GYM -Liam Payne (One shot) SEMI-HOT] {TERMINADO}

FINAL

Su llamada demoró más de lo que pensé. De hecho, ya había comenzado a impacientarme.

Creo que unas salidas más me hicieron ver que yo debía estar con ella y ella conmigo.

Y fueron dos meses para darme cuenta que la amaba casi más que a nada en este mundo. Ella había llegado a mi mundo y yo al suyo. Nos complementábamos y nos necesitábamos. La pude conocer más a fondo para darme cuenta que ella era lo que necesitaba, en ese momento de mi vida. Pero más que nada, casi lo más feliz que me pasó en la vida fue cuando ella me dijo que también me amaba.

—Amor, debo irme—suspiró pesadamente mientras recogía su bolso del suelo—. Te amo—besó mis labios.

—Yo más—sonreí como un tonto mientras le daba múltiples besos a mi enamorada, ambos estabamos en la puerta de mi departamento. Y honestamente, yo solo estaba esperando que de esta manera reconsidere la necesidad de irse.

Esa misma tarde les contamos lo sucedido a sus padres, quienes no me aceptaron con los brazos abiertos tomando en cuenta mi diferencia de cómo cuatro años con su hija, pero ella era mayor de edad y podía tomar decisiones.

Fueron como seis meses que me tomaron para que me acepten y lleguen a quererme. Digo, sabían que no tenía padres y ellos terminaron casi convirtiéndose en los míos. Y eso es algo de lo que siempre les estaré agradecido.

Como todas las relaciones tienen sus altos y bajos y esas cosas, terminamos casi al año y medio de relación. Ella había comenzado la universidad y yo terminaba la mía y ahora andaba ocupado con mi trabajo, así que llegamos a pensar que vivíamos en mundos paralelos.

¿Han escuchado la leyenda del "hilo rojo", o algo por el estilo? Indica que el dedo meñique es la única arteria que está conectada directamente con el corazón – yo les digo que esto es cierto, muchachos-, y cuando naces, se te asigna a una persona con la que sus dedos meñiques están unidos por un ligo rojo invisible, y no importa lo lejos que estés de esa persona, si están unidas por ese hilo rojo, siempre se reencontrarán.

Ahora yo creo en esa leyenda, porque dos años después de haber terminado con ______________. Dos años de relaciones monótonas, simples salidas y encuentros de una noche. Simplemente nadie tenía lo que yo buscaba. Dos años después, me la encontré en un café. La madurez, de esos dos años –dos años exactos, lo crean o no-, la habían ayudado demasiado. Ella, a sus en ese entonces, veintidós años, y yo, a mis veintiséis.

Nos saludamos como viejos amigos y ese "hilo rojo" se volvió a unir. Retomamos las cosas por donde nos habíamos quedado hacia dos años atrás.

Y me tomo un año y nueve meses -para ser exacto-, para tomar la decisión más grande de mi vida.

Aquella fue la decisión de pedirle matrimonio en un partido de los 'lakers', cuando viajamos como pareja. Ella simplemente no lo pudo creer y lo único que atino a decir y hacer, fue gritar que si y abrazarme de golpe. Todas las personas gritaron emocionadas y creo que hasta lloré de la alegría ese día.

Creo que había esperado demasiado para la decisión, pero no me arrepentía de nada. Empezar las cosas de cero era lo único que necesitábamos.

Ahora, casi veinte años después. Vivo felizmente con ella y nuestros dos hijos, Ella de diecisiete años, y Jake de quince.

—Amor, el almuerzo está listo—escucho que me llama desde la cocina. (presente)

Apago el televisor y le hago una seña a Jake para que vayamos a comer. Lo tomo de los hombros y camino detrás de él. Como un padre que guía a su retoño.

Veinte años de risas, de peleas, de sueños, de fidelidad, de amor, de gritos –los suyos, porque no soy capaz de levantarle la voz-. Veinte años compartiendo todo con la mujer con la que más amo en mi vida. Con la mujer que me ha dado hijos y la primera mujer por la que daría mi vida entera.

Y no me arrepiento de nada. Ahora yo tengo mis cuarenta y ocho años y ella va a cumplir los cuarenta y cuatro. Lo sé, estamos demasiado viejos.

Y puedo seguir contando más cosas, pero les diré algo.

Después de haber conocido a esta fuerte, inteligente, bella, dura, hermosa, sabia y perfecta mujer, es irónico pensar que esto "sucedió en el gimnasio".

FIN.