Idiots in love.

7

Al día siguiente, cuando la tormenta terminó y el sol volvía a golpear aquel pueblo, se encaminaron al Sunny.

En su camino, nada pareció haber cambiado, discutían de vez en cuando, con insultos incluso uno que otro golpe, sin embargo, las veces que intercambiaban miradas, delataban algo más. Los esperados nombrados se podrían llamar pareja desde ahora.

A lo lejos pudieron visualizar a todos esperándolos, esperando a los protagonistas de aquel amor que tanto les costó confesar.

— Ahí estaban, los estuvimos esperando todo el día—reclamó Nami al notar que el cocinero y espadachín pisaban la cubierta.

— Lo siento por hacerte esperar Nami-san —se disculpó apenado Sanji, sin haber cambiado ni un poco su actitud. Mientras tanto Zoro sólo ignoró a la peli naranja y siguió su camino hasta perderse en el nido del cuervo, no sin antes dirigirle una mirada a Sanji, quien correspondió con tranquilidad y un suave rubor en sus mejillas.

Eso no pasó desapercibido por Nami, quien se acercó al rubio colocando su mano sobre su hombro peligrosamente— Tienes que contarme todo —susurró haciendo que este se tensara.

No pasó mucho para que ahora todos se hubiesen reunido en la cocina menos el espadachín, que posiblemente se encontraba durmiendo en el nido del cuervo. Obvio esto los nakamas de Sanji aprovecharon para invadirlo de preguntas.

— ¿Y bien? —insistió Nami.

— Si, Sanji, dinos —insistió Usopp— es obvio que algo pasó.

— Tu cara te SUUUPER delata.

Sanji no pudo evitar sonrojarse más, intentando evadir las miradas de sus compañeros. Pero al notar que no lo dejarían en paz hasta que les contase todo, tomó una bocanada de aire para confesar.

— Si bueno... al parecer, somos pareja ahora —el tono de su voz se desvanecía por vergüenza.

Lo siguiente no fue más que rostros sorprendidos, para posteriormente con una gran sonrisa felicitarlo, estando felices por la noticia. Finalmente, los idiotas estaban juntos, que conmovedor.

Mientras la tripulación vitoreaba feliz, un ojeroso en la mesa solo suspiro de alivio. Todos esos absurdos planes en donde lo había involucrado se habían acabado.

— Torao, ¿me das tu carne? —preguntó el Monkey quien estaba completamente ajeno a la conversación de su tripulación. Mientras hubiera comida por enfrente, lo demás no importaba.

Law posó su mirada al joven a su lado, y suspiró— Tómala —lo cual el menor no tardó absolutamente nada para aprovecharse del permiso del mayor.

Posteriormente el azabache mayor se puso de pie y abandonó el lugar en silencio, quería un poco de aire.

Sin embargo, los presentes consientes de aquella escena estaban sorprendidos, parecía que sus mandíbulas se caerían. ¿Desde cuándo su capitán pedía permiso para tomar la comida de otros?

Ajeno a sus miradas, Luffy siguió degustando de la carne— ¡La carne es lo mejor~! —habló al terminar el gran bocado y quedar finalmente satisfecho— ¿Qué sucede? —ladeó la cabeza a un lado confundido al notar las miradas sorprendidas sobre él.

— Acabas de pedirle permiso a Torao.

— ¿Eh?

— ¡Tú nunca haces eso! —gritó Usopp haciendo que Luffy parpadeara confundido.

— No entiendo cuál es el problema. Torao siempre comparte su comida conmigo.

Nami parecía querer agarrarlo a golpes por lo tonto que era su capitán que no era capaz de contestar ni una simple pregunta.

— Lo que Nami y Usopp tratan de decir —aclaró calmada Robin— Es que es extraño ver para nosotros que tú pidas permiso para agarrar comida, cuando normalmente solamente la agarras sin consentimiento —El azabache pareció soltar un "Ah" de entendimiento a lo que se refería Robin.

De repente los ojos de Sanji parecieron agrandarse más al darse cuenta o al menos tener una idea de lo que pasaba. Aún no se lo creía, era imposible.

