Día 11: Nostalgia

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Continuación del día 9 Soledad indeseada.
Preparen los pañuelos porque no hay final feliz.

 Preparen los pañuelos porque no hay final feliz

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No supo en qué momento se dejó atrapar. Lo cierto era que no se quejaba, de hecho lo estaba disfrutando mucho. Entre besos húmedos, toques indecentes y una maldita erección que apretaba en su pantalón había acabado en un hotel cerca del Upside Down, ¿Con quién? No tenía idea pero joder que rico besaba, la forma en lo tocaba lo estaba volviendo loco.

No estaba en sus cinco sentidos, solo sabía que había tomado un poco de alcohol mientras se perdía en la multitud uniéndose a la gente a bailar. Varios se le pegaron y sintió los arrimones que le habían dado, con algunos compartió besos desordenados, alguno de ellos le había invitado a probar un poco de droga.

El alcohol, la droga ingerida junto a las luces de neón y la música alta lo habían hecho sentir tan bien. Se sentía ligero, libre, sin ningún tipo de preocupación. Continuo bailando pegándose a cualquier tipo, coqueteando y besando al primero que le mirara con una sonrisa coqueta.

Que sintiera manos sobre su cuerpo no le dio importancia, había tantos que lo habían tocado mientras bailaba así como él también hacía pero las manos le tomaban con firmeza, lo pegaban lo suficiente a su cuerpo. Podría decir que incluso lo hacía para llamar su atención. Sintió que estás lo abrazaron. Tenía unas manos enrollando su cintura, una cálida respiración se acercó a su cuello. Instintivamente su cabeza se movió dejando expuesto su cuello. Sintió una lengua pasar provocando ciertos espasmos que le hicieron soltar un pequeño gemido.

—Tienes bonita voz— el susurro de aquel hombre le hizo temblar las piernas. Tal vez era el efecto de las drogas o el alcohol aún en su sistema pero aún así no pudo evitar sentirse excitado por la voz del desconocido.

Sin poder esperar se dio la vuelta encontrando al dueño de la voz, era más alto que él, tenía un impecable cabello rubio y sus ojos. Oh, Dios sus ojos. Unas preciosas lagunas azules le miraban con deseo, ante la mirada de inspección lo vio levantar la comisura de sus labios en una sonrisa.

Se inclinó sobre él, susurro en su oído lo suficiente alto para que le escuchará ante lo ruidoso que estaba la música. —¿Te gusta lo que ves?— sentía que podría desmayarse ahí mismo ante el coqueteo evidente. Había otros chicos que le habían coqueteado pero con él, sentía un enorme imán que lo atraía. Lo quería, quería quedarse con ese hombre.

Si antes pensó que tal vez el sexo podría dejarlo para otra ocasión, en estos momentos olvidó eso y si había alguien con quién se metería sería definitivamente con él.

De un momento a otro, solo estaba bailando con él, besándose y tocando. No se fue con nadie más aunque le invitaran o lo intentarán apartar porque aquel tipo los alejaba con una mirada. El chico castaño era suyo, no lo dejaría para nadie más.

Augstober [Drabbles/One-shot] [BL][ST] [Bycreel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora