La Cenicienta

♠ 2 ♠

Narradora:

El tiempo paso y el dolor se volvió un recuerdo. En su corazón T/N nunca cambio pues recordaba la promesa hacia su madre "ser valiente y bondadosa". Su padre sin embargo había cambiado mucho pero tenia fé que el futuro será prospero

La joven de cabellos t/c (color de cabello) y t/o (color de ojos) ojos yacía sentada en un cómodo sillón de su casa, mientras leía en voz alta. En el sillón al frente, se encontraba su padre que estaba tomando el té mientras contemplaba a su hija de diecisiete años leerle las últimas páginas del libro del mes. 

T/N: "que ya está en casa. Mi esposa y yo vivíamos con alegría, y si hubo hombre más feliz de sentirse tan afortunado, no lo conozco". Es todo por hoy —soltó un suspiro con una sonrisa en su rostro, mientras cerraba el libro— amo los finales felices, ¿tú, no?

Oliver: Esos son mis favoritos sin duda —le contestó correspondiendo la sonrisa—

T/N: Me da gusto saber.

 Oliver se acomodó de nuevo en el sillón cambiando un poco de postura y acercándose un poco a su hija.

Oliver: T/N —comenzó cambiando de tema, con un semblante nervioso y serio a la vez— al fin comprendí que quizá sea tiempo de comenzar un capítulo nuevo —tomó la mano de la joven, acariciando su palma con el pulgar—

T/N: ¿Eso crees, papá? —dijo viendo a su padre notablemente nervioso—

Oliver: ¿Recuerdas que en mis viajes hace bastante tiempo conocí a Sir Shinji Nishiya? —el mayor volteó su mirada a sus manos juntos, evitándose la mirada curiosa de la chica en frente—

T/N: Sí —recordó una de las tantas historias que le contaba su padre al regresar de sus viajes— el líder del mercado de madera, ¿no?

Oliver: Lo fue, El hombre falleció, hija 

T/N al escuchar esas palabras, no conoció al hombre, pero sentía pena por la muerte del hombre.

Oliver: Su viuda, una mujer honorable, es una institutriz de muy alto rango.

T/N: ¿Te preocupa decírmelo? pero no me opondré —tomo aire— no si piensas que te hará feliz —dijo  con una sonrisa nerviosa— 

Oliver: si, ser feliz —respondió con una sonrisa al ver que su hija lo apoyaba— tu crees que sea posible que aun llegar a hacerlo hija, aunque creí que ya no volvería a pasar

T/N: Claro que lo creo papá —con un sonrisa nerviosa, se levanto del sillón donde reposaba y abrazo a su padre— 

Oliver: ella solo será tu madrasta y tendrás dos hermanas que te harán compañía —dijo mientras acariciaba el suave cabello de su amada hija—

El tiempo paso y llego el momento de conocer a las nuevas integrantes de su familia, era una hermosa mañana el sol estaba empezando a salir cuando un carruaje lujoso entro en la finca de los T/A (tu apellido). T/N estaba entre nerviosa y feliz mientras recordaba la promesa que hizo con su madre 

T/N: se valiente y bondadosa —caminaba hacia la puerta principal donde su padre se encontraba ansioso por la llegada de su nueva familia—

Oliver: ¡Bienvenidas, señoritas! —saludó  acercándose a el lujoso carruaje que reducía su velocidad al llegar a la entrada de su casa—