Un mestizo entre humano y vampiro, criado por estos últimos, no recuerda nada de su pasado, más allá de cuando su maestro lo llevo consigo a una gran mansión donde sería cuidado. Su inteligencia a veces llega a ser aterradora. Su niñez en esa mansió...
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—mis disculpas, la verdad es que quería es que quería hablar con los dos de inmediato, pero... desafortunadamente, el trabajo me ha tenido muy ocupado. Me temo que los he hecho esperar mucho tiempo—mencionaba el vampiro de gran altura y cabellos rojos, Lord Ruthven
Noe: No, um, nos sentimos honrados de que sacara algo de tiempo para nosotros, a pesar de lo ocupado que está...¡Muchas gra...cias!—esta muy nervioso, y también maravillado viendo los pasillos
Vanitas: oye Noe, mira por dónde vas—le dijo molesto
—Luca, hagas lo que hagas, no sueltes su mano, por favor —le dijo el rubio quien caminaba a lado de Jeanne
Luca: ¡Déjamelo a mi!—respondio confiado
De pronto pararon, pues habían llegado a la oficina del Lord.
L. Ruthven: bueno, entren—dijo abriendo ambas puertas
Era una oficina increíble, con un techo que tenía en el las constelaciones, era obvio que se encontraban en la oficina del gran Lord Ruthven en el castillo Carbunculus.
Noe: estás nuestra reina...¿Estará su majestad en algún lugar de este castillo?—penso viendo el lugar
L. Ruthven:diría que es mi oficina, pero es más como una oficina para hobbies, pónganse cómodos—dijo el hombre tomando asiento en su escritorio
—Noe, ¿Estás bien? Pareces estar perdido—menciono el rubio tomándolo del hombro
Noe: supongo que es por todo lo que me contó Domi antes de irse—respondio
L. Ruthven: ¿Pasa algo?—pregunto a ambos
Noe: no, nada lo siento. Solo estaba recordando que Domi me dijo que era imposible que no supiera nada de usted —dijo con nervios
