Wolf of Desert(Wyatt Lykensen x Oc)

23

Todos habían terminado de cenar, mientras las chicas ayudaban a la señora Dulce a lavar los platos sucios y recoger la mesa, los chicos se estaban duchando para irse a dormir. Sin embargo Wyatt estaba caminando por los pasillos de la casa hasta que se encontró con una habitación, con la puerta medio abierta. No debía hacerlo, pero como toda criatura llena de curiosidad, simplemente observó con cuidado, allí se encontró con una pequeña Adeline leyéndole un cuento a sus muñecas.

Fue la escena más adorable para Wyatt que no pudo evitar sonreír por lo tierna que se veía hablándole a sus muñecas, mientras les leía el cuento. No se percató que se recostó en la puerta abriéndole un poco más, y dejándose ver de la pequeña Adeline.

—Wyatt, hola. ¿Quieres que te cuente un cuento también?—pregunto la niña mientras cerraba su libro.

—hola, Adeline...mmm yo debería ir a..

—por favor, te leeré mi favorito, ¿si?—suplicó la niña con unos lindos ojitos de bebé, que Wyatt no pudo resistir.

—bien, de acuerdo—dijo rendido.

—¡viva!—celebró la pequeña.

Adeline abajo de su cama para acercarse a Wyatt, tomarlo de la mano y llevarlo hasta su cama. Ella se arropo mientras él sólo se sentó a su lado.

—mira, este cuento se llama el lobo y los tres cerditos.

ese título le causó un poco de gracia a Wyatt. Adeline comenzó a leerle el cuento, él escuchaba atentamente, algo asombrado por la inteligencia de la pequeña niña. Al rato Adeline se durmió con su libro en sus manos, Wyaty sonrió por lo tierna que se veía, le retiro el libro de sus manos para colocarlo en su estante. Apagar la luz y salir de la habitación de la pequeña y él dirigirse a la suya para descansar.

Por otro lado las chicas ya estaban todas con sus pijamas, y listas para dormir pero a Addison se le ocurrió una idea.

—ey, chicas—todas la miraron—. ¿Que tal si hacemos una pijamada?.

—por mi suena bien—aceptó Eliza sentada en su cama.

—¿una que?—pregunto Willow arqueando una ceja.

—cierto, esta será su primera pijamada—comentó Addison sonriendo.

—una pijamada es donde chicas se reúnen para dormir juntas, cuentan cuentos, dicen secretos y juegan juegos—explicó Eliza.

—yo quiero hacerlo. Suena divertido—afirmó Wynter alzando una mano.

—si por que no, además estamos acostumbrados a dormir muy tarde en la guardia—dijo Willa acostada en su cama restándole importancia.

—bien. Todos nosotras contaremos secretos que quedarán entre nosotras—dijo Addison sin disimular su emoción—. Eliza, tú primero.

—bien. ¿Un secreto, eh?...cuando eramos niños, Zed, Zack y yo tomamos dinero de su padre para ir a comprar dulces.

—¿eso no es robo?—pregunto Willow ladeando su cabeza aún lado.

—si, pero también es un secreto—sonrió Eliza.

—ok. Willa, un secreto—pidió Addison mirando a la Alfa.

—mmm...una vez, le puse una ardilla muerta a Wyatt en su cama. Jajaja, grito como niña—siguió riendo la Alfa, y todas también rieron menos una.

—¿que?, ¿espera fuiste tú?, él me culpo a mi por eso Willa—le regañaba su hermana, Willa se encogió de hombros.

—Willow, di un secreto.

—¿secreto?...una vez fui a cazar sola y me perdí, al día siguiente Walker me encontró.

—cierto, él me lo dijo—rió Wynter.

—Wynter, di un secreto—le señaló Addison.

—bien. Ya encontré a mi soulmate—contó con una gran sonrisa de la emoción.

—¿enserio?—la miraron asombradas las hermanas Lykensen.

—si, así es—reafirmó Wynter muy contenta.

—¿desde cuando?—interrogó Willa con seriedad.

—hace unos meses.

—y no nos habías dicho nada—dijo Willow ofendida.

—no preguntaron—se defendió la de chongos.

—mm...¿Que es un soulmate?—pregunto Addison con la misma intriga de Eliza.

—un soulmate es el alma gemela de un hombre lobo—Addison y Eliza seguían sin entender—...es la persona con la que pasaremos el resto de nuestras vidas, la persona a la amaremos para siempre.

—oh. Ya comprendo—dijo Addison con una sonrisa.

—¿y como saben quién es su soulmate?—pregunto Eliza.

—desde el primer momento en que se miran a los ojos, allí la conexión comienza y el amor también—dijo Wynter con una sonrisa de enamorada.

—eso no es algo que lo elegimos nosotros, es la naturaleza y así ocurre—dijo Willa.

—esas dos almas están destinadas a estar juntas para siempre—finalizó Willow.

—vaya, esas cosas de lobos son muy místicas si me lo preguntan—bromeó Eliza, las chicas rieron.

—si, pero así son nuestras costumbres.

—¿y quién es tu soulmate, Wynter?—pregunto Addison mirando a la nombrada.

—Zack...—agacho la cabeza avergonzada.

—era de esperarse—dijeron las hermanas Lykensen al mismo tiempo.

—¡oigan!—reprochó la chica sonrojada, todas rieron por su adorable sonrojo.

—a mi me parece tierno, creo que también le gustas Wynter—comentó Addison sonriendo pícara.

—es más que obvio que ambos se gustan, solo necesitan un poco de tiempo—dijo Eliza sonriendo.

—¿y que hay de ti?, Eliza—cuestionó la Alfa.

—¿yo?.

—¿cuando tu y Lukas aran oficial su relación?—pregunto Addison mirándola con una pequeña sonrisa.

—¿¡están saliendo!?—dijeron Willow y Wynter al mismo tiempo.

—¡no!, claro que no. Lukas y yo no tenemos nada, es la verdad—aclaró la peliverde.

—mmmm...pero no puedes negar que no te gusta.

La zombie guardo silencio para mirar a otro lado, mientras rascaba su nuca.

—¿si te gusta mi hermano?, Eliza—Addison apenas podía aguantar su emoción.

Silencio. Eliza suspiro rendida para así soltar.

—no—mintió.

—o vamos.

—¿dinos cuando le pediras a Bucky que sea tu novio, Willa?—atacó Eliza de la misma forma.

—cuando la luna deje de brillar—dijo inmediatamente la Alfa con seriedad.

—osea....¿nunca?—balbuceo Wynter alzando una ceja.

—no digas eso Willa, puede ser que algún día sientas lo mismo que Bucky—comentó Addison.

—lo dudo Addi. Bucky no es el tipo de chico que me gusta.

—¿y tú, Willow?—la nombrada alzó una ceja—. ¿Tienes algún chico en tu corazón?.

—no, la verdad es que no, y creo que no estoy lista para ese tipo de cosas—dijo con sinceridad la pelicorta—.¿Como va tu relación con Zed?.

—fascinante, no podría ser más grandioso. Zed es...sencillamente el novio perfecto, amo todo de él, es único—decía la peliblanca con una sonrisa de enamorada.

—ven porque no quiero enamorarme—comentó Willa señalando a Addison. Todas rieron por su gracioso comentario.