1; preocupación

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¡YA ESTAMOS DE VUELTA! —Natsu y Happy estaban en las puertas del gremio, ambos completamente empapados, pero felices de estar de vuelta en su hogar tras aquella agotadora misión.

“Estás completamente mojado Natsu, ¿Es que acaso no te importa?” Pregunta ella. —Lucy por su parte estaba metida dentro de Horologium para protegerse de la lluvia. Fue la única alternativa rápida que tuvo a falta de un paraguas.

Vaya, y el gremio apenas estaba empezando a ser un lugar tranquilo sin ti, flamitas. —Tan rápido como Gray dijo aquello el mago de fuego salió disparado hacia él con todas las intenciones de atacarlo.

¡Este lugar jamás estará tranquilo con un desnudista como tú andando por ahí como si nada!

¡Aye! —Happy solo metió más leña al fuego, como siempre.

Una vez más Gray se había quitado su ropa sin darse cuenta, ¿Pero qué mas daba? Solo quería partirle la boca a Natsu en ese momento. —Grrr... ¡Ahora verás, estúpida antorcha humana!

“Y aquí vamos de nuevo...” Dijo ella. —Horologium se esfumó tras decir aquello, y de alguna forma la rubia logró rodear el caos que el mago de hielo y el mago de fuego estaban causando hasta sentarse en una de las mesas del gremio, donde lo único que hizo fue apoyar su cabeza contra la superficie de madera de la misma en un largo suspiro lleno de cansancio.

Las peleas en el gremio eran el pan de cada día, en ese punto de su vida Lucy ya lo había asimilado. Siempre y cuando una silla salida de quién sabe dónde no la golpeara en la cabeza ella no se quejaría.

Eso en circunstancias normales, claro.

La maga celestial no se encontraba con el mejor de los ánimos, y era entendible; pues después de haber hecho una misión de una semana entera de duración junto a Natsu y Happy donde solo les pagaron el 50% de la recompensa original a causa de los destrozos del Dragon Slayer de fuego cualquiera también estaría decaído. Pero no era solo eso lo que mató sus ánimos, sino también la sorpresiva lluvia con la que la ciudad de Magnolia los había recibido. Lucy era fanática de la lluvia, pero algo en esta ocasión era distinto con el clima. Raras eran las ocasiones en las que la rubia había visto una lluvia tan agresiva, y ya de por sí en Magnolia era muy extraño que hubiera chubascos de ese estilo.

Esa lluvia le generaba un sentimiento de inquietud, y ella no entendía la razón.

(Quizá solo es mi imaginación haciéndome bromas pesadas por el cansancio... Después de todo no he descansado bien últimamente.)

Sí, definitivamente era simplemente eso. La joven rubia se esforzaba por convencerse a sí misma de que esa era la razón... O al menos lo intentaba, porque muy en el fondo ella tenía un presentimiento que le decía que no era así.

¿Pero cómo hacer caso a ese presentimiento si ni siquiera sabía por qué se sentía así en primer lugar?

Buenas tardes, Lucy.

Erza... —La rubia se levantó sorprendida al ver a la maga pelirroja sentarse en la misma mesa que ella. —¿No piensas detener a Natsu y Gray?

No estoy de humor para ello. —Lucy miró en dirección a los magos que peleaban en el centro de la sala y no tardó mucho en darle la razón. —Y parece que tú tampoco estás muy contenta hoy.

Un poco... —Lucy se encogió de hombros, avergonzada por ser tan obvia.

¿A qué se deben esos ánimos? ¿La misión salió mal y no lograste reunir el dinero del alquiler de este mes?

Mujer de la lluvia. - [Fairy Tail] [Luvia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora