió, y en algún momento fugaz ya estábamos todos lanzando harina por el aire, uno al otro y todo se volvió un desastre después que ya las pizzas estaban en el horno.

—¡Basta! —grité riendo a carcajadas—Esto es un desastre.

—Andrés tú comenzaste ahora lo limpias todo tu solito —habló lucia haciéndose la inocente—.

El amor no es suficiente. (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora