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Unos minutos antes.

El espadachín caminó a paso lento hacia la cabeza del Sunny, notando que a su alrededor todo estaba extrañamente tranquilo. Aprovecharía ese raro momento para hablar con Luffy.

Quizás su inocente y alocado capitán no era la mejor opción para hablar sobre lo que había estado molestando al peliverde durante este tiempo, posiblemente no entendería nada sobre el tema. Pero aun así sabía que Luffy lo escucharía hasta que este terminase de hablar, sin dudar, sin cuestionarlo y sin reprenderlo por tener sentimientos por otro miembro de la tripulación. Sabía también que no se entrometería, así que por fin hoy, decidió hablarlo con él.

Quizás tendría que explicarle algunas cosas después de contarle el hecho, pero ese no era problema, tan solo quería sacarse este peso de encima.

Se detuvo cuando pudo visualizar la figura de su capitán descansando como era habitual en la cabeza del Sunny, con su sombrero tapando sus ojos, sabía que no estaba dormido.

— Luffy.

El nombrado levantó la cabeza para ver quien lo había llamado— Zoro. ¿Qué pasa? ¿El almuerzo está listo? —sonrió como siempre solía hacerlo.

El solo negó su respuesta— Me gustaría decirte algo. —dijo sin dudas, a lo cual el pelinegro lo vio con curiosidad y confusión ante la seriedad de este.

Simplemente asintió bajando de la cabeza del Sunny acercándose a Zoro, sentándose en la barra del borde el barco— ¿Qué sucede? —preguntó inclinando su cabeza a un costado ligeramente, notándose un poco confundido por la seriedad de su amigo.

Zoro lo miró en silencio por un momento, antes de suspirar— Me gusta el cocinero —finalmente soltó sin apartar la mirada de los grandes y expectantes ojos de Luffy.

— ¿Sanji? —preguntó confundido, y sonrío— Lo sé, a mí también me gusta. — contestó animadamente soltando una pequeña risa al final.

— ¿Eh? —expresó confundido, y sacudió su cabeza a un lado y a otro ligeramente— No, quiero decir, no esa clase de gustar que tienen los demás con él.

Se esperaba esto, que Luffy no lo entendiera, pero ahí estaba el, escuchándolo con atención.

— ¿De forma romántica, entonces? —preguntó con simpleza el capitán, sorprendiendo al espadachín.

— ...Si.

Estaba preparando las palabras para explicarle a Luffy, pero le sorprendió que este entendiera rápidamente. No decía que Luffy fuera tonto, bueno no tanto. Pero era distraído y ajeno en ciertas situaciones.

— Ya veo. —contestó el pelinegro— ¿Qué pasa con eso? —enarcó una ceja confundido por la repentina declaración.

Zoro suspiró y con su mano acarició su nuca— No pasa nada con eso. —habló mientras se acercaba a lado de Luffy a la cerca que adornaba el borde del barco, dejando que su vista se perdiera en el vasto mar— Solo quería hablarlo, llevo mucho tiempo con estos sentimientos.

— Huh... —giró su cuerpo a la dirección de donde estaba la mirada de Zoro, para así poder ver con más comodidad el océano — ¿No le dirás a Sanji?

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