🔞ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏꜱ🔞

A Tus Órdenes

Descripción:
No todos los días tu esposo demoníaco está de cumpleaños, por lo tanto, Shen Qingqiu está dispuesto a cumplir todos los deseos de Luo Binghe, aunque la mayoría de ellos impliquen una muerte inminente de su trasero y caderas, así como una posible privación temporal de su capacidad para moverse...

Después de todo, caminar está sobrevalorado. 

Pareja:
BingQiu
[Luo Binghe/ Shen Qingqiu]

Advertencias:
Sí, lo adivinaste: contenido sexual explícito.

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Era un día común y corriente para Shen Qingqiu, solo que no lo era realmente.

Su esposo, Luo Binghe, luz de sus días y dueño de sus noches, estaba a sólo unos días de cumplir años. Se trataba de un evento bastante trascendental para ambos, ya que este sería el primer cumpleaños de Binghe que pasarían como pareja.

Shen Qingqiu estaba decidido a que todo fuese perfecto, sobretodo luego de que su amado discípulo le confesara que nunca en su vida había celebrado su cumpleaños, llegando al punto de ver esta fecha sólo como un día más del año, algo que Shen Qingqiu simplemente no podía permitir.

«Binghe es especial, todo en él lo es. Por lo tanto, te mereces un cumpleaños igual de especial que tú.»

Es lo que Shen Qingqiu le había dicho esa vez, su determinación era tanta que su discípulo no pudo atreverse a contradecirlo. Bueno, no es como si pudiera haberlo hecho de todos modos, ya que estaba muy ocupado abrazándolo mientras lloriqueaba, conmovido hasta los huesos por las dulces palabras de su maestro.

Solo quedaba un pequeño inconveniente, que era bastante grande considerando la situación. Y es que Shen Qingqiu, un niño mimado en su vida pasada y posteriormente un maestro mimado en esta vida, no tenía la más mínima idea de cómo se supone que un cumpleaños debe organizarse, y algo le decía que en este mundo no existía nadie dedicado a la planeación de eventos...

Le había preguntado a Luo Binghe qué le gustaría hacer, pero no había obtenido mucha información valiosa más que un tímido "Cualquier cosa estará bien mientras que Shizun esté a mi lado". Esto, obviando el hecho de que fue completamente encantador, no ayudó mucho con sus problemas de falta de inspiración festiva.

¿Qué puede hacer para que un rey demonio se divierta el día de su cumpleaños? Él no sabía la respuesta, pero conocía a alguien que probablemente sí lo hacía.

Y eso lo trae a donde está ahora, en el Reino del Norte, sentado alrededor de una fina mesa de té en compañía de un querido colega.

-Tú lo creaste, autor mediocre, ¿cómo puedes decirme que no sabes cuáles son sus gustos? -Shen Qingqiu gritó, haciendo ademanes exagerados con ambas manos para acentuar su rabia. Tomó una taza vacía de la mesa y la tiró, apuntando directamente hacia la cara de su amigo.

Shang Qinghua, acostumbrado a este tipo de agresión, reaccionó rápidamente y colocó un cojín frente a él, cubriéndose del despiadado ataque del mayor. La tasa rebotó en la alfombra, pero sorprendentemente no se rompió en pedazos como había predicho en un principio. Shen Qingqiu anotó esto mentalmente para ordenar un juego de té igual a ese más adelante.

-Hermano pepino, por favor cálmate -pidió, sin descubrirse la cara, sólo por si acaso-. El hecho de haber creado este mundo no me hace un dios omnipotente, hay muchas cosas que se me escapan de las manos.

Esto no pareció mitigar la ira de Shen Qingqiu, pero al menos no siguió tirando más cosas por los aires, algo que el menor agradeció internamente.

-No me molesta que no sepas todo, me molesta que nunca sepas nada. -Aclaró mordazmente, cruzándose de brazos.