𓂃 𓈒𓏸◌ 🎧 𓐄 🪞 FALL IN LOVE
❝Aurora tenía los ojos más preciosos que alguna vez analicé y detallé en mi cuadro a la perfección.
Solía ser despistada a la hora de observar la conexión que nos rodeaba a los dos, aunque eso no quitaba el hecho de...
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LOS CHICOS y yo quedamos en reunirnos en mi casa para pasar el rato. Llevaba mucho tiempo sin ver a la mayoría así que propuse mi hogar para que fuese más accesible para todos. De lo que me había percatado era que la sensación de emoción no estaba ahí, era casi nula y no entendía por qué tenía que ser así.
Con Rory las cosas marchaban bien, no podía quejarme, estar con ella era lo que siempre quise. No hemos tenido contacto durante todo el día debido a que el resto de su familia estaba de visita, la pelirroja al principio se quejó conmigo dejándome miles de mensajes maldiciendo la presencia de todos, contesté un par de ellos, fracasando en la tarea de recibir respuesta por parte de ellos. Tiré mi celular con frustración en mi cama, revolví mi cabello y decidí salir de la habitación para encaminarme a la sala, en la cual Tristan y Brady estaban.
- ¡Al fin bajaste, creí que nunca lo harías! - el rubio me abrazó al instante de verme. - ¿Qué tal te va? ¿Cómo está nuestra linda Rory?
Nuestra linda, claro.
- Ella está bien. - le di una sonrisa que se interpretó más como una mueca. Pasé a Tristan para abrazarlo, me correspondió dejando algunas palmadas en mi espalda.
El timbre había sonado así que los tres corrimos hasta la puerta, abrí para encontrarme a Jacob, Miguel venía detrás de él mordiéndose las uñas, acción que dejó de hacer cuando me vio.
- Hazte a un lado. - murmuró empujando a Jacob de la puerta, abalanzándose sobre mí. - ¡Dios mío es Mason Thames, no puedo creerlo!
Todos reímos al observar cómo después de abrazarme se iba a la mitad de la calle para señalar mi casa y gritar.
- ¡Miren es la casa de Mason Thames, ese flacucho que sale en the black phone!
Hice señas para que se callara, a empujones metí a Jacob al interior.
- ¡Miguel, déjate de estupideces y entra rápido! - le grité al verlo correr de un lado al otro por toda la calle.
- ¿Oyeron eso? ¡Me habló!
Bufé, volteé a ver a los chicos y todos asentimos al mismo tiempo.
- Lo dejaré afuera.
Nos adentramos, dejando a Miguel en la calle mientras seguía gritando. Fue cuestión de segundos para que nuestro amigo entrara en la casa como si nada.
- Tengo hambre.
- Yo también. - habló Jacob. - ¿Podemos ir a la cocina?
- Claro, vayan ustedes, iré por algo arriba, no tardo.
Hicieron caso a mis palabras, subí lo más rápido que pude a mi habitación, tomé el teléfono entre mis manos para checarlo.
