Me encuentro en mi oficina revisando a fondo el papel que estipula los tratados de paz con el reino enemigo.Nunca imaginé tener que hacer esto solo porque al mediocre en busca de atención rey sustituto se le ocurrió entrometerse en la guerra.
Todo estaba muy bien hasta que mataron al soberano de las tierras del oeste.
Si tan solo no tuviera hermano yo me habría adueñado de ese reino.
Resulta que el rey sustituto al tomar el control de la nación Ardeth se le ocurrió la espléndida idea de atacar mi reino.
No tenía previsto ese ataque puesto que Ardeth nunca se había inmiscuido en la guerra que mantengo con la nación de Ethelfield.
Pero al parecer ya cambiaron su política.
Unos golpes en la puerta me hacen volver a la realidad y al mirar la puerta me encuentro con mi doncella Blair.
-Majestad-dice en forma de saludo mientras se reverencia-.El rey Ethelfield la está esperando en la sala de reuniones junto al consejero real.
-Ahora voy,gracias Blair.
Veo como está sale de mi oficina y me tomo mi tiempo para levantarme de mi silla y rodear mi escritorio para ponerme las zapatillas altas.
Al salir de mi oficina las largas mangas de mi vestido caen en cascada por el suelo.
Llegando al pasillo donde está la sala de reuniones los guardias abren la puerta para mí mientras hacen una rápida reverencia.
Al entrar veo que sentado al borde de la mesa está el que fue mi gran enemigo durante años,tan apacible cómo siempre luce.
-Venus Bronwyth,un placer volver a verte.
-Quisiera decir lo mismo pero mentir no es de mis mejores virtudes.
-Siempre tan sarcástica.
-A lo que vinimos Aren-replico con un suspiro mientras tomo mi lugar al otro borde de la mesa-. Tengo cosas que hacer luego.
-¿Como que?
-Cosas que no te incumben.
-Bien,demos inicio a esta gratificante reunión.
Después de hablar Miles de veces de los acuerdos llegamos a firmarlos de una vez.
-Bueno majestades,ahora oficialmente están en acuerdos de paz por lo que la guerra cesará de inmediato.-replica mi consejero.
-Abelard prepara todo para dar la noticia al pueblo-le ordenó a mi consejero-. Estoy segura que se alegrarán de la noticia.
-Si alteza.
Abelard se escabulle de la sala dejándome con Ethelfield a solas.
-Entonces.....-replica en un intento de entablar una conversación.
-Entonces nada,ya te puedes retirar.
Y cuando estoy por llegar a la puerta para salir su irritante voz vuelve a hacer presencia.
-Ese atuendo es muy llamativo ¿no crees? Cómo siempre te encanta llamar la atención.
-Error,a la atención le encanta llamarme.
-Un día de estos podrías rechazar su llamado.
-Ese día será el fin del mundo y yo estaré muerta para ese entonces.
-Que linda perspectiva de la vida.
-Es lo que es,y si no tienes otra cosa que decir que si sea importante,me retiro.
Antes de que pueda decirme otra palabra más salgo de la sala con irritabilidad notable.
Juro que al próximo que me dirija la palabra lo decapitaré públicamente.
Siempre me pone de mal humor su irritante,simple y despreocupada presencia.
No sé cómo haré para lidiar con eso las próximas reuniones.
Al llegar a la sala del trono donde ya están preparados los entrevistadores tomo asiento en mi lugar y les doy atención para que comiencen a preguntar.
—Majestad—Dicen todos al unisono haciendo una reverencia.
—Tienen veinte minutos.
—Alteza—dice una mujer rubia—¿Esta confirmado que la guerra cesará de forma igual en el reino de Ethelfield?
—Asi es,el acuerdo de paz dictamina eso de forma que la guerra con Ethelfield ya no estará presente.
Veo como todos se apresuran a escribir sus notas para luego que la misma mujer vuelva a preguntar
—¿Esta guerra tendrá posiblidad de volver en un futuro?
—Eso es incierto pues como ya lo dijo usted es el futuro del que hablamos.
—¿Y los soldados que estaban al frente de la guerra volverán a sus hogares?
—Por supuesto que si.
El resto de la junta pasa con preguntas de varios entrevistadores hasta que llega el tiempo de que se acabe.
Salgo de la sala sin decir una palabra luego de que las personas de despidan de mi.
Me dirijo al comedor donde ya está servida la comida y mastico en completo silencio mis alimentos como cada día.
Me preguntó que movimientos estratégicos será conveniente hacer a continuación contra la nación del oeste.
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El Infierno Perfecto
FantasiDos reyes en guerra uno con el otro,una intervención hará que el remordimiento se haga a un lado y poder así enfrentar un enemigo en común. Porque,después de todo,el enemigo de mi enemigo es mi amigo ¿no? Cuatro naciones,tres de ellas en guerra,dos...