The Boy Next Door ; TaeHo [CANCELADA]

O2 ; todo puede malir sal... oh esperen, así no era

¡Gracias Dios santo, la Virgen y Dieguito Maradona por dejarme terminar la jornada de clases sin que él se acercara de nuevo para hablarme! Eso era un gran peso fuera de mi sistema; demasiado ya que cargo con esta tremenda belleza que me da dolor de espalda.
Y sí, es la belleza, no es que esté viejo... ¡Para nada! Apenas tengo 17 años.

Cuando tocó el timbre, me permití el relajarme un poco y antes de cualquier cosa, agarré el brazo de Jiung como si mi vida dependiese de ello.

—Alto ahí, moco de zapallo pisado —lo detuve al ver como se intentaba ir.

—Okey, debo admitir que tu capacidad para insultar me sorprende cada día más —confesó.

—Gracias, pero eso no importa ahora. Como iba diciendo, ya que no me acompañaste al colegio, deberás pagarme con acompañarme a mí casa —le expliqué.

—Hyung, si no te sabes aún el camino a tu casa y quieres que te lleve solo dímelo —rodó sus ojos burlándose de mi.

—¡Ja! Que chistoso —ambos enrollamos nuestros brazos en el del otro y comenzamos a caminar hacia la salida—. Creo que estar tanto tiempo con el virgo de mi hermano te pegó las ganas de burlarte de mí y yo no dejaré que te reveles; tú eres el saco, yo soy el boxeador —le recordé, ¡Los jóvenes de hoy en día están cada vez más rebeldes!

—Ajá si, lo que digas Theo —lo vi rodar sus ojos de nuevo, y solo sonreí burlón.

Ay como aprende mi pichón, lloro.

Ambos continuamos caminando a la par. Aunque no me crean, esto no pasaba hace mucho; hace mucho no éramos nosotros solos, ya sea porque jimin se había de alguna forma unido a nosotros o porque el baboso de mi hermano no dejaba respirar a mi amigo ni 5 segundos y en cierta forma esto era reconfortante; solo él y yo, como en los viejos tiempos.
Además, nos permitimos hablar y recordar momentos de nuestra infancia que pasamos juntos como esa vez que casi lo ahogo en la pileta de uno de nuestros compañeros, o cuando lo asusté y se meó encima, o cuando accidentalmente lo tiré de una hamaca, o cuando...

Wow, ¿Cómo sigue siendo mi amigo? ¡Literalmente su vida corría peligro cada tres segundos conmigo! Por eso Jiung best amigo, sí.

Llegamos a mi casa más rápido de lo que yo hubiese querido; el tiempo se pasa volando cuando estoy con él. Ambos nos despedimos el uno del otro y yo entré a mis dominios (que en realidad no son mis dominios, pero bueno, detalles)

Ahí estaban mi mamá e intak (quien los lunes suele salir más temprano que nosotros) mirando la tele. Cuando escucharon la puerta ser abierta y cerrada por mi ser, mi progenitora se levantó sonriendo.

—Mi vida, que bueno que ya llegas —se acercó para dejarme un par de besos en la cara mientras reía de la cara de disgusto que solía poner cuando lo hacía. La verdad es que no me molestaba que lo hiciera, por eso mismo no me alejaba, pero no me gusta la idea de demostrar que me agrada—. Bueno, ya puedo contarles las buenas noticias —aplaudió feliz mientras se dirigía hacia delante de la tele, haciendo que mi hermano la apague para prestarle atención.