Mujer de la lluvia. - [Fairy Tail] [Luvia]

7; constante y silenciosa

—¡Aquí va! —Fuertes y veloces ráfagas de luz salieron disparadas de la maga en dirección al enemigo, quién bloqueó un par de ellas pero terminó siendo herido por la gran mayoría, pero nuevamente el efecto de regeneración estaba haciendo de las suyas. —Tengo que darme prisa y noquearlo... ¡AH!

Ese pequeño momento de pensamiento fue lo suficientemente caro para que la bestia le diera un golpe con su cola a la rubia, dejándola unos momentos en el piso completamente vulnerable.

—¡Maldición! —Los golpes del monstruo eran fuertes pero algo lentos, lo que le daba la oportunidad de reaccionar y pensar en un contraataque. —¡NO TENGO TIEMPO PARA JUGAR CONTIGO! —Gritó molesta aún en el piso viendo como esa cosa se abalanzó sobre ella dispuesto a comerle el rostro de un bocado, lanzando así un rayo de luz que le golpeó directamente en la boca, dañándolo gravemente y dándole la oportunidad a la rubia de levantarse y retroceder.

—Urgh... —El monstruo se sujetaba la garganta con fuerza por el dolor, pero cuando dejó de hacerlo clavó su mirada en esa pequeña y tonta maga que no sabía el destino que le esperaba.

Con la mirada más feroz que nunca haya dado, el caimán se abalanzó contra la rubia dispuesto a golpearla con sus garras, movimiento que tomó por sorpresa a la joven, quien terminó con un zarpazo en la cintura que la hizo sangrar y volar por los aires de nueva cuenta, aunque esta vez sin poder amortiguar su caída como en el pasado.

—¡AH! —La maga se estampó de espaldas contra un árbol que terminó cayendo por el impacto del golpe. —¿E-Eso fue todo...? —La sonrisa burlona que Lucy dedicó junto a su voz confiada era algo que Natsu había empezado a contagiarle desde hace un tiempo, y este movimiento no agradó para nada a su oponente, quien corrió como un rayo hasta ella para comenzar a soltar golpes aleatorios a la rubia, mientras que ella solo esperaba una oportunidad para contrataatacar. —¡AHÍ ESTÁ!

Con toda su fuerza de por medio, la maga celestial pateó a la bestia en el estómago con la esperanza de dañarlo, y lo logró... Pero no fue suficiente.

—¡JE! —La sonrisa victoriosa del caimán heló la sangre de Lucy, quien no pudo reaccionar ante el golpe que ella acababa de recibir en el estómago.

—Tú... —Seguido del puñetazo, la rubia recibió una patada que la lanzó una tercera y última vez por los aires, siendo tan fuerte que incluso se chocó contra las ramas de varios árboles en el trayecto.

—¡ARGH! —Su oponente persiguió a Lucy por los aires solo para lanzárla de vuelta al suelo de un fuerte golpe en la espalda dado con su codo, clavándole algunas escamas en la espalda como cereza en el pastel.

La niebla se disipó ante el impacto, y un agujero se creo dónde la rubia impactó. Ella poco podía hacer, los golpes habían sido pocos pero muy poderosos, y que esa cosa se estuviera regenerando poco a poco era todavía más desesperanzador para ella.

—Ugh... —Su vista estaba empezando a nublarse y la sangre no paraba de salir de su boca. —No debí... Confiarme... Estúpido Natsu... Debo usar... Mis llaves.

Vaya sorpresa se llevó la joven al llevar su mano a su cintura solo para percatarse de que su cinturón con sus llaves ya no estaba. ¿En qué momento se habían perdido? Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo... Pudo haber sido en cualquier momento.

Sin llaves celestiales, sin energía, sin fuerza... ¿Eso era todo para ella? Imposible, no podía caer tan fácil, ni siquiera había combatido completamente concentrada... Pero su cuerpo apenas y respondía a sus órdenes; y el zarpazo de hace un rato dolía; y la lluvia solo hacia que las escamas clavadas en su espalda ardieran como el fuego del mismo infierno.