El resto de la clase fue increíblemente dolorosa y lenta para mí. Tenía claro que lo único que debía hacer era ignorarla y hacer como si no se hubiera añadido a la clase, pero se me hacía imposible.
— Muchachos, tercera posición, en tres, dos, uno. ¡Vamos!—en cuanto dije eso, remedé la acción que les estaba pidiendo, pero no pude evitar mirarla.
De aquella posición se podía ver todo el valle de sus senos y aquello me ponía duro como una roca. Negué con la cabeza y mire a otro lado, pero como la miel que atrae a la abeja, o el imán que atrae al metal, volví a pegar mi mirada en ella. En su sudor y el suave modo en el que jadeaba y gemía por el cansancio. Aquello me puso mas duro aún.
Entonces, la imagine igual. Jadeando, gimiendo y sudando; pero ahora, bajo mis sábanas. Al momento que gritaba mi nombre y convulsionaba bajo mis brazos. Aprisionándola de una manera casi aterradora, con el fin que no se me escape. Mientras ella arañaba mi espalda, con placer, y yo no podía hacer más que seguir el ritmo que había estado llevando. Luego de ello, haciéndola mía, llevándola de la mano al...
Me di un palmazo mental en la cabeza. No debía pensar esas cosas. Lo más seguro es que no sea ni mayor de edad y yo ya pensaba como un enfermo mental. Negué con la cabeza y concentre mi mirada en mi bicicleta.
Continúe dándoles órdenes a mis alumnos, ignorando la presencia de __________________.
Parece que había estado en la etapa de la negación y no quería aceptar que desconocer su mínima existencia era lo mejor, pues la hora; o lo que quedaba de ella; se acabo al instante.
— Eso es todo por hoy, muchachos. Nos vemos el miércoles—dije después de hacer que relajen sus músculos—. Aplausos para ustedes, lo hicieron genial—en cuanto dije eso, comenzaron a juntar sus palmas, yo reí alegre, todas las clases era la misma rutina. Llevaba dos años enseñándoles a prácticamente los mismos, excepto Niall. El era un amigo de la infancia que por fin convencí de venir a las clases y se había quedado por sentirse augusto. Llevaba como seis meses.
Bueno, en eso mentía, la última persona en agregarse era _______________. Y así, sin querer, volvió a mis pensamientos.
Vi como Niall se despedía de lejos y algunos de mis amigos igual. Ordene algunas cosas y cuando levante mi maletín, la vi, mirándome fijamente, pensé que se iba, debido a estar tan cerca de la puerta, pero solo se paro frente a ella.
— ¿Qué tal la clase?—pregunté animadamente.
— Pues...Bien—rió sin una gota de cansancio—. Sin embargo, no entendí por qué me evitabas.
— ¿Ev...Evitarte? Seguro son alucinaciones—respondí caminando un tanto inseguro hacia la puerta.
— No...—puso una mano en el hombro en el que llevaba mi maletín, y movió un poco la tira de este, haciendo que caiga al piso de golpe—. Estoy segura que no...—se mordió el labio mientras pasaba sus suaves y pequeñas palmas por mis formados bíceps. Inmediatamente note como una peligrosa sonrisa amenazaba con salir de sus labios.
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GYM -Liam Payne (One shot) SEMI-HOT] {TERMINADO}
Teen Fiction¿Que pasaría si tu instructor de gimnasio fuera un chico totalmente irresistible?