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 Aclaración: en este fic Shoto es hijo único 

En el palacio real:

Enji: Hablas como si fueras el primer hombre que ve a una bella chica –decía mientras que la doctora lo revisaba–

Shoto: No era una bella chica –decía caminando de un lado al otro–

 Enji lo miró caminar, no lo tomaba en serio.

Shoto: Si era una bella chica pero había mucho más en ella.

Enji: ¿Qué tanto? Sólo la has visto una vez –decía siguiendo a su hijo con la mirada–. ¿Qué tanto crees que sabes de ella?

Shoto: Dijiste que supiste de inmediato al ver a mi madre –Shoto paró de caminar y se quedó en frente de su padre

Enji: Eso es diferente. Tu madre era una princesa 

Shoto: Aún así la habrías amado.

Enji: No la habría conocido porque no habría sido apropiado. Y mi padre me habría expresado lo que te expreso ahora, y yo habría hecho caso.

Shoto: Claro que no.

Enji: Claro que si.

Shoto: Que no.

Enji: Tienes razón 

Shoto sonrió y volteó al ver a la doctora que había terminado de revisar a su padre.

Shoto: Y... ¿Qué tiene? 

Recovery girl: Ahhmm, Majestad... –decía dirigiéndose al rey–

Enji: No importa...–decía neutro–. Si tarda tanto en hallar el modo de decirlo, es lo que creí.

Shoto: ¿Padre...? –lo miro triste–

Enji: Es la naturaleza, muchacho... Ven –dijo cambiando de tema– llegaremos tarde.

Shoto solo lo siguió con la mirada. El rey se paró en frente de su hijo.

Enji: Y la puntualidad es...

Shoto: Lo que más distingue a un príncipe 

Saliendo de la habitación del rey se toparon con el Gran Duque Kai y el Capitán Keigo. 

Kai: ¿Su padre ya le increpo por su comportamiento en el bosque? –le preguntaba a Shoto–

Shoto: ¿Eso le incumbe ahora, Gran Duque?

 Kai: Su vida es mi vida, Alteza Real. No es adecuado dejar ir al ciervo  

Shoto: No porque sea lo que se hace significa que esté bien hacerlo..., o algo parecido. 

A Shoto se le escapó una sonrisa de sus labios al decir aquellas palabras. Llegaron a un cuarto de pintura donde se hacían todo los retratos de la familia real. Estaba lleno de esculturas y muebles; y por supuesto, el pintor y escultor, Neito.

Enji: Píntelo como un buen partido –dijo el Rey estrechando la mano de Neito– Queremos atraer a una buena esposa. Más le vale hacer todo lo que le digo. 

Era un joven adulto, su cabello amarillo estaba amarrado en una coleta baja, y masticaba un pincel como forma de concentración mientras miraba a Shoto desde diferentes ángulos.

Neito: Me esforzaré en hacerlo, Majestad. Pero yo no hago milagros –decía el hombre preparando los otros pinceles

Keigo: Espléndido caballete, Neito

La CenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora