Capitulo 4.

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Amor mío han pasado 12 días desde que te vi por última vez, parece que es una eternidad ¿no lo crees?, me paso los días pensando en todas cosas que pasamos juntos y en lo que pudimos haber pasado si no me hubieran obligado a irme, odio estar en este lugar tan alejado de ti, ahora mi padre a puesto a mas doncellas a cuidarme y la única manera en la que salgo es a comprar con mi madre o tomar el té con las chicas que no hacen más que cotillear de los horribles vestidos del baile anterior y de los solteros más codiciados, mi padre a tratado de alejar mi mente de ti comprándome vestidos y perfumes demasiado costosos que creo que solo provocan que el corsé me deje sin respirar y te piense más, ya que siempre me robas el aliento. Lo que más me preocupa y la razón por la que te escribo más que para contarte mi vida, es que no han dejado de venir jóvenes de visita, es obvia la razón, mi padre me ha llevado a todos los bailes que han surgido, no hay razón de preocuparse pues todos son tontos y engreídos lo que me hace recordar cuando nos conocimos, ¿lo recuerdas?, pero hay un muchacho que a papa le ha encantado es primo del príncipe o algo parecido no deja de venir y una doncella me ha dicho que oyó decir en el mercado de una de sus sirvientas que quiere pedir mi mano, se supone claro que debe cortejarme antes ¿no?, tu sabes que yo siempre te querré y que lo rechazare cuanto pueda pero me aterra el hecho de que mi padre no lo comprenda, mama por otro lado entiende el amor que siento por ti y lamenta que me hayan alejado de ti pero al igual que mi padre desea que mis ojos solo fueran de un color diferente y no con algo como un poder por eso no aprueba nuestra relación pues dice que será como un pecado, a veces me hace sentir especial y feliz con ellos, pues me dice que me han sido otorgados por algo y que debe ser algo bueno, algo que me dejara ayudar, lo que me hace recordarte, pero de verdad crees que sea por algo bueno, lo único que nos ha hecho este poder es separarnos, y creo que es algo como si el destino nos jugara algo malo. Quiero saber que ha pasado allá, ¿las chicas siguen detrás de ti?, ¿aun te buscan en los bailes?, ¿se sientan contigo en la iglesia?, ¿te alagan por tu fortuna?, espero que me digas que Elizabeth te ha dejado de buscar porque si no es así tendré que saltar de este balcón e ir a poner a esa mujer en su lugar. Espero noticias de ti.

Siempre Tuya

Doblo la carta la metió en un sobre y le puso el sello color rojo de bordes en forma de hojas, le dio un beso y escribió su nombre, esperaba que con esa carta el la recordara y recordara todo el amor que le tenia y que siempre seria suyo aunque un hombre muy rico con una posición muy cercana al rey fuera a cortejarla y la quisiera como su esposa, ella solo tendría ojos para el hombre que hacia que el aliento se fuera, el corazón se acelerara, sus pupilas se dilataran y el apetito desapareciera y sabía que solo ese hombre que robaba su sueño desde que lo conoció era con el que quería pasar su vida no importaba como estuvieran juntos no importaban sus ojos fueran una maldición o una bendición, por que si estuviera con el nada importaría, ni su dinero, ni su posición, ni los ojos solo ellos dos, ellos dos y nada más, pero ¿sería posible? eso la preocupaba demasiado pero siempre reía de ello, pues no lo era desde un principio nunca lo fue, se conocieron tal vez como muchas parejas pero de una manera algo peculiar y como la mayoría de las jóvenes del lugar en donde vivían cayo por él, pero no tan rápido como todas las demás ni el por ella, a la mayoría de de las mujeres les parecía atractiva la manera de ser y ella no fue la excepción pero para él era algo muy raro ver a una joven como ella.

Espero a que una de sus muchas doncellas llegara para decirle que saldría al jardín y así poder entregar la carta que había escrito a su sirviente de más confianza para que se la entregara a su amado.

- ¡Oh! señorita- se sorprendió una doncella al ver a la joven esperaba sentada frente a su tocador viendo cada una de sus nuevas pertenencias que había comprado en los últimos días- a estado esperando a que alguna de nosotras ¿llegara? - dijo con real preocupación y bajara la mirada.

El pasado de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora