🔞ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏꜱ🔞

Día De Campo

Descripción:
Luo Binghe y su esposo van a pasar un agradable día de campo juntos. Luego de un desafortunado evento, Shen Qingqiu termina siendo el plato principal.

Pareja:
Bingqiu
[Luo Binghe/Shen Qingqiu]

Advertencias:
Contenido sexual explícito.
Leer bajo tu propio riesgo.

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Luo Binghe es una persona bastante ocupada.

Muchos pensarían que al ser el gobernante supremo del Reino de los Demonios su única función sería quedarse sentado en su trono y dar órdenes a sus desafortunados súbditos, pero la realidad es otra. Su día a día consistía en quedarse encerrado en su despacho firmando y revisando montañas de papeleo.

Era algo bastante agotador, pero era un precio que estaba dispuesto a pagar. Ese día era precisamente uno en que se encontraba saturado de trabajo. Ya había anochecido y se sentía molesto y exhausto.

Tomó otro de los papeles de la pila luego de terminar con el anterior, justo cuando escuchó la puerta abrirse lentamente. Estaba a punto de despedir a la persona que ingresó, pero al levantar la mirada se topó con un rostro bastante familiar.

—Shizun, eres tú...—Murmuró el mitad demonio con una suave sonrisa. —¿Qué hace Shizun aquí? —Preguntó, con curiosidad. No es que le molestara su presencia ni nada por el estilo, pero su esposo no solía venir a este lugar con frecuencia.

Fuera cual fuera la razón, Luo Binghe se alegraba de tener una visita de su amado en momentos como este.

—Nada en especial, solo quería venir a verte. —Confesó, tapándose la mitad de la cara con su abanico. La facilidad con la que dijo aquellas palabras hizo estremecer el frágil corazón de Luo Binghe.

Ya habían pasado años desde que ambos se casaron. Al principio su Shizun era tímido y reservado, pero con el tiempo había aprendido a ser más sincero y abierto con sus sentimientos, algo que Luo Binghe agradecía con todo su ser.

—Me alegra que Shizun haya venido a visitarme. Te extrañé mucho. —Luo Binghe gimoteó, pareciéndose mucho a un cachorro pateado.

Shen Qingqiu resopló con diversión y se acercó hasta él con elegancia. Luo Binghe se levantó de su asiento con rapidez y terminó de acortar la distancia entre ellos, atrayendo a su esposo a un cálido abrazo.

Shen Qingqiu liberó una de sus manos del abrazo y le dio un pequeño golpe en la cabeza. No dolió, aunque Luo Binghe sabía que no lo habían golpeado con intención de que doliera. Se trataba de un método anti-dulzura que Shizun había desarrollado para fingir que no estaba de acuerdo con los afectos que recibía.

—No seas tonto —susurró, sin un regaño real en su voz—. Nos vimos hace solo unas cuantas horas.

Shen Qingqiu tenía razón, pero eso no quitaba el hecho de que en verdad lo extrañaba...

—Cada segundo está lleno de sufrimiento para mí si no estoy con Shizun. —Expresó, disfrutando el sonrojo en la cara delgada de su maestro.

—No digas tonterías —Shen Qingqiu murmuró, avergonzado por la falta de modestia de su inmoral discípulo. Hubo un silencio cómodo después de eso, uno en el que ninguno de los dos rompió el abrazo.

Minutos después, Shen Qingqiu alzó la cabeza para poder mirar mejor a su esposo, observando con preocupación como un par de ojeras oscuras y profundas empezaban a formarse debajo de los ojos de su perfecto protagonista, haciendo que se sobresaltara por la sorpresa.