🔞ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏꜱ🔞

Pequeñas Cosas

Descripción:
Luo Binghe está completamente enamorado de su esposo, para él no existe nadie más hermoso y perfecto.

Ama todo sobre Shen Qingqiu, principalmente esas pequeñas cosas que lo vuelven especial.

Pareja:
BingQiu
[Luo Binghe/Shen Qingqiu]

Advertencias:
Contenido sexual implícito.

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Apenas había amanecido cuando Luo Binghe despertó. Los rayos del sol recién empezaban a filtrarse tímidamente por las ventanas de la espaciosa habitación. Luo Binghe bostezó y se estiró perezosamente, sintiendo como sus músculos se flexionaban y desentumecían.

Mientras se movía sintió un extraño bulto a su lado. Cuando levantó la cabeza para ver qué era, vio a su esposo dormido y acurrucado contra él. Luo Binghe lo observó tranquilamente mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

Su Shizun era adorable, se veía hermoso mientras dormía. Aunque, a decir verdad, su esposo le parecía hermoso en cualquier momento y situación, no sólo cuando descansaba. No obstante, cuando su Shizun estaban en el mundo de los sueños su cara se relajaba, cambiando su rostro normalmente frío y estoico por uno pacífico y casi angelical.

No pudo resistir el impulso de tocarlo, por lo que extendió su mano y la pasó cuidadosamente por el rostro de la belleza dormida, tratando de no perturbarlo. Acarició suavemente su cara y su cabello, tomando este último y haciéndolo girar entre sus dedos.

El cabello de Shen Qingqiu era suave y sedoso, brillante como el sol, pero negro como la noche. Cuando estaban al aire libre sus mechones largos y lacios se mecían elegantemente cada vez que el viento chocaba contra ellos, haciéndolo ver como alguna clase de deidad en la tierra.

A veces Luo no podía evitar observarlo como si estuviera hipnotizado, pero al menos sabía que no era el único, para bien o para mal...

Podía sentir los ojos de todos en la Montaña Cang Qiong sobre Shen Qingqiu cada vez que estaban allí. Su Shizun seguía paseándose tranquilamente por todas partes, sin saber que tenía una horda de admiradores secretos que darían lo que fuera para llamar su atención o pasar algo de tiempo junto a él.

Lástima para ellos, Luo Binghe jamás compartiría a su esposo con nadie, y será mejor que esos tontos se busquen a otra persona antes de que él pierda la paciencia.

Finalmente, luego de largos minutos de suaves caricias, su Shizun se removió y se despertó, mirándolo con cansancio y revelando sus dos preciosos ojos.

—Buenos días, Shizun —saludó en voz baja, sonriendo ampliamente.

Shen Qingqiu le devolvió la sonrisa, disfrutando los dulces toques de la mano que aún acariciaba su cabeza.

—Buen día, Binghe —susurró suavemente. Luo Binghe se inclinó hacia su cara para poder depositar un dulce beso en sus labios.

Shen Qingqiu rio con ternura. Ese discípulo suyo siempre siendo tan pegajoso.

—Lamento haberte despertado, Shizun. No era mi intención... —Luo Binghe se disculpó, sintiéndose culpable por interrumpir el descanso de su maestro.

En el pasado tal vez se hubiese molestado por ser despertado tan temprano, pero ahora definitivamente no lo hará. Si había una mejor manera de despertar que tener a su esposo a su lado, Shen Qingqiu no sabía cuál era.

—Binghe no tiene que disculparse, este maestro ya estaba despierto —respondió, siendo traicionado por un sonoro bostezo que escapó de sus labios. Luo Binghe sonrió con diversión, asintiendo con la cabeza ante las palabras de su esposo, aunque sabía a la perfección que estaba mintiendo.