⁰⁰⁴ 𝘁𝗵𝗮𝘁 𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱

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Heeseung se encontraba en su estudio, eran las dos de la mañana y aún seguía encerrado entre esas cuatro paredes

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Heeseung se encontraba en su estudio, eran las dos de la mañana y aún seguía encerrado entre esas cuatro paredes. Miles de papeles y letras estaban esparcidas en la mesa y su mano derecha sostenía una taza de café. La canción en la que estaba trabajando le estaba dando dolores de cabeza, no podía pasar de la primera estrofa. Era frustrante.

Necesitaba desestresarse, y sabía cómo. Pero no iba a llamar a Sunoo a las dos de la mañana, él chico también había tenido un día pesado y estaba muy cansado. No quería molestarlo. Pero lo necesitaba.

El departamento estaba extremadamente silencioso, y la oscuridad reinaba en el lugar excepto por la luz de la laptop de Heeseung. Necesitaba llamarlo, y no le costaría nada ya que Sunoo dormía en el cuarto de enfrente. Pero no podía ir y despertarlo solo porque estaba estresado. Sería muy grosero.

Como si le hubiera leído la mente, por la puerta entró el chico que estaba rondando en sus pensamientos. Sunoo se acercó más a él, y ahí Heeseung pudo mirarlo mejor. El menor traía puesta una blusa azul varios talles más grandes de los que debería usar, también tenía puestos unos bóxers negros y el cabello extremadamente desordenado. En sus manos había un plato de brownies recién hechos. Una sonrisa se formo en los labios de Heeseung.

Kim se acercó a él y apartó un poco la silla del escritorio sin decir palabra alguna. Una vez lo hubo separado, pasó las piernas por ahí y se sentó sobre Heeseung, haciendo contacto visual. Dejó el plato sobre el escritorio y tomo una pieza del brownie, partiéndolo con su mano para darle una mitad al mayor. Heeseung aceptó el alimento y lo degustó, era muy sabroso, al igual que cada cosa que cocinaba Sunoo.

— ¿Sabes? Estaba pensando en decirle lo que siento y terminar con todo esto, pero no lo sé...—murmuró Sunoo luego de tragar el brownie.

—Yo creo que deberías hacerlo, pronto si es posible. No te culpo, este juego empezó como eso, un juego, no es tu culpa que te hayas enamorado. Y creo que los chicos lo entenderían, sólo tienes que hablarles. Y te recomendaría que sea lo más pronto posible. —susurró Heeseung acariciando el cabello de Kim.

—Lo sé, es que... ugh... quiero encontrar el momento adecuado...—dijo Sunoo enredando sus brazos en el cuello de Heeseung. El mayor lo envolvió en un abrazo reconfortante.

—Entiendo, por eso te conozco. Sé que te gusta esperar por el momento adecuado. Búscalo. Tú sabes hacerlo. —dijo el mayor dejando un beso en la frente del menor.

Terminaron de comer los brownies y dejaron el plato a un lado. Sunoo se acomodó sobre Heeseung mientras el mayor extendía los brazos para llegar a la computadora y comenzar a escribir, había tenido una nueva idea. A veces era rara la relación que ambos tenían, no los culpo, ellos son como chicle, siempre están pegados. Aunque no son otras intenciones. Son como el apoyo emocional del otro, eso los hizo muy unidos desde antes del debut.

—No lo sé. ¿Y si no me corresponde? Tengo miedo de que me rechace y todo se vuelva raro...—y ahí estaba el Sunoo nocturno. El Sunoo que era tan inseguro de sus decisiones que vivía cuestionándose, una y otra vez. Heeseung dio suaves palmadas en la espalda del menor.

— ¿Y por qué piensas eso Ddeonu?—preguntó Heeseung. El menor re acomodó sobre su pecho, su cabeza estaba pegada a sus pectorales, atento a los latidos de su corazón.

—Es que, mírame, soy todo lo que está mal. Me sorprende que sea idol. Hay gente mejor, más linda, y yo solo quiero desaparecer. —murmuró el pelinegro.

Heeseung se preocupó. Muchas veces solía escuchar cosas como "no soy tan lindo" por parte de Sunoo, pero esto ya era alarmante. Heeseung se imaginó en un mundo sin Sunoo, sin su mejor amigo, prácticamente su alma gemela. Sin intención y sin darse cuenta, estaba abrazando firmemente a Kim, con temor de que se esfume.

—P-por favor no vuelvas a decir eso... vales mucho y nunca me voy a cansar de decírtelo. Si, sé que tienes muchísimas inseguridades, y sé que te cuestionas muchas cosas que hiciste o que quieres hacer. Pero, en cosas del amor no es bueno cuestionarse, porque pierdes tiempo en el que pudiste haberle dicho tus sentimientos, ¿y si los aceptaba y se hacían novios? Es una probabilidad, pero quiero que sepas que sea cual sea la respuesta de él, yo voy a estar aquí para comer tus brownies de media noche...—dijo Hee, su voz cada tanto temblequeaba y sentía sus ojos aguados.

Sunoo, por otro lado, no se aguantó y dejó que algunas lagrimitas hicieran su aparición, logrando hacer que leves hipidos se presentaran. Ambos chicos se abrazaron fuertemente, con cariño y calidez. El mayor se apartó un poco y besó la cabeza de Sunoo, dejando suaves caricias en el cabello y la espalda del pecoso. Sunoo se aferró al cuerpo de Hee, no queriendo dejar ir aquella calidez que sólo él le daba.

—Te quiero mucho Heeseungie...—dijo Sunoo. Posicionó su rostro en la curvatura del cuello del mayor, dedicándose a aspirar el aroma que emanaba la zona. Al poco tiempo cayó en manos de Morfeo.

Yo te quiero aún mas...—contestó Heeseung dejando un beso en la frente del pecoso.

—contestó Heeseung dejando un beso en la frente del pecoso

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