— Luffy, de casualidad... —llamó la atención del azabache— ¿te gusta Torao?

Aquella pregunta hizo que los demás soltaran un aíre exaltados y sorprendidos, dirigiendo toda su atención al rostro de su joven capitán, que no parecía ni perturbado ni sorprendido por su pregunta. En realidad, tenía una expresión neutral.

— Si.

La respuesta sin vacilación dejó a todos sin palabras, pero después de unos segundos de analizar reaccionaron, es Luffy después de todo.

— ¿Si quiera sabes a lo que nos referimos? —Nami entrecerró sus ojos con sospecha.

— ¿No se refieren al mismo tipo de gustar que tienen Sanji y Zoro?

— No Luffy, eso- —calló al darse cuenta de las palabras del menor— Espera, ¿qué?

— ¡¿QUEE?!

El grito de todos parecía que se hizo sonar en todo el barco, haciendo que cierto ojeroso que se encontraba cerca de la proa, se tensara. Por alguna razón tenía un mal presentimiento.

— YOHOHO, Luffy-san, esta vez realmente me sorprendió.

— ¿Cuándo...? —preguntó Franky, todos sin excepción parecían sorprendido. No se habían detenido a pensar ni un momento sobre la relación cercana que tenía el capitán de los piratas Heart con el suyo.

Quizás habían estado demasiado distraídos, o simplemente lo tomaron como algo que Luffy normalmente hace con todos; invadir privacidad, ser molesto y pegajoso. Ya que todos en el barco pensaban que Luffy no tenía ese tipo de interés sobre nadie.

— ¿D-de verdad te gusta Law? —incluso el cigarrillo de Sanji había caído al suelo.

— No entiendo porque se sorprenden tanto —admitió el susodicho Luffy— No estaría con una persona que no me gustase.

¿Qué?

— ¿A qué te refieres con eso Luffy? —preguntó Usopp.

— Tú y Torao... ¿son novios?

— Si.

Silencio.

— Tu y Torao —habló Nami tratando de afirmar, la cual recibió un asentimiento del joven capitán— ¿Desde cuándo?

Luffy, el muy descarado, puso su mano acariciando su barbilla mientras parecía meditar su respuesta, contando el tiempo — Desde hace dos años.

— Oh, hace dos años —sonrió Nami— ¿Oíste Usopp? Hace dos años.

— Claramente dijo hace dos años —correspondió la sonrisa, posteriormente riéndose como imbéciles.

— Sip, dos años —reafirmó ajeno a sus reacciones.

Hubo otro silencio en la habitación, nadie, absolutamente nadie se esperaba esa respuesta de su capitán.

— ¡¿Y POR QUÉ NO NOS DIJISTE? —finalmente explotaron.

— No preguntaron —respondió este con simpleza, haciendo que Nami dejara todo su control y se lanzara al pobre sombrero de paja, sacudiéndolo y asfixiándolo. Mientras Chopper gritaba preocupado, y Usopp trataba de calmar a su compañera.

— Vaya, ahora tiene sentido algunas cosas, yohoho

— Al parecer —soltó una baja risa Robin.

Unos minutos después de que la peli naranja se calmase. Aún algunos de ahí estaban completamente ofendidos por apenas enterarse de la relación de su capitán, pero se resignaron, pues después de todo, su capitán siempre fue así.

Poco después, se dieron cuenta de la presencia del ojeroso, que había pasado desapercibido debido al alboroto. Decidió esperar un poco para poder avisar que se estaban aproximando a una isla, pero al darse cuenta de la razón del alboroto, dedujo que la mejor opción en ese momento era salir de esa habitación.

— Momento, Trafalgar. —la voz de Nami hizo que el ojeroso se tensara y se detuviera antes de salir por la puerta— Ven, hablemos un rato —sonrió.

Law juró poder ver la vibra en la que se encontraba la habitación, de verdad no quería estar ahí, pero si se iba, sería mucho peor después. Suspiró derrotado y se sentó a lado de su ahora conocida por la tripulación; pareja, ajena a la atmósfera.