Día 2: Enfermedad Terminal

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Después de largos días en el hospital por fin estaban en casa, estaba en tratamiento. En un tratamiento adecuado a lo que padecía con un buen diagnóstico ahora.

Todo mejoraría, ¿No es así?

Ellos estarían bien.

Su vida volvería.

Solo tal vez ahora cuidarían lo que comerían, habría un cuidado aún mayor en la salud de ambos para que ninguno recayera en algo así de nuevo.

Estarían bien.

Lo estaban.

Will tenía sus citas programadas, irían cada tanto para ver la evolución de sus úlceras. Intentaría acompañarlo siempre que pudiera. Después de todo, habían grandes gastos que habían hecho y ahora por su pedido dejarían que los hospitales públicos lo resolvieran aunque no estaba del todo de acuerdo. Pero Will lo sabía.

Will solo necesitaba verlo directamente a los ojos...

Hacerle esa carita.

Transmitir en sus ojos las palabras no dichas.

Obviamente él iba a ceder a cualquier petición que le hiciera si le miraba así.

—Eso es chantaje— pero la tierna sonrisa junto a la falsa inocencia le decía que no sabía de qué hablaba. —Todo mundo piensa que te manipuló— suspiro, escucho su risa y sonrió.

—Y es verdad— arqueo las cejas, cuando vio la pose que tomo. Sabía que comenzaría su falsa actuación. —He sido manipulado, secuestrado y obligado a vivir con el poderoso Vecna— rodó los ojos.

Cómo olvidar ese nombre.

Vecna.

El nombre de uno de los villanos de su juego preferido, calabozos y dragones.

Sus amigos habían decidido llamarle así cuando comenzó a cortejarlo, todos en aquel pueblucho conocían a los Creel pero en especial al menor de ellos. Después de todo, se habían mudado en aquel pueblo por él.

Jamás logro crear algún pequeño vínculo con aquellos mocosos que eran amigos de su novio, existía algún tipo de odio estereotipado gracias a los rumores que le perseguían. Aunque al crecer volviéndose un joven atractivo por el que las damas jóvenes se la pasaban murmurando, riendo mientras le veían pasar no hacia que desapareciera sus rumores. Jamás le importo y continuo su vida sin acercarse mucho a los demás.

Hasta que lo conoció a él.

Will Byers.

Un chico 8 años menor que él, se conocieron cuando Will tenía 10 y Henry 18, fue algo completamente inesperado.

Henry había ido al cañón por última vez, queriendo tener el paisaje en un lienzo, tomo su libreta y comenzó a dibujar mientras se encontraba al borde del lugar. Con su dibujo realizado, lo admiró satisfecho. Tomo sus cosas para marcharse pero el ruido de algo cayendo le alarmó. Miro a sus lados pero no había nada, iba retomar su camino pero unas risas le detuvieron y luego un quejido. Intento enfocar su vista hacia detrás de él, sabía que algo ocurría, seguramente a alguien estaban dando una paliza. No era de su interés, rodó los ojos de solo pensar como eran tan primitivos y estúpidos los humanos. Sin embargo, algo, una voz, una palabra fue lo que hizo detenerlo de retomar su camino como si jamás hubiera oído que estaban golpeando a alguien.

—¡Marica!

—¡El niño sensible de mami!

—¡¿Por qué no lloras en las faldas de tu mami, Byers?!

Augstober [Drabbles/One-shot] [BL][ST] [Bycreel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora